La escenografía del armado de listas para las elecciones legislativas evidenció esta semana la inédita configuración del peronismo, que por primera vez gobierna bajo un esquema de coalición. Aunque con diálogos entrecruzados, Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa recibieron por separado, en sus respectivas bases de poder, a los principales dirigentes del país. En el diseño de nóminas, que se define hoy, se juega la disputa entre las fuerzas que responden a las máximas autoridades nacionales, que buscan preservar sus espacios de poder, avanzar en casilleros, y perfilarse para los próximos dos años, claves para las elecciones de 2023.
Mientras tanto, en el Gobierno ya piensan en la presentación oficial de los postulantes elegidos, quizá por redes, o con un acto en un lugar aún no establecido después del cierre, de cara a la campaña para los comicios de septiembre, que ya se está delineando.
Durante los últimos días, el diálogo con los distintos dirigentes se mantuvo en compartimentos separados, entre la Casa de Gobierno y Olivos; el Senado; y la Cámara de Diputados, según pudo reconstruir Infobae a través de testimonios de funcionarios nacionales, dirigentes de la Ciudad y de las provincias que llegaron a Buenos Aires esta semana en busca de definiciones.
El viernes, día clave, cada socio se instaló definitivamente en su respectivo “búnker” para organizar las nóminas. Los acompañaron sus armadores. El ministro del Interior, Eduardo Wado de Pedro, fue al Senado, donde intercambió con Máximo y Cristina Kirchner; mientras que Santiago Cafiero estuvo entre Olivos y la Casa de Gobierno -que ayer, a diferencia de los últimos días, estaba casi desierta-; y Sergio Massa se quedó en Diputados junto a sus asesores.
De todas formas, hubo algunos encuentros conjuntos. Uno de las más importantes tuvo lugar el miércoles, en la Casa Rosada, entre el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, que recibieron en tándem al gobernador de Santa Fe, Omar Perotti (con quien, por otro lado, no hubo acuerdo aún). Aunque hubo otras reuniones del estilo, ese no fue el escenario más habitual.
La mayoría de los eventuales candidatos visitó varios despachos. O todos. La cabeza de la lista nacional por la Provincia, Victoria Tolosa Paz, tuvo un periplo el viernes, después de la definición de su candidatura. Empezó por la mañana, con una reunión con Cristina Kirchner; siguió al mediodía, con un almuerzo en Olivos con el Presidente; y terminó hacia la tarde-noche, en la Casa Rosada, con una charla con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero. Se habló de su candidatura, pero también del modo de presentar a los postulantes y del comienzo de la campaña.
Los líderes máximos se mantuvieron comunicados entre sí, con llamadas y chats. El Presidente, la vicepresidenta y el titular de la Cámara de Diputados buscaron ponerse de acuerdo sobre los nombres para liderar las nóminas, de tal forma que haya unidad. Buscan procurar que el “albertismo”, La Cámpora y el Frente Renovador, así como los movimientos sociales, queden representados en los principales distritos de manera equitativa, con la menor cantidad de “heridos” posible.
Ya se adelantaron algunos acuerdos. En la provincia de Buenos Aires encabezará la presidenta del Consejo de Políticas Sociales, Victoria Tolosa Paz, de buena relación con todos, pero más cercana a Alberto Fernández; seguida por el ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollán, hombre del riñón de Axel Kicillof y Cristina Kirchner.
Mientras que en la Ciudad se perfilaba al legislador porteño Leandro Santoro, amigo de Alberto Fernández con orígenes en el kirchnerismo, y a la diputada nacional cuyo mandato se vence en diciembre, Gisela Marziotta, del grupo del dirigente peronista porteño Víctor Santa María, también de buen vínculo con el Presidente. Anoche se estaba definiendo que la segunda en la lista nacional por la Ciudad sea una mujer de Cristina Kirchner y se hablaba de las legisladoras Victoria Montenegro y Lorena Pokoik, adelantaron fuentes oficiales.
En las negociaciones por los puestos intervienen con importante gravitación y muchos roces los gobernadores de las provincias que lidera el peronismo y que manejan espacios independientes de la Nación en sus tierras. Como se esperaba, Juan Schiaretti, de Córdoba, presentará una lista independiente del Frente de Todos. Mientras que Omar Perotti, de Santa Fe, amenazaba hasta última hora con ir por fuera de la coalición nacional con su fuerza recién estrenada, Hacemos Santa Fe. Los jefes provinciales también tienen la mira puesta en las elecciones para los ejecutivos dentro de dos años, cuentan en sus respectivos espacios.
El candidato de Perotti, el senador Roberto Mirabella, podría competir en internas en contra del ministro de Defensa Agustín Rossi, la apuesta del gobierno nacional para el Senado, quien confirmó ayer su intención de postularse y que iría acompañado por la vicegobernadora, Alejandra Rodenas (en el armado santafecino avizoran una crisis política). La tercera en disputa en esta pelea era la senadora María de los Ángeles Sacnun, que responde a la vicepresidenta Cristina Kirchner.
Mientras se acomodan a nivel interno, los dirigentes del Frente de Todos miran de reojo a Juntos por el Cambio, sobre todo en la provincia. La oposición va a una PASO caliente entre el vicejefe de gobierno, Diego Santilli, que responde a Horacio Rodríguez Larreta, y el neurocientífico Facundo Manes, representante de la UCR, una de las tres patas de la coalición que busca mayor preponderancia interna después de la experiencia durante el macrismo después de su fundación, en 2015.
En el Gobierno saben que los chispazos en la disputa opositora llamarán la atención de la opinión pública, y piensan en formas de tomar protagonismo. No perderán el tiempo. En los últimos días se terminaban de pulir los detalles de la presentación “en sociedad” de los candidatos, para empezar desde el día cero a plantarlos en el escenario de cara a la campaña para las PASO ante el electorado. La forma de hacerlo estaba bajo evaluación y se barajaban dos posibilidades, no excluyentes. Mostrarlos uno por uno a través de las redes sociales, o bien celebrar una cumbre de los principales dirigentes con presencia de los líderes máximos del Frente de Todos.
La locación de este eventual acto no está confirmada. Se pensaba en distintas opciones: el territorio bonaerense -por ejemplo, en La Plata, donde gobierna Axel Kicillof, hombre de Cristina Kirchner, que aportó a Gollán para la lista más importante-; la Quinta de Olivos; o la Casa Rosada.
En esa línea, lo más probable es que hoy la firma de las actas de las listas se realice en la Casa Rosada. En el entorno del Presidente aseguraban que se buscaba una ubicación que representela “unidad” para la campaña. También se había evaluado la Quinta de Olivos. Las nóminas en los principales distritos se terminan de definir hoy y los lugares que ocupen los dirigentes de cada espacio mostrarán el esquema de poder del Frente de Todos para la contienda frente a Juntos por el Cambio.
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