¿Diego Santilli y Facundo Manes pueden posar para una foto que ponga fin a la pelea interminable que se desató en Juntos por el Cambio? En la mesa chica del candidato bonaerense no lo descartan para lograr descomprimir la extrema tensión que se originó luego de que el postulante radical dijo esperar que el larretismo “no se gaste los impuestos de los porteños en la campaña”. Algunos creen que es posible, pero que está condicionada a cómo evolucionen las discusiones en la conducción de la coalición opositora, admitieron cerca del ex vicejefe porteño.
Allegados a Manes afirmaron que todavía no están dadas las condiciones para una foto conjunta, aunque advirtieron que “será difícil” luego de las nuevas declaraciones de Elisa Carrió a Infobae, en las que reveló que le hará un juicio por “daño moral” al neurólogo por haber dicho que le ofreció ser candidato a vicepresidente en 2015. Los principales asesores del candidato de la UCR están convencidos de que Horacio Rodríguez Larreta es quien alienta a la fundadora de la Coalición Cívica a insistir con sus ataques porque “está preocupado” por la posibilidad de que Santilli pierda las PASO.
Al igual que Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal, el candidato de Juntos tomó distancia de la guerra de acusaciones en la coalición opositora y pidió bajar los decibeles de la fuerte polémica interna. “Hay que terminar con la chicana entre los dirigentes. La tensión no ayuda y lo único que hace es lastimar a la gente que no llega a fin de mes. El ejemplo los tenemos que dar los candidatos”, dijo esta semana.
Santilli no habló con Manes desde que comenzó el conflicto en JxC, hace seis días, pero sí tuvo el gesto caballeresco de llamar para felicitarlo cuando el neurólogo lanzó su candidatura por la UCR en la Provincia. “Fue un diálogo breve, pero cordial”, comentaron allegados al postulante de Juntos.
En el entorno de Santilli aseguraron que “a la gente no le interesa la pelea de Juntos por el Cambio”: el tema no apareció como una preocupación de los vecinos en las recorridas que inició el candidato como parte de la campaña. Esta semana estuvo en La Matanza, Hurlingham, Lanús, Tigre, San Isidro, Morón y Quilmes, y durante seis días tomó contacto en esos distritos con unas 1.100 personas en encuentros presenciales y por Zoom.
Las energías del postulante y de su equipo, en realidad, están puestas en la compleja organización que rodea a la campaña. Se calcula que Santilli le dedicará unas 24 horas semanales a hablar con los votantes bonaerenses, dentro de un esquema que se repetirá en cada lugar que visite: una recorrida a pie en un municipio, acompañado por candidatos provinciales y locales, donde mantiene una “reunión estratégica” con vecinos, comerciantes y dueños de pymes. Primero, en un café tradicional de la zona con unas 15 personas y luego se realizan reuniones “bimodales”, en las que el candidato toma contacto en forma presencial con 15 o 20 vecinos y una cantidad similar conectada vía Zoom. Los interesados en participar llegan a través de convocatorias hechas por llamados telefónicos y redes sociales, donde los interesados deben inscribirse luego de completar un formulario.
Los organizadores de estos encuentros están exultantes: con ese sistema llegaron a tener en algunos municipios alrededor de 3.000 inscriptos, lo que le permite al candidato en estos tiempos de pandemia llegar a un auditorio equivalente al de cualquier acto político en un teatro. Los participantes aprovechan el contacto con Santilli para preguntar y hablar de sus preocupaciones: la inseguridad y la falta de trabajo lideran el ranking.
El equipo de campaña santillista tiene definidos 43 distritos estratégicos en la Provincia que el ex vicejefe porteño recorrerá de manera presencial o virtual, en un cronograma que está cruzado con los datos de los votos que obtuvo Juntos por el Cambio en las elecciones de 2019. Irá a la mayoría de los municipios que están conducidos por un intendente del PRO y en donde la oposición tuvo buenos resultados en las urnas, aunque el primer criterio para definir qué lugares visitará es la cantidad de habitantes. Por eso esta semana comenzó la campaña en un distrito populoso como La Matanza.
El foco está puesto en aquellas comunas de la Provincia en donde a JxC le fue mal en los últimos comicios y en las que Santilli puede sacarle una buena diferencia de votos a Manes. Los candidatos de Juntos recorren hoy entre 40 y 50 cuadras en cada visita a un municipio, pero está previsto que las caminatas serán más intensas todavía en aquellos lugares en donde se consiguieron menos votos en las últimas elecciones.
Los colaboradores de Santilli están sorprendidos por la buena recepción que le da la gente al candidato. “Diego se hizo conocido por el manejo de la seguridad en la Ciudad de Buenos Aires. Ese es un capital propio que se nota en la calle y que representa un diferencial que utilizaremos en la campaña”, puntualizaron. En las encuestas y focus group del larretismo, Santilli es valorado como “alguien con experiencia, gestión y resultados”.
La campaña de Juntos tendrá cinco ejes estratégicos: seguridad, empleo, producción, temas institucionales y educación, sobre los cuales hay expertos trabajando en los contenidos. Sin embargo, esta primera etapa de la actividad proselitista estará dedicada a que Santilli camine y escuche a los vecinos. Luego, sobre la base de las preocupaciones detectadas, se definirán propuestas concretas que presentará el candidato en una segunda etapa.
Nada es improvisado ni se deja librado al azar en la campaña de Santilli. La maquinaria electoral del PRO tiene la experiencia de haber pasado por muchos comicios. El objetivo de caminar, escuchar y hablar con los vecinos está relacionado con una modalidad que impuso el partido de Mauricio Macri con los clásicos timbreos en los barrios porteños, pero también para marcar una diferencia con el gobernador Axel Kicillof, a quien “los bonaerenses pueden ver en las conferencias de prensa, pero no en la calle conversando con ellos”, como destacó un experto electoral del larretismo.
Santilli pidió realizar las actividades de campaña acompañado de pocos colaboradores: no más de dos o tres candidatos provinciales o municipales, además de los integrantes del equipo de redes (que abastecen a Instagram, TikTok, Facebook, Twitter y YouTube) y de prensa. En cada municipio les da notas a los medios locales y desde el día anterior a las visitas se segmentan los contenidos y se difunden desde todas las herramientas digitales.
La reducida comitiva que acompaña al candidato se compensa con equipos numerosos que lo asesoran y planifican cada minuto de sus acividades. El intendente de Lanús, Néstor Grindetti, es el jefe de campaña y pilotea una mesa que integran otros dos jefes comunales como Julio Garro (La Plata) y Diego Valenzuela (Tres de Febrero); Cristian Ritondo (jefe del bloque de diputados del PRO) y Alejandro Gómez (ex ministro de Cultura de la gestión provincial de Vidal), entre otros. Se complementa con una mesa de candidatos, donde están todos los postulantes bonaerenses, y con los responsables de áreas como contenidos, segmentos, comunicación, medios, redes, logística territorial, voluntariado, fiscalización y preparativos de la elección.
La idea es que Santilli esté rodeado en distintas etapas de la campaña por figuras nacionales del espacio como Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich, Elisa Carrió y Miguel Angel Pichetto. En el caso del jefe de Gobierno, están definiendo la frecuencia con la que aparecerá al lado de su ex vicejefe, aunque estiman que dos o tres veces por semana podría visitar cruzar la General Paz para participar de caminatas junto con Santilli. Todo es producto de lo que marcan las encuestas: buscan aprovechar la buena imagen del alcalde porteño y la elevada valoración de su gestión entre los bonaerenses.
Para los expertos electorales del PRO, los territorios en los cuales Santilli deberá esforzarse para conseguir más votos son las cabeceras del interior (Olavarría, San Nicolás, Mar del Plata, Bahía Blanca, La Plata, Tandil y Junín, por ejemplo), donde Manes tiene más fuerza por el peso del radicalismo, y la Primera y la Segunda Sección Electoral, en las cuales el Frente de Todos había predominado en 2019 y hoy aparece debilitado en los sondeos.
Lo único que no está previsto en la campaña de Santilli es qué pasará si Macri consigue pronto un vuelo de regreso desde Europa, adonde está varado como tantos argentinos en el exterior, y pide participar de la campaña bonaerense. “No hay una definición estratégica sobre el tema, pero Mauricio está muy activo en las redes, tanto en la campaña bonaerense como en la porteña, y eso está coordinado”, reconocieron cerca del candidato. Lo que demuestra que hasta en cualquier campaña organizada hasta en sus mínimos detalles puede haber un factor sorpresa que trastoque los planes: el larretismo teme que la aparición del ex presidente al lado de Santilli cause más rechazos que apoyos en el decisivo electorado provincial.
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