Faltan menos de 24 horas para el cierre de listas y en el Frente de Todos porteño todavía no se definió quién será la mujer que secundará a Leandro Santoro en la boleta de diputados nacionales. En la tira de legisladores la negociación está aún más abierta y todos los integrantes de la coalición pugnan por llenar los casilleros con chances de ingresar.
Los únicos nombres que se mantienen más allá de las dudas son Leandro Santoro y Carlos Heller. El legislador porteño de origen radical es muy cercano a Alberto Fernández y tiene el visto bueno de La Cámpora. Con un alto perfil mediático, hizo méritos defendiendo en el prime time tanto la gestión del gobierno nacional como a la vicepresidenta Cristina Kirchner. Incluso quienes preferían a un candidato de otro perfil reconocen que “comunica bien” y “transpira la camiseta” del oficialismo.
Su candidatura quedó virtualmente confirmada cuando Alberto Fernández difundió la foto de una reunión de trabajo entre ambos en Olivos. A los pocos días Santoro también pudo mostrar una foto con Mariano Recalde, el hombre fuerte de La Cámpora en el distrito.
Heller también está entre los inamovibles. El economista renueva su banca como diputado nacional y fue pedido expresamente por Máximo Kirchner. El jefe del bloque oficialista está muy conforme con su desempeño legislativo del diputado, especialmente en relación al impuesto a las grandes fortunas.
La negociación por las mujeres que acompañarán en segundo y cuarto lugar tomó temperatura en los últimos días. Dentro del espacio están quienes creen que la figura de Santoro tiene que ser complementada con una candidata con perfil ejecutivo. En esa línea, se barajaron distintas posibilidades: la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca, quién tiene el plus de poder defender la gestión económica; la ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta; y la asesora presidencial, encargada de la negociación de vacunas, Cecilia Nicolini. Sin embargo, todas hicieron saber que prefieren permanecer en sus cargos actuales.
Quien sí hizo saber su deseo de competir fue la diputada Gisela Marziotta, quien asumió la banca en reemplazo de Daniel Filmus. La periodista, que forma parte del espacio Peronismo por la Ciudad, cuenta con el respaldo de Victor Santa María, otro de los pesos pesados del peronismo porteño. Si bien en un principio su nombre había sonado más para la lista de legisladores, durante los últimos días el sindicalista hizo valer su influencia para disputar un lugar en diputados.
Las legisladoras Victoria Montenegro y Lorena Pokoik, ambas con el respaldo de La Cámpora, podrían completar la nómina de los puestos con chances de entrar al Congreso. El Frente de Todos renueva tres bancas y si hace una buena elección (cerca del 30%) en el bastión del PRO podría sumar un escaño más.
Los economistas Claudio Lozano y Matías Tombolini, ambos con cargos en el Banco Nación, podrían ocupar un quinto lugar, prácticamente de forma testimonial.
Para la lista de legisladores el panorama es más incierto. En caso de que no compita para diputados, se descarta que Gisela Marziotta tendrá un lugar expectante. También cuentan con muchas chances de entrar el camporista Juan Modarelli, Director General de Prestaciones de ANSES, y el legislador Juan Manuel Valdés, que debe renovar su banca.
Maia Daer, dirigente del Partido del Trabajo y la Equidad (ParTE), presidido por Claudio Ferreño, amigo de Alberto Fernández, tiene un lugar asegurado aunque seguramente no como cabeza de lista. Aunque la nominación de la hija del secretario general de la CGT no cayó muy bien en los sectores kirchneristas, a nadie se le escapa que es un pedido del Presidente en su distrito de origen.
Otra de los sectores en puja está encarnado por los movimientos sociales, que recientemente sellaron una alianza para ganar más fuerza a la hora de disputar espacios dentro de la coalición. Jonathan Thea o Carolina Brandariz apuntan a un lugar entre los seis primeros. Podrían entrar hasta ocho legisladores en total.
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