La foto de la unidad que se buscó en el encuentro de urgencia de ayer a la mañana de la mesa nacional de Juntos por el Cambio fue extremadamente perecedera. Apenas terminó el encuentro en donde los presidentes de los partidos acordaron una supuesta tregua interna, el gobernador radical Gerardo Morales volvió a criticar fuertemente al jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
Ni siquiera la presencia de Mauricio Macri, quien había dicho que se iba a correr de la interna, logró apaciguar los ánimos y minutos después de que se conociera que se iba a establecer un “código de convivencia” para la interna, Morales dijo que eso era “para un jardín de infantes”, para luego apuntarle al corazón del Pro: “El tema de los globitos y el bailecito pasó, no llegamos a nada; no quiero un gobierno de CEOs, tiene que haber más política“.
A la hora de señalar responsables de esta disputa interna, Morales -que no esconde sus intenciones de pelear por la presidencia en 2023- le apunta al Jefe de Gobierno porteño, a quien acusa de montar una campaña de desprestigio sobre Facundo Manes, cabeza de lista de los precandidatos del radicalismo.
“Otro fracaso más no, no quiero jugar a eso, ni yo ni nadie de mi partido, el PRO o la Coalición Cívica; la jodimos a la clase media. Hay que llegar con un buen plan, y me preocupa la lógica de construcción de Horacio, que cree que puede todo”, agregó en una entrevista que brindó a radio La Red.
En el Pro no pasa desapercibido lo de Morales. Y el análisis que hacen de los dichos entienden que apunta más a desgastar a Rodríguez Larreta, primero, y al partido de Mauricio Macri, después, de cara a las elecciones presidenciales.
“No paran de decir que no quieren ser furgón de cola. Lo dice en on Morales pero en off the record lo repite el resto de los radicales. Y le apuntan a Horacio porque saben que es presidenciable y que jugó fuerte en esta elección”, explican.
La certeza no sólo está en los despachos de la Jefatura de Gobierno en Uspallata 3150, sino también en la comandancia del partido. Patricia Bullrich no cree que sea un encono personal de parte de Morales sino que cree que hay una estrategia de la UCR hacia el futuro. Pero el blanco de las críticas hoy es Larreta y Vidal y no se muestra muy entusiasmada en frenarlo.
Entienden que Morales que ya dirimió en su provincia las elecciones y salió fortalecido es la punta de lanza de las ambiciones del radicalismo y que, aunque la postura es la de defender a Manes de los ataques, la personificación en Horacio Rodríguez Larreta esconde la mirada en 2023. “No critican a Diego Santilli directamente, sino que le apuntan a Larreta por la decisión del cambio de distrito del Colorado y a Vidal por la posible competencia en la Ciudad con Martín Lousteau”.
Si hasta Manes que compite con Santilli publicó un tuit apuntándole a Vidal. En la red son donde hace referencia a que en la “pequeña escuela pública” en Salto alguien le dijo que “nunca llegaría a la Universidad” en un claro guiño a la frase de María Eugenia Vidal en su paso como gobernadora en donde dijo, en una charla del Rotary Club, que “todos los que estamos acá sabemos que nadie que nace en la pobreza en la Argentina hoy llega a la universidad”.
En el entorno de Morales aseguran que lo que expresa es su opinión y que no está acordado que sea él quien hable por los radicales, pero ya es una verdad de Perogrullo que el radicalismo se siente envalentonado y que está decidido a disputarle el poder al Pro dentro de Juntos por el Cambio.
“Nosotros nos comimos el maltrato de la gestión de Macri y, como si eso fuera poco, después la defendimos más que sus propios ministros. Ahora tenemos candidatos potentes, en la ciudad con Martín Lousteau, en la provincia con Manes, y esto es una interna, no es un juego de chicos, y vamos a pelear todos los espacios de poder”, resume un dirigente radical de peso en el partido.
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