El primer precandidato a diputado nacional por el Frente de Todos porteño, Leandro Santoro, se mostró a favor de que las fuerzas de seguridad puedan utilizar las pistolas Taser, aunque advirtió que no sería recomendable usarlas en casos como los del músico Santiago “Chano” Moreno Charpentier.
Este lunes por la madrugada, el ex cantante de Tan Biónica fue baleado por un policía en medio de un episodio de salud mental. Según los reportes médicos, el músico sufrió un brote psicótico con un “un cuadro de excitación psicomotriz” y agredió a su madre, que alertó a la policía.
Al ver a los uniformados, Chano habría tomado un cuchillo, lo que llevó a uno de los agentes a dispararle en el abdomen. Ahora la Justicia investiga si el desempeño del policía que abrió fuego fue ajustado a los protocolos.
A raíz de este caso, volvió a avivarse el debate en torno a la utilización de las pistolas Taser, que inmovilizan a los objetivos a través de una descarga eléctrica. Su utilización había sido promovida por la ex ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, durante su gestión, pero los protocolos fueron luego derogados en 2019 por su sucesora Sabina Frederic.
“No creo que con lo de Chano se tenga que mezclar con la utilización de estas pistolas porque es salud mental. Es otra cosa. Una persona que tiene un brote psicótico tiene que ser atendida no por las fuerzas de seguridad sino por personal especializado”, explicó el actual legislador en radio Rivadavia, en el programa de Débora Plager.
En esa línea, señaló que “incluso quienes recomiendan el uso de las Taser lo desaconsejan con personas con problemas psiquiátricos o psicológicos”.
Sin embargo, Santoro marcó una diferencia con gran parte del oficialismo y reconoció que las Taser “son necesarias”, aunque insistió en que “no para el caso de Chano”.
A modo de ejemplo, recordó la “situación del Malba, donde un oficial de la Montada terminó perdiendo la vida, si hubiese tenido un Taser no le hubiera pasado”.
En aquella ocasión, un hombre de 51 años, identificado como Rodrigo Rozas, abordó con un arma blanca a dos personas que almorzaban en un restaurante sobre la avenida Figueroa Alcorta. El efectivo Juan Pablo Roldán y otros compañeros, que cumplían su labor en una comisaría cercana, se acercaron al agresor para disuadirlo.
Roldán no quiso repeler el ataque de Rozas con su arma de fuego y recibió cuatro puñaladas a la altura del pecho. Tras ser herido, el agente de la Policía sí efectuó un disparo en defensa propia. Tanto la víctima como el agresor murieron.
“Es increíble que todavía lo estemos discutiendo. A mí no me gusta ningún arma pero las fuerzas las deben tener”, concluyó Santoro.
“Es un buen momento para volver a discutir que si la policía hubiese tenido una pistola Taser esto no hubiese ocurrido. Atacó a los agentes policiales con un cuchillo y el policía hizo lo que tenía que hacer: lo neutralizó. Este es el mejor ejemplo. Chano está vivo porque tuvo suerte. Se podría haber evitado con el uso de la pistola Taser. Es necesario dar esta discusión. El uso de estas herramientas son fundamentales para preservar la vida de los policías y los delincuentes”, dijo ayer en una entrevista en Radio 10 el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, y volvió a poner en agenda el debate sobre estas armas no letales.
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