Sandra Pitta: “La lista de López Murphy es más firme, no se deja correr por la agenda kirchnerista”

En una entrevista con Infobae, la científica del CONICET y precandidata a diputada nacional cuestiona las “concesiones” de Horacio Rodríguez Larreta y cree que María Eugenia Vidal “dialogó demasiado”. Se considera abierta al consenso, excepto con un Gobierno “irracional”

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La científica compite en las internas de la Ciudad contra la lista oficialista que encabeza María Eugenia Vidal bajo el liderazgo de Horacio Rodríguez Larreta
La científica compite en las internas de la Ciudad contra la lista oficialista que encabeza María Eugenia Vidal bajo el liderazgo de Horacio Rodríguez Larreta

Sandra Pitta se hizo famosa hace dos años, cuando se cruzó con el presidente Alberto Fernández en plena campaña por las Presidenciales de 2019. Desde aquel mensaje donde el primer mandatario le decía que la iba a “cuidar” -y que muchos consideraron una amenaza-, la figura de la farmacéutica, biotecnóloga e investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) creció exponencialmente en la arena de los medios y las redes sociales, hasta transformarse en una de las voces más altisonantes y combativas del ala dura de Juntos por el Cambio.

Hace algunas semanas, Pitta dio un salto desde el ámbito científico y mediático al de la política formal, cuando se presentó como precandidata a diputada nacional en una de las tres listas que lleva el espacio opositor en la Nación y oficialista en la Ciudad. Competirá en la nómina encabezada por el ex ministro de Economía Ricardo López Murphy, que enfrenta en la interna a la ex gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, por un lado, y al ex secretario de Salud de Macri, Adolfo Rubinstein, por el otro.

En una entrevista exclusiva con Infobae, con un tono de voz inesperadamente suave que contrasta con frases fuertes, Pitta lanza dardos contra el Gobierno, al que considera “autoritario” e “irracional”. Pero también desliza críticas al jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, presidenciable y virtual líder de la oposición, por sus “concesiones” a Cristina Kirchner y Alberto Fernández. En medio de la escandalosa pelea en la Provincia entre el neurocientífico Facundo Manes y el vicejefe de gobierno Diego Santilli -que responde a Larreta-, la investigadora cree que los debates internos son “positivos”, incluso cuando los tonos preocupan a los máximos dirigentes de Juntos por el Cambio.

Mientras se pone el traje de candidata, Pitta aún trabaja a diario en el consejo científico y acaba de publicar un libro que combina ambas facetas, Conicet, la otra cara del relato (Libros del Zorzal), donde repasa su funcionamiento y retoma las críticas a la conducción del organismo durante el kirchnerismo. La científica que apoyó a Mauricio Macri en 2019 y encabezó la carta contra la “infectadura” del Gobierno por la cuarentena de 2020 admite que le gustaría liderar el Conicet, y cuestiona la mirada “estatista” de algunos de sus miembros. “Lo peor que uno puede hacer es darle a los científicos el manejo de la ciencia en un país”, lanza.

-¿Escribió un libro sobre el Conicet con la intención de ser candidata?

-Me lo pidió el editor de Libros Del Zorzal antes de que fuera conocida. Yo escribía en Twitter sobre el Conicet, sobre los problemas que teníamos. Había sido delegada gremial, seis años antes, en UPCN. Era la delegada no peronista. Ahí empecé a ver cómo funcionaba por dentro, a adentrarme en la normativa, para poder ayudar. Y se me empezó a abrir el espectro de la ciencia argentina. Cada vez tenía más seguidores. El libro lo terminé de escribir entre enero y febrero. No tenía idea de que me iba a convocar López Murphy, yo estaba en una agrupación independiente, Banquemos, con gente que había votado a la Coalición Cívica, al Pro, a la UCR. Fue una gran casualidad. Me habían convocado a escribir antes de que me hiciera conocida.

-Su posición en Twitter es muy dura contra el Gobierno, pero en el libro no se evidencia el mismo tono. ¿Por qué?

-Todo el mundo pensó que iba a ser antikirchnerista, de denostación de los colegas. Pero es todo lo contrario. Si hay gente dedicada en el Estado, son los investigadores del Conicet. Pueden estar equivocados en sus ideas sobre cómo tiene que ser la ciencia, o podemos tener distintas visiones. Es cierto que son muy estatistas. Pero en definitiva el país es estatista, y eso se ve reflejado en el mundo científico, también. Fue una explicación de cómo funciona. De mostrar que no fue todo maravilloso en las épocas kirchneristas, tampoco. Que se fue degradando en la medida en que se usaron las cosas con fines demagógicos y propagandísticos.

-¿La rigurosidad científica se pierde cuando interviene la política?

-Lo estamos viendo con las vacunas, con la compra de Sputnik, que fue muy controversial. Europa no la ha probado, Chile la está usando con condiciones. Falta mucha información que no podés dejar afuera. Colegas míos que sé que son súper rigurosos con sus investigaciones me trataban de antivacuna. Y seguramente si me siento con ellos a hablar, estarían de acuerdo conmigo. Al politizar un tema, perdés la rigurosidad, y te prestás al juego del político que votaste. La ciencia tiene que ser un lugar de libertad de pensamiento. En la época del kirchnerismo, ante cualquier queja aparecía alguien de una escala superior diciendo: “Ojo, que gracias a Néstor recuperamos la ciencia”. Había un clima donde nadie podía decir nada. Hasta 2015 parecía que era todo una maravilla. Todos sabíamos que no lo era y el problema era que nadie hablaba. Una de las pocas que hablaba era yo.

-¿Cómo decidió ser candidata?

-Me convocó López Murphy hace un mes. Yo dudé mucho porque la demanda de mi carrera es muy fuerte, pero me interesa poder llevar adelante proyectos diferentes en ciencia, que dejemos de pedir más presupuesto, que obviamente siempre se requiere, y empecemos a abrirnos un poco más a la realidad de la innovación y la ciencia como en otros países. Estoy harta de escuchar sobre la sustitución de importaciones y neoliberalismo. Justamente, lo que necesitamos es más liberalismo para que la ciencia concrete todo lo que tiene en sus manos. Hay un nivel muy alto en la Argentina, pero estamos en el límite del conocimiento. Incorporamos nuevas técnicas, pero es un gran material que se desaprovecha. No sólo por los gobiernos, porque por ahí no entienden cómo funciona, sino que se desaprovecha por la mentalidad.

-¿En qué consiste esa mentalidad?

-La mentalidad de los investigadores tiende a ser estatista, tiende a despreciar la empresa, la interacción con el empresario, con el privado. Pensar en eso, para ellos, es casi como prostituirse, porque creen que la ciencia tiene que ser pura. Hablo de las capas más encumbradas. Debajo hay todo un mundo de investigadores muy jóvenes que están interesados en otra forma de hacer ciencia. Por eso lo peor que uno puede hacer es darle a los científicos el manejo de la ciencia en un país. Tienen que estar como asesores, pero no pueden definir políticas.

El tuit que lanzaría a Sandra Pública al ojo público
El tuit que lanzaría a Sandra Pública al ojo público

-¿Quién tiene que hacerse cargo?

-El que tiene que manejar la ciencia en la Argentina tiene que ser un político. No lo puede manejar un científico. Porque lo único que ve es su propio currículum y su interés. No ve el gran espectro, que es necesario para el país. No ve dónde hacer hincapié. Por más que existan los aspectos estratégicos, prevalece esa mentalidad del currículum propio.

-Usted es científica y está aspirando a un cargo legislativo público. ¿No es contradictorio con lo que plantea?

-Lo que me diferencia del resto, aunque no soy la única, es que no tuve una vida dedicada a la academia. Me dediqué diez años a la vida privada, a la farmacia, al área industrial, después inclusive tomé la vida académica como un lugar del que podía entrar y salir. Así es el modelo en muchos países del mundo. Este perfil diferente me generó problemas en el Conicet. Yo no aceptaba ciegamente el ordenamiento verticalista, cuestionaba. Me gustan mucho más las funciones ejecutivas. También las legislativas, fui cuatro años asesora de un diputado de Cambiemos. Yo entiendo los dos idiomas, el privado y el académico y me he formado para entender el parlamentario.

-Facundo Manes también viene de la ciencia y tiene vinculación con el mundo privado, ¿lo considera un buen candidato?

-Puede ser. Él está en la provincia de Buenos Aires y siempre estuvo bastante involucrado en política. Tiene una militancia de muchos años, cosa que no tengo. Yo soy más independiente. Si algo me define es que soy outsider, cosa muy positiva. Aunque hay outsiders negativos.

-¿A quiénes se refiere?

-No quiero personalizar. No me gusta estar señalando. Me refiero a esos que dicen que hay que dinamitar el sistema por dentro. Yo no creo que haya que destruir el Conicet, tiene valores muy positivos. Pero tenemos que encaminarlo hacia lo productivo. Lo cual no implica dejar de lado la ciencia de base.

-¿Aspira a liderar el Conicet?

-Podría ser interesante, pero siempre con un equipo. Hay gente dentro de la organización que tiene ideas de avanzada. Y hay otros que también son muy estatistas. Pero sí, sería una linda experiencia. He jugado con la idea de crear un instituto de CABA, como un espejo del Conicet, pero sin esos vicios.

"Yo no creo que haya que destruir el Conicet, tiene valores muy positivos", afirmó la investigadora
"Yo no creo que haya que destruir el Conicet, tiene valores muy positivos", afirmó la investigadora

-¿Se lo planteó a Rodríguez Larreta?

-Nunca en mi vida hablé con él. Solo me invitaron a formar parte del Instituto República, de formación política. Y esto ocurrió, también, antes de que fuera precandidata.

-¿Podría haber ido a la lista que armó Larreta con Vidal a la cabeza?

-No me lo propusieron. Me siento más identificada, y no lo digo por demagogia, con la lista de López Murphy. Es más firme, no se deja correr por la agenda kirchnerista.

-¿Larreta se deja correr por la agenda kirchnerista?

-Hace determinadas concesiones, inclusive con el lenguaje. Yo soy una feminista de alma, desde chica. Pero hablar de todos y todas... ¿por qué? Hay que economizar el lenguaje.

-¿Cree que hablar de forma inclusiva es una concesión al kirchnerismo?

-Creo que sí. Si lo hiciera auténticamente, yo no tendría problema. Pero hay como una cosa de hacer hincapié en el todos y todas, en el inclusivo. Hay que tratar de ser más auténtico. En mí, no sería auténtico. Si yo hablo de todos y todas, de bonaerenses y bonaerensas, van a decir: ‘Sandra está mintiendo’.

-Larreta se basa mucho en las encuestas para tomar decisiones. ¿No cree que tiene que ver con una demanda de la opinión pública?

-Esa es otra cosa con la que no estoy de acuerdo. Obviamente hay que leer las encuestas. Pero también tenés que tener tu propio espacio. López Murphy es un líder con ideas muy claras, no vamos a cambiar nuestras convicciones por mirar una encuesta. Eso no significa ser dogmático. En las tres listas tengo conocidos y gente amiga y que respeto, pero de todas formas, hubiera elegido a López Murphy, porque me gusta su forma de ver el país.

-Carrió también tuvo un posicionamiento de moderación con el Gobierno el último año. ¿Cree que es una concesión, también?

-Ella tiene más experiencia política que yo. Quizá ve cosas que yo no veo. Quizá tenga miedo a una descomposición, quizá tenga razón. Lo que pasa es que siempre estamos al borde de la descomposición y siempre tenemos que entender. Obviamente que todos queremos que el gobierno actual termine su mandato, ni un minuto antes ni un minuto después. Y si ganan, se respetará esto también. Somos todos muy institucionalistas.

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-¿Le hubiera gustado que Juntos por el Cambio consensuara una lista de unidad en la Ciudad?

-Me parece que la competencia es muy positiva. Las tres listas que compiten marcan matices y diferencias que quizá no serían tan claras. Entonces le dan opción al que vota. Sí creo que las primarias deberían ser de los partidos, no obligatorias para todos. Hay mucha confusión, se piensa que somos listas distintas.

-Carrió amenazó con hacerle juicio político a Manes.

-Obviamente no soy ajena a esa disputa. En Juntos por el Cambio hay dos listas, una liderada por Santilli y otra por Manes. Y ambas tienen gente muy buena. Yo a Carrió la respeto muchísimo, porque ha tenido una historia de lucha contra la corrupción muy fuerte. Y se ha tenido que bancar mucho por ser mujer, por lo estético. Es una mujer muy valiosa.

-¿Habla con ella?

-He trabajado en el Instituto Hannah Arendt. Ahí conocí en el 2019 a Paula Olivetto, a quien respeto mucho. Sé que estoy hablando de otra lista, y no soy cholula de nadie, conozco mucho de las tres. Creo que esta disputa deben resolverla entre ellos.

-Por la interna fuerte en la provincia incluso se promovió un manual de convivencia y hay un intento de acuerdo que por ahora no se está cumpliendo. ¿Cree que debería respetarse?

-En Estados Unidos la interna es un debate del partido y está claro. Ese es el cambio que tenemos que tener en la Argentina. Darse cuenta de que podemos tener distintas visiones y que no necesariamente hay que matarse. Ahí viene el miedo a disentir. Creo que hay una falta de costumbre con el debate interno. Kamala Harris prácticamente tildó de racista a Joe Biden y terminó siendo su vicepresidenta. Acá, eso sería algo terrible.

-Pero en la Argentina, hoy, ¿cree que perjudica al espacio y su competitividad en contra del oficialismo el hecho de que haya dos candidatos fuertes que discutan en términos duros en la provincia más importante?

-Es interesante. Por un lado, uno puede decir que perjudica al espacio opositor. Pero también es un signo de madurez. Esta cosa de estar discutiendo intensamente, aunque uno comparta valores básicos es lo que necesitamos. En la Argentina hay que tomar riesgos. Está el peligro de debilitarnos. Pero el peligro mayor es seguir siendo dogmáticos y seguir presentándonos como personas que piensan lo mismo. Lo que necesitamos son más ideas, más discusión y debate.

Los principales candidatos de la lista que encabeza López Murphy en la ciudad de Buenos Aires
Los principales candidatos de la lista que encabeza López Murphy en la ciudad de Buenos Aires

-A Larreta le critican haber impuesto a un candidato que estaba en la ciudad de Buenos Aires y así negarle la posibilidad de liderar al radicalismo, que se sentía relegado desde la experiencia posterior a 2015. ¿Coincide?

-Eso es bueno que se debata, que esté claro. Que se pueda hablar. Quizá pienso así porque es como suelo debatir. Es mi estilo. No tengo problema con que discutan cosas de mí. A mí me parece que es bueno, sino siempre estamos cuidándonos de destruir el espacio. ¿Qué es lo que representa el espacio de Juntos por el Cambio? Mayor libertad para discutir.

-¿Hay riesgo de que la fragmentación lleve a una derrota?

-Si los votantes solo quieren que todos estén juntos y piensen lo mismo, entonces falta un largo camino para la madurez política. En realidad, estamos todos enfrentando un modelo autoritario de gestión del país, que es el kirchnerismo. Nos juntamos todos para enfrentar eso. Ahora, si nos juntamos y nos homogeneizamos, va a seguir habiendo un modelo autoritario. Si te homogeneizás, ¿cómo te diferenciás en el futuro? Tenés que mantener esa diferencia. La política es docencia. El espacio de Juntos por el Cambio no tiene que aparentar que están todos de acuerdo. Eso es muy corporativo.

-En el Frente de Todos hay una mirada muy positiva de la interna de la oposición

-Lo entiendo. Puede ser un interrogante para muchos y es un interrogante factible, válido. Ahora, también pienso que en algún momento hay que romper. Estuve mirando las instrucciones del Frente de Todos, sobre cómo comportarse, y me preguntaba: ¿yo quiero eso? Creo que prefiero la pelea.

-Durante el macrismo también había una bajada muy clara de cómo tenían que ser las campañas.

-Eso hay que modificarlo, justamente. Mejor, mejor todavía, entonces, que esto empiece a cambiar. Por eso nosotros, con López Murphy, decidimos ir por dentro. Él dijo: los valores son parecidos. Si vamos por fuera, nos vamos a dividir todos, pero no vamos a destruir al otro.

-¿Cómo evalúa los pases de frontera de Vidal a la Ciudad y de Santilli a la Provincia?

-Eso es muy común.

-Causó enojo.

-No lo estoy justificando. Quizá uno lo normaliza. Pero bueno. Una gobernadora se permitió estar cuatro años en una jurisdicción, cruzó para la elección, y está en otro distrito donde se siente más cómoda. Yo creo que tiene que estar en el lugar donde más aportes pueda hacer. Una cosa es venir de Santa Cruz, y otra es que alguien haya vivido en ambos lados. No la defiendo. Lo ideal no sería eso. Lo ideal es estar en el lugar donde tenés más conciencia de lo que está ocurriendo. Yo no podría jamás ir a la provincia, porque conozco poco, me parece que no sería fiel a mis convicciones, porque no es mi provincia. Creo que hay gente que está más embebida en todas las problemáticas y la historia locales. Yo no lo haría. Pero lamento decir que lo acepto. Hay que respetar las decisiones de alguien que vivió en la Capital un tiempo largo y ahora decidió volver. No conozco bien los antecedentes de Santilli. No me quiero meter, no es mi tema.

-Si la lista de López Murphy no se impone, ¿se ve militando en la lista de Vidal?

-La lista que sea, yo la voy a votar.

"La que preside es la Vicepresidenta", sentenció Pitta
"La que preside es la Vicepresidenta", sentenció Pitta

-Usted pone en valor el debate y el diálogo pero confronta de manera tajante con el Gobierno.

-Es que este es un gobierno irracional. Si yo me siento a hablar con un colega sobre el virus del COVID-19 y él me dice que no cree en los virus, me levanto y me voy. Con este Gobierno nunca llegás a un consenso, porque no toleran que no se haga todo como ellos quieren. Soy dialoguista, pero antidogmática. Si el diálogo implica que voy a tener que aceptar que no creas en los virus… De repente hay un interrogante con la propiedad privada. ¿Tenemos que consensuar con alguien que plantea que quizá la propiedad privada no debería existir? ¿A qué consenso se quiere que lleguemos con eso?

-¿El Presidente plantea que no debe existir más la propiedad privada?

-Él insinúa. Y la que preside, es la vicepresidenta, que tiene una línea muy marcada, volcada hacia el modelo venezolano, el cubano, el nicaragüense.

-Ahora tiene un perfil más pragmático, cercano a Sergio Massa. ¿Cree que cambió su postura?

-Es así porque están las elecciones. Miente todo el tiempo. Obviamente tenés que tener diálogo, yo estuve en un lugar donde no compartía la postura con mis compañeros y no hubo problemas. Pero no soporto la mentira tan marcada. Y Alberto Fernández es una persona que no tiene poder. Después, todos los demás que están rondando, pasaron de criticarla a estar ahí.

-Vidal defendió a rajatabla el gobierno de Macri y después, cuando perdieron, tendió a alejarse de su figura.

-Vidal dialogó demasiado. La postura de ella tiene ese estilo, y yo creo que hay que ser más firme, pero esta gente ha defenestrado y ha vuelto. El Presidente ha dicho de Cristina Kirchner que es una psicópata. Massa ha dicho que nunca iba a estar. Y de repente verlos juntos le hace preguntarse a uno: ¿qué piensan? Yo puedo imaginarme lo que piensa Vidal, cuál es su política, siempre ha sido consecuente con sus ideas. No se ha bandeado. Es más dialoguista, pero no se fue como socia de Cristina. Esos que menciona son matices. Se puede estar en un espacio donde no se está totalmente de acuerdo. Hay ciertas reglas, pero tampoco es que ella odia a Macri.

-¿Qué piensa de aquellos que dicen que Macri se tiene que jubilar?

-Nadie es jubilable. Ni siquiera Cristina. Son animales políticos y siempre lo van a ser. En él reconozco un montón de virtudes. Como uruguaya digo que tiene características que quizá le eran muy útiles a la Argentina, porque a mi me parecía que no era el típico caudillo. Creo que la Argentina no necesita más de esa gente fuerte, de esos personajes caudillescos. Siempre observo, desde que llegué, la necesidad de tener una figura caudillesca, que marca esa cosa jerárquica. Creo que habría que salir de eso. Macri era un tipo que podía admitir que se estaban haciendo mal determinadas cosas.

Mauricio Macri durante su visita a Madrid para presentar el libro (Facundo Pechervsky)
Mauricio Macri durante su visita a Madrid para presentar el libro (Facundo Pechervsky)

-Macri también centralizó mucho el poder en su figura presidencial, de hecho ese esquema cerrado de gobierno fue criticado por el radicalismo.

-No era una cosa tan marcada como en el peronismo, donde todos obedecen. Eso no lo observé. Quizá sí hubo una especie de compartimento estanco, donde las decisiones se tomaban entre pocas personas. Pero no era un personaje dogmático, que bajara línea tan dramáticamente. Y creo que hay que tender a eso, a tener líderes que no sean caudillos. No buscar personas que nos solucionen los temas, sino que den la libertad al individuo. Y otorgar las herramientas para buscar la solución, que es lo que López Murphy está planteando.

-¿Cómo evalúa las palabras misóginas de Fernando Iglesias contra Florencia Peña por sus visitas a Olivos en la cuarentena?

-Yo conozco a Fernando, es lo más alejado de lo misógino que hay. Es una persona muy respetuosa de las mujeres. Te trata como una igual, al igual que López Murphy. Lo que nos sorprendió a todos fue el hecho de que entraran a Olivos en una época donde esa misma gente te decía: “Quedate en tu casa, no te muevas. Si te movés, ojalá te quedes sin respirador”. Era así de hostil. Saber que en ese mismo momento esta persona había ido a Olivos a hablar con el Presidente sin ningún tipo de representación gremial, en una reunión que podría haberse hecho por zoom, te hace preguntarte qué está pasando. Esta gente iba al peluquero y hacía fiestas de cumpleaños mientras los peluqueros tenían que atender de forma clandestina para sobrevivir. No me puedo hacer cargo de las palabras de él. Pero ni siquiera se refería a ella. Se refería al clima de fiesta que aparentemente existía en los Olivos cuando todos intentábamos sobrevivir al encierro.

-¿Eso justifica el mensaje?

-Con respecto a lo misógino, tengo un álbum de lo que se dijo de mi. Gabriela Cerruti dijo que yo era una pésima científica sin conocerme, cosa que no sé si le diría al varón. Nunca quise usar el trajecito del género, porque me parece porque hay muchas mujeres que sufren violencia. Hay que separar, no ponerse en un lugar de víctima permanentemente.

-El hecho de que desde el kirchnerismo hayan tenido expresiones de violencia de género en contra suyo, ¿exime a Iglesias del peso de sus palabras?

-Separemos. Si voy a hablar de misoginia y omito la misoginia hacia alguien que no piensa como yo, entonces hay hipocresía. Eso por un lado. Por el otro, me parece que la carta de la misoginia era la más fácil de jugar. Distinto sería si hubiera dicho: “Sí, yo fui a Olivos, y quizá no debería haber ido, porque en ese momento nadie podía circular. Quizá yo debería haber dicho que los actores estaban pasando un mal momento. Quizá soy una privilegiada, porque me recibió el Presidente, y reconozco todo eso”. Si hubiera dicho eso, yo diría: por lo menos lo reconoce. Pero no reconoce nada, se pone en víctima. No me importa quién es, no la conozco. Cuando sobreactuás es porque no querés explicar lo fundamental, lo básico. Creo que de parte de ella y de mucha gente como ella tendría que haber un autoanálisis y un pedido de disculpas, no una victimización.

-Luis Brandoni también estuvo en Olivos durante la cuarentena.

-El caso de él es distinto porque públicamente dijo que estaban perjudicando a la gente. No persiguió a nadie. Justamente, fue a las marchas, se expresó a favor de aquellos que estaban siendo perjudicados por la cuarentena. Hay una hipocresía permanente en esa gente y muchos de los que apoyan al gobierno actual son así. Dicen A y hacen B.

-¿Iría a una reunión con Alberto Fernández, si la convocara?

-Si te convoca el Presidente, tenés que ir. Había gente en el Conicet que decía que si Macri les daba la medalla no iban. A ese nivel no llego, es estúpido. Pero no me interesa que me convoque y dudo mucho que lo haga.

-Su postura es muy radical contra el Gobierno. ¿Cree que hay lugar para la posición de moderación, diálogo y consenso que propone Larreta o que solo hay espacio para la polarización?

-Se ha estigmatizado mucho a los extremos. Larreta estuvo presente siempre en aquellas conferencias de prensa. El día que le tuvieron que sacar la coparticipación ¿consensuaron? Si te sentás a hablar con alguien, pero ya sabés que si necesita algo va a usar el autoritarismo... yo me pregunto, ¿quién es el verdadero halcón en esta historia?

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