Los manuales de campaña y los acuerdos para no pegar abajo del cinturón no parecen ser suficientes en Juntos por el Cambio, que no logra salir de las constantes internas.
Mientras en provincia de Buenos Aires la disputa con Facundo Manes encolumna al PRO para criticarlo, en el distrito porteño, en donde hubo algo parecido a una lista de unidad, el escenario no es mucho mejor.
Al escándalo de los dichos de Fernando Iglesias respecto de las reuniones en la Quinta de Olivos -las catalogó de “encuentros sexuales”- y su incesante diatriba en las redes sociales, que terminó en un pedido de expulsión de la Cámara de Diputados de parte de legisladoras del oficialismo, se le sumó la comparación que hizo el precandidato Martín Tetaz, quien señaló a Cristina Kirchner o Alberto Fernández como los “Führer” del Frente de Todos.
Todo esto, más el silencio de los principales referentes de Juntos por el Cambio respecto de los dichos del número dos y el número cuatro de la lista de diputados, puso de mal humor a María Eugenia Vidal, que considera que el ala dura del PRO está boicoteando la campaña.
“Vidal esperaba un pedido de disculpas de parte de Iglesias”, señalan en el entorno de la ex gobernadora bonaerense. Algo que no solo no llegó sino que parece no interesarle al diputado, que sigue con su posición en las redes sociales.
Diferentes fuentes de Juntos por el Cambio explicaron que hay enojo con el ex entrenador de vóley porque “se maneja como un unibloque” y que, aunque se le pida y se le recomiende acciones que apunten a la campaña, toma decisiones aisladas. “Cambió el eje de la discusión, pasamos de los que entraban a Olivos en plena pandemia a acusarlos de escándalos sexuales”.
Pero a Vidal le molesta el silencio de Patricia Bullrich y de Mauricio Macri. También que los pocos ex ministros que hablaron lo hicieron apoyando a los diputados, como es el caso de Pablo Avelluto, que se solidarizó con Iglesias y Waldo Wolff y acusó a quienes los criticaron como “la policía del lenguaje” y de practicar “caza de brujas en la democracia”.
En paralelo, uno de los funcionarios más cercanos a Horacio Rodríguez Larreta intentó mediar para que la situación no escalara. Fernando Straface, secretario general del gobierno porteño y jefe de campaña de Vidal, se reunió en Balcarce al 400 con dirigentes del espacio para pedirles que cesaran el ataque a las mujeres y que haya un cuestionamiento a Iglesias. Estuvieron, entre otros, el propio Iglesias, Paula Olivetto, Martín Tetaz y Fernando Sánchez.
En el encuentro hubo varias miradas sobre el tema y replicaron que a ellos les cuesta explicar y defender que Vidal haya cambiado de distrito, que a Patricia Bullrich la tildaron de borracha y que nunca nadie dijo nada.
Esta postura es la que fomenta la ex ministra de Seguridad, quien bajó la línea a los diputados del partido para que no entreguen a Iglesias en la Cámara baja. Pidió que si el kirchnerismo quiere echarlo del recinto que consiga los dos tercios y recordó que muchas veces diputados del oficialismo cuestionaron a la oposición y nadie realizó una queja de este estilo: “El Gobierno se parece a Ortega porque quieren perseguir a la oposición. Así funciona la democracia”, les dijo.
Otro de los enojos de Vidal es con Tetaz. El radical estuvo el lunes a la noche de invitado en el programa “Desde el Llano” de Joaquín Morales Solá por TN y a la hora de referirse a las internas en Juntos por el Cambio las calificó como “democráticas” y buscó contrastarlas con el armado de las listas del Frente de Todos. Sin embargo, lo hizo de manera polémica comparando al Frente de Todos con el nazismo: “En el partido de enfrente, hay un Führer que dice quién va y quién no”.
El economista buscó justificar sus dichos asegurando que Führer significa “líder” pero arremetió contra el economista Sergio Chouza que lo criticó con dureza: “No te hagas la carmelita que tu verdadero conductor nació de un golpe de estado, condecoró a Stroessner, se asiló con Franco y creó una fuerza para policial que uso el aparato del estado para perseguir, desaparecer y asesinar”, en relación a Juan Domingo Perón, fallecido en julio de 1974.
Hay otro detalle que le molesta a Vidal de parte de Tetaz y es que éste se habría quejado de que no sale en las fotos de campaña que se conocieron esta semana con el eslogan “lado a lado”. Ante esto, pidió aprobar las imágenes antes que salgan a los medios.
En medio de estos conflictos, la ex gobernadora estuvo hoy a la mañana con un grupo de mujeres en el barrio de Caballito. Del encuentro también participaron la líder del PRO y la precandidata a diputada y número siete de la lista, Sabrina Ajmechet.
Ajmechet, de confianza de Bullrich, tampoco es del agrado de Vidal por, al igual que Iglesias, su rol en las redes sociales. La candidata tiene en su cuenta tuits que hacen referencia a que las Malvinas no son Argentinas, comentarios que supuestamente intentan ser chistes respecto a atropellar alumnos de una escuela que le generó un pedido formal para que deje su puesto de secretaria de Investigación, Desarrollo e Innovación de la Unicaba y, más cerca en el tiempo, replicando comentarios que van en línea con los dichos de Iglesias y Wolf respecto a que el presidente “recibía minas de madrugada”.
Buena parte de la explicación al silencio que le molesta a Vidal respecto de Bullrich y de Macri, y de los candidatos que pusieron en la lista desde ese sector del PRO, se encuentra en que la primera persona que dio a entender que quienes ingresaron a Olivos eran de dudosa reputación fue la propia presidenta del partido.
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