Milagro Sala, la piquetera jujeña que está presa desde enero de 2016, recibió este jueves una buena noticia desde los tribunales de Comodoro Py. La Cámara Federal de Casación Penal anuló la condena a tres años de prisión en suspenso dictada contra la líder de la Tupac Amaru y otros dos personas de su espacio -Ramón Salvatierra y Graciela López- por haber atacado a “huevazos” al hoy gobernador jujeño, Gerardo Morales, cuando iba a dar una conferencia en esa provincia en 2009.
El máximo tribunal entendió que la causa por daños y amenazas ya estaba prescripta. El gobernador Morales, en tanto, reclamaba que Milagro Sala fuera condenada a siete años de prisión.
La decisión fue tomada por mayoría por la Sala IV de Casación, integrada por los jueces Javier Carbajo, Ángela Ledesma y Liliana Catucci, luego del apartamiento del caso del juez Mariano Borinsky. El fallo dispuso que el Tribunal Oral Federal (TOF) de Jujuy tome ahora una nueva decisión en la causa, luego de determinar que se habían violado los derechos de Salvatierra en el nombramiento de su abogado. También dispone que la medida se haga “extensiva” al resto de los implicados.
En su voto, la jueza Ledesma fue más allá y sostuvo que Casación debía dictar los sobreseimientos. Sus colegas, en tanto, admitieron la arbitrariedad que sostuvieron los defensores, pero dejaron la resolución en manos del tribunal de origen. “La decisión impugnada presenta una fundamentación tan solo aparente y carente de rigurosidad, equiparable a su ausencia, lo que configura un supuesto de arbitrariedad”, señaló.
Los defensores afirman que ahora que no hay otro camino que el sobreseimiento porque la causa prescribió. Según sus declaraciones, desde el inicio del proceso se habían violado los derechos de los acusados y eso alteró lo que vino después: el juicio oral en que Milagro Sala y el resto fueron condenados. A la dirigente piquetera la defendía allí la hoy ministra de Género, Elizabeth Gómez Alcorta.
En 2016, Milagro Sala fue condenada a tres años de prisión en suspenso por el delito de daño agravado “en su carácter de instigadora”, mientras fue sobreseída por la figura de amenazas porque el TOF de Jujuy consideró en ese momento que esa acción estaba prescripta.
Pero Casación luego intervino, agravó el tipo penal a “amenazas coactivas” y dispuso que debía emitirse una nueva sentencia. Ese fallo, de junio de 2017, fue firmado por Mariano Borinsky, Gustavo Hornos y Juan Carlos Gemignani.
El pasado 17 de junio el TOF jujeño agravó la pena para Sala, sumándole seis meses de condena al fallo dictado, situación que llevó a los abogados defensores a recurrir nuevamente esa sentencia.
La defensa de Sala plantea que la causa por el ataque contra Morales, ocurrido hace 12 años, es un hecho en el que ella no participó. También sostienen que la dirigente -con prisión domiciliaria- no puede volver a la cárcel porque su situación está protegida por una medida provisional de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que lo impide por razones de salud física y mental.
Recientemente, Morales había negado toda posibilidad de otorgarle un indulto a Sala y contó algo que le dijo al jefe de la bancada de Diputados del Frente de Todos, Máximo Kirchner, y a otros funcionarios nacionales: “Antes me pegan un tiro en la cabeza”.
“No hay ninguna posibilidad, bajo ningún punto de vista. Les dije al Presidente, a Sergio Massa, a Wado de Pedro, a Santiago Cafiero y a Máximo Kirchner que antes me pegan un tiro en la cabeza”, respondió el gobernador de Jujuy ante la consulta sobre un posible indulto a la activista de la Tupac Amaru, en una entrevista con Radio 10.
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