Alberto Fernández ofreció un almuerzo en Olivos a Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional de Joseph Biden y una pieza clave de la Casa Blanca al momento de determinar los aliados y los enemigos de Estados Unidos. A solas, el jefe de Estado comentó a Sullivan la historia de la quinta presidencial y le regaló la camiseta oficial de la Selección Nacional y una camiseta diseñada en homenaje a Diego Armando Maradona.
-El Presidente Biden sabía que venía a la Argentina y le envía sus saludos-, comentó Sullivan al jefe de Estado.
-Muchas gracias. Yo fui uno de los que más quería que ganara Biden. Usted no sabe el daño que hizo Trump en América Latina-, replicó Alberto Fernández.
A continuación, Alberto Fernández y Sullivan pasaron al comedor de la residencia presidencial. Alberto Fernández fue flanqueado por Cecilia Nicolini -asesora presidencial- y el canciller Felipe Solá, y a continuación se alinearon Gustavo Beliz -secretario de Asuntos Estratégicos-, Martín Guzmán -ministro de Economía-, y el embajador de Argentina en Estados Unidos, Jorge Arguello.
No fue casualidad que Alberto Fernández convocara a estos ministros, secretarios y asesores del Gabinete: manejan todos los detalles referidos a la negociación de la deuda externa, la situación de la economía nacional, el plan de vacunas y la agenda diplomática del país.
Al otro lado de la larga mesa en Olivos, Sullivan sumó a Mary Kay Carlson -encargada de Negocios en Argentina-, Juan González -asesor especial de Biden para América Latina- y Ricardo Zuniga, subsecretario interino para Asuntos Hemisféricos del Departamento de Estado.
Cuando iniciaba la procesión de achuras y ensaladas, Alberto Fernández entregó a Sullivan una carta personal dirigida a Biden. “Quisiera transmitirle mi sincero agradecimiento y el de todo el pueblo argentino por las vacunas que la Argentina ha recibido en concepto de donación”, escribió el Presidente en una mensaje de cinco párrafos que lleva su firma personal.
Biden tiene intenciones de apoyar a la Argentina en la negociación con el FMI, comparte con Alberto Fernández su preocupación por las consecuencias globales del Cambio Climático, está dispuesto a otorgar créditos blandos a través de la Corporación Financiera para el Desarrollo (DFC) y facilitar la compra masiva de vacunas contra el COVID-19.
Pero a su vez, el presidente de los Estados Unidos considera que es necesario bloquear la participación de China en las licitaciones vinculadas a la tecnología de 5G y evitar que los fondos inagotables de Beijing condiciones a los países democráticos en América Latina.
Estos asuntos claves para la Casa Blanca estuvieron presentes durante el almuerzo que compartieron ambas delegaciones en Olivos. “Hubo un clima distendido. Y tratamos todos los temas: 5G, defensa, deuda externa, seguridad, la situación en América Latina. Pero fundamentalmente, todos hicimos hincapié en las relaciones bilaterales. Ese era el objetivo de la comida, y se logró”, comentó un comensal que elogió sin pudor el asado servido en Olivos.
En Gobierno y en la delegación de los Estados Unidos coincidieron en afirmar que la comida en la quinta presidencial cumplió con sus objetivos diplomáticos. Alberto Fernández pudo describir su agenda multilateral y sus intenciones de profundizar las relaciones con la Casa Blanca, y Sullivan se lleva a Washington suficiente información para exorcizar ciertos prejuicios de los halcones del Ala Oeste.
Si no hay tropezones en el camino, es probable que Alberto Fernández y Biden se encuentren en DC antes que termine 2021. Sería una gira oficial al margen de las reuniones que se están planificando en la Asamblea General de Naciones Unidas y en el G20 convocado en Roma para mediados de octubre.