Dentro de las actividades que se vieron severamente afectadas por la pandemia COVID-19, la educación se ubica entre los primeros puestos. La formación, capacitación y especialización que brindan decenas de institutos educativos de las Fuerzas Armadas a sus futuros oficiales y suboficiales no escapó a esta realidad.
Como parte de las medidas restrictivas de la circulación aplicadas en 2020, se dispuso el retiro de cadetes y alumnos de las aulas y la suspensión del tradicional viaje de instrucción que los futuros oficiales de la Armada realizan a bordo de la Fragata Libertad.
El ministro de Defensa, Agustín Rossi, en diálogo con Infobae reconoció que era tiempo de retomar la actividad educativa del tradicional buque escuela y dio precisiones sobre las condiciones en las que la embarcación escuela zarpará el próximo 31 de julio.
“Que la Fragata Libertad vuelva a zarpar es una necesidad. Además, en este viaje en especial el buque formará parte de los festejos por los 200 años de la Armada del Perú. Los lazos de confraternidad de ambas marinas de guerra son muy fuertes, del mismo modo que lo son entre ambos países en general. La fragata es una embajadora y un emblema de nuestro país y considerando la actual situación decidimos hacer un viaje más acotado tocando cuatro puertos en tres países”, afirmó el funcionario.
Agregó que ”todo el personal que embarca en el buque escuela está vacunado con sus dos dosis y se aislaron en burbuja sanitaria con anticipación del mismo modo en que lo hizo la dotación del rompehielos. Además, hay acuerdos de cooperación existentes con las Armadas de los tres países que visitarán la nave, para que de ser necesario se preste la asistencia sanitaria que podría llegar a requerirse. No debemos olvidar que la fragata cuenta en su dotación con dos médicos, una bioquímica y cuatro enfermeros”.
Bienvenidos a bordo
El capitán de navío Osvaldo Chiñi es en la actualidad el comandante de la “FRALI” (vocablo naval utilizado para abreviar el nombre del buque escuela) junto a parte de su plana mayor, tripulación y cadetes recibió a Infobae durante una de las jornadas previas a la zarpada. A pesar de la intensa actividad que antecede a la partida de cualquier nave, acompañó al equipo periodístico en su recorrido por el emblemático buque. El oficial superior brindó detalles sobre el próximo viaje y reseñó el funcionamiento general de la nave.
Con más de 30 años de vida militar, Osvaldo Chiñi experimenta la misma sensación de orgullo que siente todo aquel que alguna vez piso la cubierta de la “FRALI” para completar el tramo final de su formación marina y años después regresa para comandar el mismo buque. “Mi mayor ilusión cuando ingresé a la Armada era poder recibirme. Jamás imaginé que llegaría a ser el comandante de la Fragata Libertad”, reconoce el capitán de navío. Esta primera “confesión”, abrirá la puerta a varias horas de aprendizaje naval junto a él y sus subordinados.
¿Qué es la Fragata Libertad? ¿Es un buque en el que un grupo de jóvenes cadetes realizan un viaje de egresados, o tal vez algo más?
En rigor de verdad, la Fragata Libertad es un buque escuela en el que los cadetes de la Escuela Naval finalizan su etapa de instrucción. Es aquí donde ponen en práctica los conocimientos teóricos aprendidos en la escuela. Pero este buque es mucho más que eso. En 2001, mediante decreto presidencial, fue declarada “Embajadora”, pasando a desempeñar funciones representativas de los valores, cultura y producción comercial de la Nación Argentina.
¿Embajadora? ¿Cómo un buque puede cumplir esas funciones?
Durante los viajes de instrucción que realiza la fragata, en cada puerto que toca se hacen muestras representativas de distintos aspectos del país. La cultura, las bondades geográficas e incluso los productos producidos en Argentina son difundidos y de esa manera se contribuye con la política exterior de la Nación. En este viaje, por ejemplo, el reconocido pintor Walter Di Santo nos donó parte de su obra para difundirla en los países que visitemos.
¿Cómo es un día de actividad en navegación?
La jornada arranca muy temprano. La tarea docente se divide en dos aspectos. Uno netamente profesional como el cálculo náutico -tarea para la cual es necesario estar activo antes de la salida del sol- y otras materias como Legislación Marítima y Derecho Internacional. Por otra parte, los cadetes van adquiriendo experiencia en el manejo de los distintos cargos de a bordo (navegación, comunicaciones, máquinas, administración y otros). Hay que tener en cuenta que en la fragata no se descansa porque es un buque en navegación, con lo cual el trabajo es continuo, las 24 horas del día.
¿Por qué instruir a los futuros oficiales en un velero y no hacerlo en un buque de guerra que integre la flota de mar de la Armada?
La gran ventaja de la FRALI en ese sentido es que es un buque diseñado específicamente para ser escuela, tiene las comodidades, las aulas y todo esta preparado para que un contingente de estudiantes pueda desarrollar sus actividades académicas con tranquilidad. Hay que tener en cuenta que en esta etapa de su vida profesional aún no han elegido una especialidad determinada. Cuando lo hagan y sean especialistas en alguna de las aéreas que abarca la profesión naval, si será el momento de capacitarse en buques operativos.
Observando las dimensiones del velamen del buque, la altura de los palos e imaginando una necesidad de contar con fuerza física adecuada para las faenas marineras. ¿Hay un diferencial entre el nivel de exigencia física entre cadetes masculinos y femeninos?
Aquí la exigencia es para todos igual. No existe ningún tipo de diferencia por género, ni para los guardiamarinas en comisión ni para la tripulación del buque. Este viaje en particular contará con una dotación de 267 personas de las cuales 35 son tripulantes femeninos. Entre esos 35 femeninos 8 son guardiamarinas.
¿Qué particularidades tendrá esta travesía en relación con el COVID-19?
En realidad, el viaje ya arrancó hace 3 semanas con una travesía de prueba de máquinas, durante la misma se aprovechó para ajustar el funcionamiento y la adaptación de la tripulación a la navegación en burbuja y los resultados fueron positivos. Ahora la navegación internacional que arranca el 31 de julio comprende 3 países y 4 puertos, Valparaíso y Punta Arenas en Chile, El Callo en Perú y Montevideo en Uruguay.
Diez días antes de la zarpada el buque quedará aislado realizándose el PCR a toda la dotación. Este estudio se repetirá una semana después. Además el buque cuenta con un Departamento de Sanidad bien equipado, tendremos capacidad de hacer testeos a bordo tanto de PCR como antígenos. y como la dotación se redujo en 80 tripulantes, no solo hay lugar para evitar la proximidad en los espacios comunes, sino que además hay lugares previstos para casos de asilamiento. Es importante destacar que en este viaje no habrá casi invitados especiales (solo 4) y navegaremos 10.847 millas náuticas, algo así como 20.000 kilómetros.
Las eventuales bajadas a tierra en los distintos puertos, serán acotadas estrictamente a lo protocolar y conforme a lo que cada país tenga reglamentado en materia de prevenciones sanitarias. El punto más importante de la travesía lo constituye el arribo al puerto de El Callao ya que participaremos de varias actividades náuticas en conmemoración del bicentenario de la Armada de Perú.
De la quilla a la perilla
El viejo dicho marino que refiere a las partes más baja y más alta de una nave aplica perfectamente a la recorrida que el Comandante y su tripulación organizaron para Infobae. Y si de quilla se trata, ciertamente lo que más cerca se encuentra del fondo mismo de un buque es su sala de máquinas.
El teniente de navío Ariel Broda es en la actualidad el Jefe de Propulsión de la fragata. Su responsabilidad es ni más ni menos que velar por el correcto desempeño de los motores principales del buque y de todos los mecanismos auxiliares que se relacionan con el funcionamiento de la maquinaria que hace posible el giro de la hélice.
Desde la sala de control, Broda y su equipo detallan las particularidades del “corazón” de la Libertad. La sala de máquinas fue totalmente modernizada durante la reparación de media vida que el buque afrontó entre 2004 y 2007. En la actualidad la propulsan dos motores MAN de 6 cilindros con una potencia de 960 KW cada uno, acoplados a una caja reductora que desemboca en una hélice de paso variable. Su planta eléctrica está constituida por dos alternadores propulsados por motores Diesel MTU 12V 183 TE52, más uno acoplado al motor principal y uno de emergencia ubicado en la cubierta principal. En la misma reparación general, se renovaron la totalidad de las tuberías, bombas, maquinaria complementaria, automatismo y cableado de todo el buque. Las instalaciones actuales permiten a la FRALI alcanzar una velocidad 13,5 nudos y una autonomía de 12.000 millas náuticas a 8 nudos.
La Cámara de Guardiamarinas
Si bien las exigencias de un buque escuela de este tipo hacen que los futuros oficiales navales tengan una “agenda de actividades” bastante cargada, hay un sitio de la nave destinado para sus momentos de descanso, diversión y -obviamente- también para el estudio. Lo que en cualquier hogar se denomina sala de estar o living, se conoce técnicamente como “Cámara” o “Camareta” a bordo de cualquier embarcación militar o mercante.
Los poco menos de 100 metros de eslora (largo) real de la nave resultan escasos para albergar las más de 300 almas que la pueblan en una travesía normal, es por ello que cada centímetro es puntillosamente aprovechado. Quien aspire a integrar su dotación deberá esmerarse para embarcar solo con lo estrictamente necesario.
El Departamento Sanidad
Definitivamente la condición de buque escuela de la fragata implica asumir que, de la mano del aprendizaje viene atada una alta posibilidad de lesiones o accidentes propios de la vida marinera. La dotación de sanidad de la nave se compone por distintos profesionales de la medicina capacitados para la atención de las emergencias y urgencias más frecuentes en alta mar.
En cubierta principal
A diferencia de lo que ocurre en un buque mercante en el que por sobre la cubierta principal emerge una colosal estructura (casillaje) destinada a albergar a sus tripulantes, en los barcos a vela buena parte de la vida social y laboral transcurre debajo de la misma. No obstante es por sobre la cubierta principal donde el marino ejerce la más sublime de las actividades relacionadas con su profesión. “El arte de navegar”.
Una estructura perfectamente armónica compuesta por palos, jarcias, vergas, velas, molinetes y cabos se proyecta sobre el impecable piso de madera de teca. Solo la historia del piso original, ameritaría una nota que nos remontaría a una producción maderera procedente de India y que según expertos dataría de más de 100 años.
El trabajo en cubierta se “arma” al amanecer. Las tareas de mantenimiento van desde la reparación de alguno de los 2652m2 de velamen que se distribuyen en 3 palos ( trinquete, mayor y mesana) conformando sus velas. Cuchillas, cangreja, foques, stay y -obviamente- sus 15 velas cuadras ( cinco en cada palo) hasta el lustrado de bronces. Sin lugar a dudas el momento de desplegar velas constituye el éxtasis de cada hombre y mujer a bordo.
Trepar por las jarcias, alcanzar las velas y ser gaviero no es una obligación, sino que constituye un honor reservado a los mejores. En navegación franca y conforme lo determinan las condiciones de mar y viento se despliegan o “achican” los distintos paños de velas y se las orienta para obtener el mejor rendimiento náutico posible. La “Libertad” aquilata en su casco varios premios internacionales por haber batido récords de tiempo entre puntos determinados navegando solo a vela.
El Puente de Mando
Ingresar al “puente” de la FRALI, implica llegar a otro de los puntos neurálgicos de la nave. “Si la Sala de Máquinas es el corazón del buque, el Puente es el cerebro” Según dicen los marinos. El interior del recinto alterna un diseño tradicional para un buque velero con insertos de moderna factura propios de los avances tecnológicos en materia de navegación marítima.
Facundo Cañizárez es uno de los 58 guardiamarinas en comisión que zarpará al mando del capitán Chiñi. Acompañando al comandante, detalla cuáles son las principales tareas que un marino en formación realiza cuando cubre guardia en el puente de navegación. “Como parte de nuestra tarea de aprendizaje secundamos al oficial de guardia de navegación en todo lo atinente a su rol como responsable de la derrota del buque y damos las voces de mando al timonel conforme sea necesario efectuar un cambio de rumbo”. Aprovecha la ocasión para brindar detalles acerca de los distintos componentes que conforman la “Arboladura” de la nave y remarca que el poder trepar a los palos es un honor reservado a los mejores tripulantes.
49 viajes y una misma tradición
A lo largo de las distintas escalas de la entrevista, Infobae consultó al comandante, a alguno de sus oficiales y a los jóvenes cadetes, sobre las expectativas o vivencias (según se tratara de bisoños o veteranos navegantes) que tripular el emblemático buque acarreaban para su vida profesional.
Para el Capitán Chiñi, el recuerdo de su viaje de instrucción realizado en 1992 dejó marcado a fuego el hecho de haber participado de la regata internacional de grandes veleros realizada en conmemoración de los 500 años del descubrimiento de América. “Nunca más he de vivir algo semejante”, sintetiza. A su lado está Camila Alderete, quien es una de las ocho guardiamarinas en comisión de la promoción 149. “El embarque en la fragata representa un punto muy importante en nuestra carrera, es el fin de la práctica integral supervisada y marca la hora de poner en práctica todo lo que aprendimos”. En otro momento del diálogo, el comandante reflexiona: “Tal vez esté llevando a bordo a la futura jefa del Estado Mayor General de la Armada”.
Una profesión federal e inclusiva
Lejanos quedaron los días en los que integrar el cuadro de oficiales de alguna de las tres Fuerzas Armadas era un privilegio de determinado estrato social o incluso una tradición familiar intergeneracional
En el presente jóvenes de los cuatro puntos cardinales del país, de muy distinta condición socioeconómica y por motivos muy diversos eligen la profesión militar. Para el caso de la Armada, la diversidad profesional que ofrece una fuerza que tiene, buques, aviones y vehículos anfibios en su fuerza de infantería de marina, resulta ser un denominador común que atrae a muchos postulantes los que año tras año ingresan a alguno de los institutos de formación de la institución.
Tomás Sanviti es oriundo de Junín, provincia de Buenos Aires, y reconoce ante Infobae que su entorno no guardaba mucha relación con el mar y que sobre el final de sus estudios secundarios a través de una relación social con un cadete del Colegio Militar, se comenzó a entusiasmar con la idea de elegir la carrera de las Armas. Luego de una investigación entre las tres fuerzas, la opción naval le pareció la más interesante.
Junto a Tomás, César Sánchez acredita 5 años de estudios secundarios en el Liceo Naval Almirante Brown, lo que le ha permitido conocer el mundo naval desde muy chico. Los liceos militares por definición no pretenden formar niños soldados sino -por el contrario- cimentar en quienes serán futuros profesionales civiles, un vínculo con el mundo militar que permita a las instituciones castrenses tender puentes con la sociedad civil. “En mi caso me encariñe con la Marina y por eso escogí la carrera naval”, remata César.
La historia de la “Libertad”
Marcelo Tarapow es uno de los almirantes que integran la Conducción de la Armada. Actualmente ocupa el cargo de Director General de Educación. Es el jefe directo del comandante Chiñi y el responsable de la formación y capacitación de todo el personal de la institución.
Al mismo tiempo, Tarapow es un apasionado por la historia naval. El 25 de Octubre con el auspicio de la Universidad de la Defensa (UNDEF) presentará el libro de su autoría “Historia de la Fragata Libertad. Una Escuela en el Mar” En el mismo salen a la luz hechos poco conocidos e incluso inéditos sobre la “Embajadora de los Mares”. Infobae entrevistó a Tarapow en Vicente López (donde se asienta su destino) y pudo conocer detalles sorprendentes del periplo de la mítica embarcación.
El buque de los 6 presidentes
En 1949 se inicia el proyecto para construir un buque escuela en reemplazo de la Fragata “Sarmiento” que había sido retirada del servicio activo en 1939. La orden de construcción se aprobó el 13 de noviembre de 1953 y en noviembre de ese año el presidente Juan Domingo Perón colocó (en forma simbólica) el primer remache de su casco en una de las gradas del Astillero Río Santiago.
La construcción avanzó a ritmo sostenido y luego de diversas variaciones en su proyecto, el 30 de mayo de 1956 el casco del nuevo buque fue botado (puesto a flote). Conforme a la tradición, se procedió a su bautismo siendo designada madrina a la esposa del presidente de facto Pedro Aramburu, Sara Herrera. En 1962 se finaliza su alistamiento general y realiza sus primeras navegaciones de prueba. Presidía el país Arturo Frondizi. El primer viaje de instrucción se inicia el 19 de junio de 1963 luego de un emotivo discurso de zarpada pronunciado por el presidente interino José María Guido. El regreso a Buenos Aires se produce tres meses después, siendo recibida por el flamante presidente Arturo Umberto Illia.
Buque escuela “Eva Perón”
Si bien suele repetirse que al autorizar su construcción Perón había denominado a la nave como “Eva Perón”, la construcción fue nominada solo por su número de proyecto hasta 1956. El 27 de abril de ese año mediante el decreto 7922 se le impone su primer y único nombre “Libertad” en correspondencia con el reglamento de nomenclatura naval que reserva para los buques escuela nombres relacionados con valores de la república.
El Mascarón de proa (Una historia de amor)
Una de las más arraigadas tradiciones marinas desde los orígenes de la navegación, está constituida por la colocación en las embarcaciones de un “mascarón” en su proa con el propósito de “agradar” a los dioses de la mar, infundir miedo a los potenciales adversarios y para que las tormentas fueran benévolas. La tradición fue decayendo conforme al avance de la propulsión mecánica en los navíos.
La Fragata Libertad es un “Clipper”, categoría que representa a las últimas naves que portan mascarón. Originalmente se encargó su construcción al escultor argentino Luis Perlotti. Su obra se realizó en bronce y la figura elegida consistió en una imagen femenina que representaba a la Republica Argentina. Lamentablemente al ser colocada en el casco de la FRALI se constató que su rostro en lugar de mirar al horizonte miraba hacia el agua, algo intolerable para el por entonces comandante del buque aún en construcción, quién lo rechazó y asumió personalmente la responsabilidad de buscar un nuevo artista. ( El mascarón original puede apreciarse en el museo naval de Tigre) Como resultado de este percance y contrariando la tradición, la FRALI realizó su primera travesía sin mascarón de proa. “A pesar de ello Neptuno fue benevolente con la nave y su tripulación”, bromea un tripulante.
La nueva escultura es confiada al español residente en Argentina Carlos García González, quien interpretó acabadamente el cariz de la tarea que tenía por delante. Para la faena, eligió la talla en madera utilizando para ello cedro paraguayo. Taxativamente, entre las reglas a las que debía ajustarse había una que señalaba que el rostro del mascarón debería tener facciones grecorromanas.
A pesar de lo firmado, González escoge a Úrsula, su propia esposa, como musa inspiradora. La mujer también de origen español tenía rasgos bastante diferentes al ideal requerido. Lo cierto es que fue el gran amor del escultor y ello bastó para que García González decidiera inmortalizarla en su obra. Úrsula enfermó gravemente durante el año que insumió el proceso de tallado del mascarón, falleciendo antes que el mismo estuviera terminado.
Úrsula recibía el apodo familiar de Nike. Si se observa con detalle la estela de estribor del mascarón se podrá leer una pequeña dedicatoria “Carlos a Nike GG”, así transformada por el escultor en “El símbolo de la libertad que surcará los mares del mundo” desde el 4 de abril de 1964 hasta la fecha, el rostro de Úrsula es el indiscutido emblema del buque escuela.
El Bergantín Goleta que no fue
Los ingenieros navales que trabajaron en el diseño de la fragata pergeñaron a la nave como un bergantín goleta, a semejanza del legendario velero español Juan Sebastián Elcano construido a partir de 1927 en Cádiz. Al momento de la puesta a flote (botadura) de la FRALI, el astillero mandó a acuñar una medalla conmemorativa de la ocasión, que fue repartida entre las autoridades civiles y militares presentes en la ceremonia.
En el tiempo que medió entre la botadura y la definitiva colocación de sus mástiles y velas, visita el puerto de Buenos Aires el buque escuela “Esmeralda” de la Armada de Chile, al mando del capitán de fragata Jorge Swett Madge. El navío chileno es gemelo del velero escuela de España. Argentina envía a bordo al por entonces teniente de navío Mariano Torre para cumplir el rol de oficial de enlace entre el buque chileno y los anfitriones argentinos. A bordo, Torre escucha todo tipo de comentarios negativos sobre el diseño del buque y más precisamente sobre su arboladura. Incluso uno que lo impacta y que sostenía que ese tipo de velamen no era apto para un buque escuela ya que requería demasiada pericia para su manejo, algo que precisamente los cadetes no tienen.
Alarmado por lo que le habían dicho sus camaradas chilenos, Torre le solicita al capitán de la nave trasandina que tuviera la amabilidad de contarle al almirantazgo argentino todo lo que su tripulación opinaba. Madge se comprometió a hacerlo y luego de la zarpada del “Esmeralda”, la Armada encargó un estudio más profundo sobre el tema, como resultado del mismo se cambió el diseño de los palos y las velas adoptándose la configuración de fragata tal como la conocemos actualmente.
Fin del viaje
La Fragata Libertad transita su media vida, mientras varios grandes veleros de otras armadas casi que duplican sus años de existencia y muchas marinas del mundo se han inspirado en ella para realizar su propio proyecto. No obstante la nave acumula en cada milla navegada y con cada hora en puertos remotos, una rica historia de vida.
Ganó varios premios internacionales por su performance navegando a vela. Fue ilegalmente retenida en el puerto de Ghana. Su construcción atravesó tres democracias, una dictadura y un gobierno provisional. Desde su primer viaje hasta el presente marcó a fuego el alma y el cuerpo de 50 generaciones de marinos de guerra.
Muchísimo más es lo que se puede contar acerca de ella. Este sábado volverá a soltar amarras y a desplegar sus velas mientras que a prudencial distancia, decenas de familiares le desearán al buque y a sus tripulantes. ¡Buenos vientos!
N de R: La presencia de Infobae a bordo de la Fragata Libertad se efectuó con anterioridad al inicio del periodo de aislamiento previo a la zarpada.
FOTOS: Adrián Escandar
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