El gobierno de Alberto Fernández observa con preocupación la movilización que los movimientos sociales realizarán mañana, 7 de agosto, desde la iglesia de San Cayetano, ubicada en Liniers, a Plaza de Mayo. Los organizadores son los integrantes de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP). La mayoría de sus componentes están alineados con la Casa Rosada, sin embargo, declaraciones de alguno de sus dirigentes encendieron luces de alarma.
Dina Sánchez, secretaria general adjunta de la UTEP y una de las líderes del Frente Popular Darío Santillán (FPDS), aseguró que la marcha será “una convocatoria histórica en todo el país” y aclaró que quieren “discutir cómo va a ser la salida de la pandemia”.
En sintonía con lo exigido por Juan Grabois -referente del Movimiento de los Trabajadores Excluidos (MTE)-, Sánchez le aseguró a Infobae que la movilización, que promete ser masiva y con réplicas en todo el país, lleva entre sus consignas principales “la creación de un salario básico universal que garantice un piso mínimo de ingresos para todos y todas las trabajadoras”.
Hasta el momento, Fernández evitó manifestarse públicamente sobre este punto. Grabois, fiel a su estilo, aseguró que volverá a transformar a la avenida 9 de Julio en un “corsódromo” si “por ley o por decreto” el Frente de Todos no implemente el salario básico universal.
El dirigente ya se mostró disconforme porque en las listas de precandidatos para las próximas elecciones PASO, las grillas no fueron ocupadas con representantes de la economía popular. Solo Daniel Menéndez, coordinador nacional de Barrios de Pie -ahora fusionado en el Movimiento Evita- y subsecretario de Promoción de la Economía Social y Desarrollo Local, fue ubicado en el puesto dieciséis en la boleta de precandidatos a diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires.
La molestia, la tensión y la decepción de Grabois, según sus propias palabras, lo llevó a abandonar la mesa de negociaciones. El líder del MTE es un dirigente social alineado con Cristina Fernández de Kirchner; en cambio, los principales referentes del Movimiento Evita, como Emilio Pérsico y Fernando “Chino” Navarro”, con el jefe de Estado.
“Es hora de priorizar la deuda interna sobre los acreedores externos, es hora de cuidar a los últimos y las últimas de la fila que más han sufrido en los últimos años”, apuntó Sánchez, la dirigente de la UTEP.
Si bien Grabois y Sánchez son los dirigentes populares más díscolos que abrevan en el Frente de Todos, no son los únicos mensajes altisonantes que el gobierno escucha con preocupación.
Menéndez, el precandidato a diputado nacional por el Frente de Todos, advirtió en las últimas horas que “los planes sociales fracasaron”.
- ¿A qué se refiere cuando habla de fracaso? -le preguntó Infobae.
-El plan social como solución temporal terminó siendo una solución crónica. Los planes sociales fracasaron porque fracasó la hipótesis de que iba a resurgir un mercado laboral con la generación de empleo que necesitamos. Los compañeros quieren trabajar, pero la respuesta de la política fue el subsidio Los subsidios hicieron un daño enorme y además los revictimiza, los segrega en barrios populares, y encima se les achaca que son vagos y “planeros” -respondió.
La fecha elegida para la movilización que promete ser masiva y con réplicas en todo el país, no es azarosa. Ese mismo día, pero de 2016, la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), impulsada por Grabois, y ahora subsumida en la UTEP, que contiene al Movimiento Evita, al Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y al Movimiento Popular La Dignidad; la Corriente Clasista y Combativa (CCC), Barrios de Pie y entre otros la Corriente Darío Santillán; confluyeron en una multitudinaria marcha que le reclamó al entonces gobierno de Mauricio Macri, “Tierra, techo y trabajo”. Se presentaron en sociedad como “Los Cayetanos”.
Las cabezas visibles de esas organizaciones eran, y lo son aún, los mencionados Pérsico, Menéndez, Navarro, Rafael Klejzer, actual director de la Secretaría de Economía Social, el diputado nacional Juan Carlos Alderete, que forma parte del bloque del Frente de Todos; Grabois y Esteban “Gringo” Castro, el secretario general de la UTEP.
Cinco años después y con Fernández en el gobierno, el reclamo es similar: “Tierra, techo y trabajo”.
Gildo Onorato, el secretario gremial de la UTEP, y uno de los dirigentes que se reunió con Fernández tanto en Casa Rosada como en la Quinta Presidencial de Olivos, también hizo escuchar su reclamo.
“La inmensa mayoría de la dirigencia política oficialista no ve ni escucha ni comprende los reclamos de las poblaciones más pobres de la Argentina”, le dijo a El Grito del Sur. Y agregó que por esa razón “es fundamental que la agenda que planteamos en la gestión pública esté dirigida a la generación de trabajo: más vivienda popular, más infraestructura social, más y mejor producción de alimentos, recuperación de las tierras ociosas del Estado para ponernos a producir, generar pequeñas ciudades económicamente sustentables junto a desarrollos productivos que permitan construir un modelo de acumulación de nuevo tipo para dar cuenta de la Argentina del siglo XXI”.
Otro de los integrantes de “Los Cayetanos” es Alderete, el diputado nacional que lidera la Corriente Clasista y Combativa. Sus reclamos también son observados con detenimiento desde la Casa Rosada.
Al ser consultado por este medio, el dirigente social, que milita en el partido bonaerense de La Matanza, aseguró que tanto la CCC, como el Partido del Trabajo y del Pueblo que lo llevó al Congreso, le piden al Gobierno, entre otros puntos, defender el poder de compra del salario a nivel de la canasta familiar y jubilaciones dignas; mayor presupuesto para educación y salud pública, y desarrollar el mercado interno y la producción nacional.
“A un año del acto por la presentación del proyecto de ley de Tierra, Techo y Trabajo, sigue vigente cada una de las necesidades que pusimos sobre la mesa. Por eso volvemos el 7 de agosto a las calles, porque solo tendremos un país justo cuando el conjunto del pueblo tome definitivamente la politica en sus manos”, reclamó Alderete ante Infobae.
Los reclamos hacia el gobierno del cual estos movimientos sociales forman parte desde el primer día son variados y de compleja aplicación.
En una de las gacetillas que difunde la UTEP para convocar a la movilización de mañana, se argumenta que la “universalización del salario busca reconocer el trabajo tanto de quienes están en el sector formal como en el informal” y que la “Argentina tiene capacidad de financiar un salario básico universal equivalente a un tercio del salario mínimo y superior a la línea de indigencia para el conjunto de la clase trabajadora”. “Esto debe realizarse ya”, se exige en la convocatoria que, si bien expresará la pertenencia de los movimientos sociales enrolados en la UTEP en el Frente de Todos, también marcará las deudas que aún mantiene con los sectores más vulnerables de la sociedad.
“Los derechos de los Argentinos están por encima de las ambiciones de los acreedores externos como el Fondo Monetario Internacional”, expresó Sánchez horas antes de la marcha que partirá de la basílica del patrono del trabajo, y que recibió el apoyo y la bendición del Papa Francisco.
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