La entrevista a Juan Di Natale se realizó en el primer piso del bar que se encuentra enfrente a Mega 98.3, cuando el conductor terminó su primer programa del día: Reloj de plastilina. Descontracturado, el periodista habló de su situación profesional y de su vida personal. Además, se animó a opinar de política.
Preocupado por la crisis económica que atraviesa el país, también reveló que sintió en carne propia la tragedia de la pandemia: su madre murió por coronavirus en marzo de este año.
También habló del periodismo actual y de cómo se siente frente al manejo de la información: “Es un momento difícil porque es complicado distinguir la información de la información falsa, muy difícil distinguir una investigación periodística de una operación de prensa”.
En el plano político, opinó que Facundo Manes está apurado por ser presidente y que eso le puede jugar en contra. Con una postura conciliadora, dijo que Alberto Fernández debería llamar al diálogo: “Le preguntaría por qué no convoca a un gran acuerdo nacional”.
—¿En qué momento de su vida se encuentra?
—Me encuentro en un momento muy intenso de trabajo y muy estimulante a la vez. Con mucho trabajo. Estoy haciendo doble turno radial, porque estoy en la primera mañana en Mega, haciendo Reloj de plastilina de 6 a 9. Voy por la cuarta temporada en la radio del puro rock nacional. Y desde hace menos de un mes, estoy haciendo mi primera experiencia en AM en Radio 10, Segunda dosis se llama el programa, desde las 15 hasta las 17.30. Los dos de lunes a viernes. A eso le sumo que estoy haciendo tele con la Negra, con Elizabeth Vernaci, estamos conduciendo Sobredosis de TV en C5N los sábados a la noche. Eso en cuanto a mi vida profesional. En cuanto a mi vida personal, por supuesto atravesada por la pandemia que ha tomado a todo el mundo, no hace falta ni que explique nada de eso, y bueno, abrazándome a mi familia, a mi mujer y a mi hijo, con los que estoy siempre en contacto estrecho, por supuesto.
—¿Cómo le llegó esta propuesta de hacer AM y cuál es la mayor diferencia con la FM?
—La propuesta de hacer AM me llega, en realidad, como una idea hace un poco más de un año, cuando Sebastián Pedrón asume la dirección de Radio 10. Con él nos conocimos coincidiendo en la madrugada, porque él era el productor del Gato Sylvestre, que está en la primera mañana en Radio 10, y Sebastián siempre tuvo la idea de llevarme a la AM. Me lo había planteado el año pasado, no coincidimos, yo estaba con otro trabajo a la tarde y no lo podía hacer. Este año se dio de vuelta esa posibilidad. La verdad es que yo tenía miedo porque hace 30 años que trabajo en radio pero siempre fue en FM y no me sentía del todo seguro, pensaba que me iba a faltar un poco de contenido o de recursos para llenar el aire de la forma que tenés que llenarlo con palabras, casi de manera permanente, en una radio de actualidad y de noticias, pero la verdad es que cuando empecé a hacerlo lo sentí totalmente natural. Me siento muy cómodo. Estoy impresionado por la cantidad de gente con la que trabajo, porque a lo largo de 30 años he tenido equipos más grandes, equipos más pequeños, pero esto es una especie de batallón. La potencia que tiene Radio 10 y el despliegue de personal, los recursos humanos y de alta calidad de profesionales de radio es increíble.
—Dijo que tenía miedo, ¿qué era lo que más le daba miedo?
—Me pasó también cuando empecé a trabajar en Mega. Porque mi razonamiento era este: yo estuve 25 años trabajando en la misma radio, en Rock & Pop; cuando llegó la posibilidad de trabajar en Mega me planteé que la gente que la escuchaba había estado todo ese tiempo sin elegirme, elegía no escucharme a mí en la otra radio, entonces, ¿por qué me iban a elegir ahora? Y lo mismo pensé para Radio 10. Yo sentía que era un universo como muy ajeno al mío. Por supuesto, si bien tiene grandes profesionales en su programación no me veía en esa foto. Ahora cuando ya estoy subido al barco, pienso que estaba equivocado, me di cuenta de que el oficio que fui adquiriendo a lo largo de estas décadas me sirve para conducir también en AM.
—Comenzó haciendo entrevistas en donde usaba el humor como recurso, ¿cómo pasó de eso a la actualidad pura?
—Y, en el medio pasaron un montón de cosas. Cuando vos me decís que empecé haciendo humor me tengo que remontar a 30 años atrás y a mis primeros trabajos, que fueron en televisión y no en radio. Y sí, en televisión lo que yo hacía eran, si querés, parodias del periodismo, en mis primeros trabajos, que fueron en La TV ataca, a comienzos de la década del 90. Yo hacía falsos móviles digamos. Y después sí, mis primeras intervenciones en radio, tal vez, tenían más que ver con eso. Con farsas, con situaciones humorísticas, pero yo hice un año de radio en el programa que conducía Mario Pergolini, en el año 92, y al año siguiente ya estaba conduciendo mi propio programa. Con lo cual muy rápido empecé a tener esta especie de rol de bastonero, conductor, repartir y administrar el juego entre columnistas, que es lo que me toca hacer hoy en Radio 10.
—En televisión está haciendo Sobredosis de TV. ¿Cómo se siente haciendo el programa?
—Es un programa de archivo. La verdad es que la calidad de los informes es altísima. Y es un programa, en un sentido, fácil para el conductor. Sobre todo, para mí, trabajar con la Negra. Nos conocemos hace muchos años, casi 30, 25 años seguro. Nunca trabajamos juntos, pero estuvimos en la misma radio y tuvimos, no sé, cientos de pases y de situaciones compartidas al aire. Y ahora se dio esta ocasión de encontrarnos y yo creo que lo disfrutamos mucho los dos. Realmente nos llevamos de una forma muy relajada, la dinámica entre nosotros es ideal.
—¿Le divierte entrevistar a los políticos?
— Sí, yo creo que Sobredosis de TV con la llegada de la Negra creo que el programa empezó a hacer un pequeño viraje y se volvió menos político, y tuvo un poco más de color. Ni la Negra ni yo somos periodistas de actualidad ni especializados en política como sí lo son Luciana o Luli. La Negra y yo jugamos un poco a otra cosa. En cuanto a los invitados, que es cierto que hay invitados políticos, lo que tiene este programa es que es un programa en el cual el invitado juega un poco como entrevistado, pero juega también como comentarista de los informes de la misma manera que jugamos los conductores.
—¿Cómo ve al periodismo actual?
—En estos tiempos yo creo que el mundo del periodismo está tan dañado y lastimado como todas las actividades. Veníamos de una crisis económica muy fuerte, antes de la pandemia, y la pandemia solo profundizó el drama de un montón de gente que se dedica a cualquier cosa que te imagines. Todo está como un poco roto y dañado. Digo, hay un montón de colegas nuestros y de gente que trabaja en la industria del entretenimiento, o en la industria periodística, o en la prensa en distintos rubros que están sin trabajo hace mucho tiempo. Es un medio que está expulsando más gente, en lugar de incorporar trabajadores y trabajadoras. Crisis dramática que espero podamos superar más o menos pronto con la menor cantidad posible de bajas. Y después la verdad es que se ve mucho esta especie de tensión entre dos polos, que parecen no escucharse, dos versiones de la realidad opuestas, y es muy difícil, me parece, para un espectador o espectadora, un lector o lectora, entender qué es lo que está pasando. Me parece que tenés que reconstruir la versión de la realidad que más o menos te resulta aceptable a partir de relatos antagónicos, es complicado, es un momento difícil porque es complicado distinguir la información de la información falsa, muy difícil distinguir una investigación periodística de una operación de prensa, es un momento complejo.
—¿Qué es lo que tiene en cuenta a la hora de elegir o aceptar un trabajo en medio de esta grieta metafórica?
—Por un lado, la necesidad de trabajo. Yo necesito trabajar para vivir, después está lo que uno está dispuesto a hacer, que no sientas que traicionás tu manera de pensar, tus principios, si es que existe algo parecido a eso, y la verdad es que las propuestas que recibí de trabajo y tomé me llevaron a un lugar en el que yo me desempeño con absoluta libertad, nadie me pide que haga una bajada de línea en particular o tome una posición en lugar de otra, así que yo me siento muy cómodo en el lugar donde estoy trabajando.
—¿Cómo maneja las críticas?
—Yo necesito las críticas, sobre todo en este momento en particular de mi trabajo, en el que estoy haciendo algo nuevo, algo que no hice antes. Tener la devolución de colegas que se dedican a esto, a mí me sirve mucho; pienso por ejemplo en el Gustavo “Gato” Sylvestre, que hace la primera mañana en Radio 10 y que para mí es muy importante escucharlo, más allá de que él me apoyó mucho para que yo esté ocupando ese lugar ahora, digo el Gato y otros colegas, y pienso también en operadores, productores de la radio que me dan su devolución y me señalan qué puedo mejorar y qué detalles puedo corregir. Después está lo otro, la agresión, la mala leche, yo por suerte recibo muy poco de eso, más que nada mi contacto con lo que podría ser la opinión pública, que son mis redes sociales, lo que recibo en general es afecto y muy buenas devoluciones de lo que estoy haciendo. Por supuesto que odio siempre hay, pero es una cuota mínima la que me llega, así que en ese sentido también estoy agradecido.
—¿Qué es lo que le avergüenza más de nuestra profesión?
—Cuando te das cuenta de que hay gente que está jugando a algo que no es el periodismo, me da vergüenza cuando se nota que alguien no está haciendo lo que dice que está haciendo, cuando alguien se supone que te está informando y en realidad está haciendo otra cosa, y te das cuenta de que lo sabe, porque una cosa es equivocarse, todos podemos equivocarnos, todos podemos dar un dato falso, pero cuando eso se hace deliberadamente ya estamos hablando de otra cosa.
—¿A quién se refiere?
—No me refiero a nadie en particular, pero los ejemplos son muchos.
—¿Cómo se maneja con el ego?
—Yo empecé a trabajar cuando tenía 20 y poco, y la verdad que el trabajo que hacía en ese momento tuvo una visibilidad y una repercusión muy grande. A comienzos de la década del 90, de un momento para otro éramos famosos, salíamos en las revistas, la gente nos reconocía por la calle, hablo en plural porque esto me pasaba a mí y a mis compañeros, y eso fue un shock, y el momento en el cual dejás de ser una persona desconocida y te volvés una cara que todo el mundo reconoce por la calle, te enseña cosas. Puede ser que te confunda, pero más tarde o más temprano te enseña cosas, te enseña lo que le pasa a la gente con eso, qué le pasa a la gente frente a una cara que conoce o una persona que cree conocer, porque eso es lo otro, en realidad no conocemos a esa cara famosa, creemos que los conocemos, o conocemos de ellos o de ellas lo que vemos por televisión o en el cine o donde sea, a lo que voy… Tu pregunta era cómo manejo mi ego, yo siento que ya fui y volví, que ya me confundí, que ya me creí cosas que no me tenía que creer.
—¿Qué cosas?
—No sé, en algún momento te creés que realmente sos especial o que sos distinto a los demás, y es una tontería, aunque no lo reconozcas, una parte de vos se cree eso. En algún momento tenés, aunque sea un pequeño ataque de soberbia, en algún momento la realidad te gana, creo que es humano eso, que es imposible que no te suceda, si no te sucede creo que hay algo raro en vos, pero siento que eso ya me pasó, me pasó hace bastante tiempo y pasé de eso a no estar en la televisión.
—¿No estar en televisión lo frustra?
—No, pero sí me pasó con la radio. La radio es mi tarea cotidiana desde hace 30 años, en la tele entré y salí muchas veces, en ocasiones trabajé en tiras diarias en televisión, pero casi siempre hice trabajos que eran semanales. Sin embargo, en la radio siempre estuve todos los días entonces cuando me faltó, que fue también en muy pocas ocasiones, ahí sí sentí una carencia, una necesidad, no me pasó con la tele eso, igual me encantan los dos trabajos, los disfruto a ambos, pero no necesito la tele, necesito trabajar casi como cualquiera, pero no necesito que eso sea en televisión, no necesito que el mundo conozca mi cara, ya está, eso ya no me importa tanto.
—¿Cómo ve a la dirigencia política?
—La dirigencia política actual está tomada por esto mismo que venimos hablando, me parece que es un año muy difícil, porque es un año electoral en un contexto muy duro, de vuelta, un contexto de una crisis económica muy fuerte agravada por esta crisis sanitaria. El gran desafío que tiene la dirigencia política me parece que es evitar las bajezas, evitar poner en juego, en una campaña electoral, el drama humano que todos estamos viviendo, jugar con las muertes, tratar de encontrar puntos de acuerdo y de consenso. Yo creo que más allá de que las fuerzas políticas que están en competencia, que tratan de obtener más bancas o de ganar más espacio, son necesarios acuerdos de todo el arco político para resolver problemas de la Argentina en este momento. Ojalá que se logre, ojalá que una vez pasada la campaña se trate otra vez, el año que viene, que no es un año electoral, de encontrar esos acuerdos para que nos vaya mejor. Son necesarios acuerdos de todo el arco político para resolver problemas de la Argentina en este momento.
—¿Cómo ve a Alberto Fernández en su gestión?
—Creo, una vez más, que es una gestión atravesada por esta situación inédita que va a hacer que, para bien o para mal, se lo recuerde.
—¿Tiene contacto con el Presidente?
—No, no tengo contacto con él, no chateo con ningún político.
—¿Con ningún político?
—Yo no soy un periodista político, la verdad es que no hago ese trabajo, entonces no tengo en mi agenda los teléfonos de dirigentes políticos, puede pasar muy rara vez que tenga un contacto con alguien, pero no es algo que haga.
—Si le pudiera preguntar algo al Presidente, ¿qué sería?
—La verdad que no sé, me tomás de sorpresa, tantas cosas… le preguntaría por qué no convoca a un gran acuerdo nacional; que es una idea que me parece que sobrevoló en el comienzo de su gestión. Tal vez lo que pasó después lo impidió, o tal vez es algo que no tiene sentido hacer porque del otro lado no hay predisposición como para buscar ese tipo de acuerdos, que yo creo que la Argentina necesita.
—¿Cómo ve a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner?
—La Vicepresidenta, sin duda, es la líder política de la coalición gobernante, esto no es una novedad para nadie, es una figura clave de la política argentina y creo que en un sentido ya tiene su valoración, se verá con el paso del tiempo. Pero que tiene un lugar asignado importante en la historia Argentina, eso ya está claro, fue dos veces presidenta, ahora vicepresidenta, todavía no sabemos cuál va a ser su futuro político, porque puede seguir adelante quién sabe cómo. Después creo que cada intervención pública, cada declaración impacta en la política argentina como la voz de ninguna otra persona.
—¿Cómo ve a la oposición hoy?
—La veo en un proceso medio de reconstrucción después de una derrota, buscando definir liderazgos que no parecen estar tan claros, con estos nuevos aspirantes a líderes que parecen presentarse a dar disputa. Creo que va a terminar de definirse cuáles son los líderes de la oposición después de esta elección, después de la legislativa de este 2021.
—¿Para usted quién es el líder de la oposición?
—No sé quién es el líder de la oposición, por una cuestión de gestión el que está en este momento administrando un territorio es Horacio Rodríguez Larreta, los demás, no sé. Patricia Bullrich es la presidenta de uno de los partidos de la coalición, Mauricio Macri es un expresidente, no sé, creo que está un poco ahí la discusión, pero estamos hablando, en los tres casos, de dirigentes del mismo partido. Después tenés al radicalismo, yo la verdad es que el rol, la decisión de entregar un partido centenario a una coalición en la cual después terminó teniendo un papel muy menor, me resulta desconcertante, pero esto ya pasó hace seis años y parece que sigue sucediendo; bueno ahora hay algunas listas radicales que parece que quieren presentar un poco más de pelea en la interna, tanto en la Ciudad de Buenos Aires como en la provincia, desconozco lo que pasa en detalle en el resto del país, pero no sé, me parece que la Unión Cívica Radical debería aspirar a tener un lugar de mayor protagonismo que el que ha tenido en la coalición opositora.
— ¿Qué opina de los 100 mil muertos de la Argentina?
— Es un drama, todos perdimos seres queridos, yo en particular…
— ¿A qué familiar perdió?
— Mi mamá falleció en marzo de este año, mi mamá… Tenía un cuadro de demencia senil, estaba muy deteriorada, pero en un momento se contagió de COVID y el COVID tuvo que ver con su desenlace así, que a mí me tocó personalmente, pero yo creo que nos pasó a todos, todos conocemos a alguien que sí. El número de 100 mil, bueno, es un número simbólico que está ahí como disponible para su utilización y eso no está bueno. Me parece que tenemos que tener un poco de respeto ante el dolor ajeno, si perdimos la sensibilidad y no sentimos nada, por lo menos un poco de respeto y de empatía, porque alrededor nuestro hay gente sufriendo. Lamentablemente es un número al que más tarde o más temprano se iba a llegar, en algún momento iban a ser 100 mil las personas fallecidas y sigue creciendo. Para que se muera menos gente lo que creo es que tenemos que estar todos vacunados.
Tenemos que tener un poco de respecto ante el dolor ajeno, porque alrededor nuestro seguro hay gente sufriendo
También sucede que la humanidad fue y sigue aprendiendo sobre la marcha en cómo enfrentar la pandemia, nadie tiene el manual en ningún país del mundo, me parece que existía una receta previa de cómo hacer para lidiar con esto. La única manera y es lo que entiendo y se va sabiendo por ahora, para bajar la mortalidad, para bajar la cantidad de gente que termina en terapia intensiva, la única forma es que esté vacunada la mayor cantidad de gente posible, entonces creo que a eso es a lo que tenemos que apuntar, mientras tanto tenemos que cuidarnos lo más posible, no queda otra alternativa.
Algo personal
— ¿Dónde vive?
— Yo vivo en Quilmes, no soy quilmeño, te lo aclaro, porque el quilmeño es muy celoso de su condición de nacidos y criados. Vivo en Quilmes hace unos años, soy un chico de Caballito.
— ¿Cómo se vive en la provincia de Buenos Aires?
— Vivo hace más de diez años en Quilmes y la verdad que me muevo, camino por la calle, me muevo en el Gran Buenos Aires, y no veo mayores diferencias ni grandes transformaciones. Hay, por supuesto, muchas carencias, muchas necesidades, hay zonas más acomodadas y zonas más destruidas, hay mucha disparidad, yo creo que esto marca las diferencias, los extremos, creo que saliendo de la ciudad se ven de una forma mucho más dramática.
—¿Cómo es como papá y cómo vive su hijo la pandemia?
— Mi hijo tiene 10 años así que muchas cosas las entiende, obviamente otras no, pero creo que se da cuenta de lo que está pasando, en dos años él perdió a sus dos abuelas, eso es una tristeza muy grande. Los nenes hay cosas que dicen y pueden decir y cosas que tal vez expresan de otra forma, entonces hay que prestarle atención a cada reacción, a cada gesto, yo trato de compartir con él el mayor tiempo que puedo, trabajo mucho ahora. La pandemia nos llevó a muchos o a casi todos los que somos padres y madres a cumplir otras funciones, yo estoy desde el año pasado haciendo tareas escolares con mi hijo, reaprendiendo las divisiones, las fracciones, detalles de historia, de geografía que había olvidado, en un punto lo disfruto, pero a la vez siento que las cosas tendrían que ser de otra forma. Lamentablemente es lo que nos toca, la verdad es que mi hijo fue muy poco a la escuela, se manejó casi siempre en modo virtual hasta ahora, y la verdad es que una de las cosas que más deseo es que pueda volver a tener una vida un poquito más normal, y estar un poco más cerca de sus pares, de lo que ha estado este tiempo, pero también entiendo que es la forma de cuidarnos, que al menos en mi familia encontramos, fue ésta, tenerlo en casa el mayor tiempo posible.
— ¿Qué hace cuando no trabaja?
— Cuando no trabajo estoy en mi casa con mi familia, me gusta leer, me gusta ver un partido de fútbol por la tele, ver series o películas, me gusta escuchar música, salgo a caminar, me gusta comer rico, tomar vino.
— ¿Cómo quedó su relación con Mario Pergolini?
— En este momento no tenemos relación, no es que hablamos, no tenemos ningún vínculo, la verdad es que Mario fue muy importante en mi trabajo, para mi tarea profesional. Siempre le voy a estar agradecido porque me dio una oportunidad, yo creo que le devolví esa oportunidad que me dio trabajando de la mejor forma posible, fui leal trabajando a su lado y puse todo mi esfuerzo, le puse el cuerpo, puse mi creatividad, más rica o menos rica pero ahí estuvo, y después tuvimos diferencias. No quiero hablar más de esas diferencias, quiero dar vuelta esa página, me parece que ya pasó, no quiero tener rencor, quiero quedarme con lo mejor de los años que compartimos, el agradecimiento no se borra por lo que pasó después. Creo que ya podemos cruzarnos y ahora no podemos darnos un abrazo porque no se puede, pero podemos saludarnos cordialmente. Lamento que él haya dejado de ser vicepresidente de Boca sin invitarme a la cancha, pero ya vamos a volver a la bombonera también.
— ¿Qué aprendió de la pandemia?
— La pandemia a mí, al menos, me enseñó que no son tantas las cosas que necesitamos para vivir, que uno puede, no sé si conformarse o entender que hay un montón de cuestiones que son accesorias y que tal vez las estábamos poniendo en un lugar de relevancia que no tienen. Los afectos y los seres queridos son lo más importante que tenemos, que debemos cuidarnos y tratar de estar cerca. La pandemia debería enseñarnos a todos lo valioso de tener un sentido de comunidad, la idea de que nuestras acciones individuales tienen un efecto colectivo, que lo que hacemos no nos afecta solamente a nosotros, sino que puede afectar a terceros, puede afectar a quienes no conocemos, pero también puede afectar a quienes conocemos y queremos, y que en ese sentido tenemos una responsabilidad que no podemos ignorar.
Ping-pong político
—El Papa Francisco.
—Un Papa, un distinto como Papa. Creo que la Iglesia Católica tiene que transformarse si quiere sobrevivir y si quiere seguir ganando fieles. Creo que es un Papa, sin duda, distinto a los anteriores, mucho más humano, mucho más terrenal, mucho más humilde, y me parece que siempre es interesante escucharlo. Yo no soy un hombre de fe y considero al Papa un jefe de Estado, no un representante de Dios en la tierra.
— Máximo Kirchner.
— Un dirigente que parece tener aspiraciones serias, que tiene mucho por crecer todavía, que ocupa un lugar muy importante dentro de la coalición de gobierno, yo desconozco la interna, pero parece que es así, tiene un rol protagónico en la coalición que hoy gobierna la Argentina.
— Axel Kicillof.
— A Axel tuve la oportunidad de conocerlo porque estuvo como invitado en Sobredosis de TV, no lo conocía hasta ese momento. La verdad es que me cayó muy bien, en el trato humano, más allá de su performance como gobernador, tiene el mismo desafío que tiene Alberto Fernández o que tienen los gobernadores de cualquier provincia en estos momentos, no importa su signo político. Creo que noto en él un entusiasmo y un compromiso que me parecen genuinos, los veo y se los creo, después cómo le vaya y cómo puedo calificar su gestión no me toca hacerlo y no es el momento, me parece.
— Facundo Manes.
— Igual, con una aventura que me parece que hace tiempo que tenía ganas de emprender. Se observa una ansiedad demasiado grande por llegar a lo más alto. Facundo Manes quiere ser presidente ya, me parece, pero no son así las cosas, tenés que hacer un camino en la política antes de pretender llegar al puesto más alto, ahora va a ir como candidato a diputado, pero él quiere ser presidente en el 2023, me parece, y creo que está un poco apurado.
Facundo Manes quiere ser presidente ya, me parece que está un poco apurado
— María Eugenia Vidal.
— Bueno, María Eugenia Vidal, ex gobernadora de la provincia de Buenos Aires, una gobernación que no sé cómo calificar, pero ahora parece que va a probar suerte en otros distritos, vuelve a la Ciudad de Buenos Aires, me parece que tiene cuentas pendientes, cuentas pendientes como política. Le quedaron cosas por demostrar, ver hasta dónde puede llegar, porque aparecía como una figura presidencial, vos me preguntabas antes por los liderazgos en la oposición y no parece que María Eugenia Vidal sea hoy una posible líder de la oposición, me parece que está un escalón más abajo, me parece que todavía tiene que revalidar algunos títulos.
—Diego Santilli.
— Santilli, no sé qué decirte, es el vicejefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, pero va a ser candidato en la provincia. Estos cambios de distritos tampoco son una novedad, ni son un invento del PRO, ha pasado en el peronismo…
— Santiago Cafiero.
— A Santiago Cafiero no lo conozco, no sé nada de él, más allá de que le gusta mucho a las chicas, es el jefe de gabinete y bueno, no sé si tiene el protagonismo que han tenido otros jefes de gabinete en la historia reciente, pero es un momento muy raro también de la política por todo esto que estamos hablando, no sé, no tengo mucho para decir porque no lo conozco.
— Carla Vizzotti.
— Carla Vizzotti, ministra de salud, tuvo que asumir ese ministerio en una situación muy compleja, después de la renuncia de Ginés, parece tener una paciencia enorme para responder a todo tipo de cuestiones, algunas pertinentes y otras absurdas, y está llevando adelante una tarea que es muy valiosa: hacer que tengamos en la Argentina todas las vacunas que necesitamos.
— Fernán Quirós.
— Fernán Quirós y Carla Vizzotti son esas voces que vale la pena escuchar, porque después habla mucho chanta en televisión. Los dos, tanto Vizzotti como Quirós son funcionarios, tienen responsabilidad. Me parece que es una persona que hace sus declaraciones y parece llevar adelante su gestión con responsabilidad y seriedad, y eso es muy importante en este tiempo. Es una figura de la oposición que me parece que también, en la medida que él quiera, porque hay muchos sanitaristas o especialistas en salud pública que no necesariamente están interesados en ir por una carrera electoral, que quieren dedicarse a lo suyo.
— Sergio Berni.
—Berni me parece un funcionario muy controversial, muchas veces no entiendo por qué genera esa discordia en la coalición gobernante, me desconcierta, me parece que hace un juego propio que no le corresponde hacer por su función.
Agradecimiento a Elbar por la locación
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