El Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF es su sigla en inglés) le aseguró al Gobierno de Bolivia que tendrán prioridad en el próximo envío al exterior del segundo componente de la vacuna Sputnik V. La información trascendió el mismo día en el que salió a la luz el mail de la asesora de Alberto Fernández, Cecilia Nicolini, reclamando a Rusia por la demora en la entrega de segundas dosis y confirmando que el acuerdo entre ambos países tuvo motivos geopolíticos.
Benjamín Blanco, viceministro de Comercio Exterior e Integración, área que depende del Ministerio de Relaciones Exteriores del la administración de Luis Arce, fue quien anunció sobre la decisión del Fondo Ruso. “Comparto nota del RDIF respecto a la prioridad que tiene Bolivia en el próximo envío de segundas dosis”, comunicó mediante sus redes sociales junto a fotos de la carta que lleva la firma del director del organismo ruso, Vladimir Primak.
“Le aseguramos que las entregas de la vacuna Sputnik V a Bolivia está dentro de nuestras principales prioridades actuales. Por medio de esta nota también nos gustaría confirmarle que tenemos previsto realizar el próximo envío del componente dos de la vacuna a Bolivia del próximo lote disponible para exportación desde Rusia”, confirmó el RDIF.
En la misiva también se hizo hincapié en “la alta eficacia (mayor al 80%) de la Sputnik Light (1er. componente de la Sputnik V), siendo comparable con la protección registrada por dos dosis de otras vacunas”. Y citando datos del Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, detalló: “La primera inyección de la Sputnik Light tiene una eficacia del 83,7% con pacientes de edad avanzada (60-79) y solo el 0,27 de los que toman la primera dosis de Sputnik Light se infectan con COVID-19, lo que es mucho más bajo que la vacuna AstraZeneca (0,46%) y Sinopharm (O,49%)”.
Si bien la carta tiene fecha del 21 de julio, el funcionario boliviano la difundió este jueves 22. La publicación fue compartida a su vez por la cuenta oficial de la Cancillería de Bolivia y todo ocurrió el mismo día en que en Argentina se conoció el mail enviado por Nicolini.
La misiva fue redactada el pasado 7 de julio por la asesora presidencial y estuvo dirigida a Anatoly Braverman, hombre de confianza de Krill Dmitriev, CEO del Fondo Ruso de Inversión Directa, encargado de gestionar la venta de vacunas a otros países.
El escrito, originalmente elaborado en inglés, plantea la preocupación de la Argentina por las demoras registradas en la entrega del componente 2 de la vacuna y ahonda en otras cuestiones que explican la preferencia geopolítica del gobierno de Alberto Fernández y el uso político que se pretendió darle a la campaña de inmunización.
El Gobierno argentino hizo “todo lo posible para que Sputnik V sea un gran éxito”, se manifestó en el mail en el que Nicolini advirtió a los rusos que “nos están dejando muy pocas opciones para seguir luchando por ustedes y por este proyecto” ante la demora en la entrega de segundos componentes.
En la misiva la administración de Alberto Fernández incluso amenazó con “romper públicamente el contrato firmado” e informó, como método de presión, que se había firmado el decreto que permite cerrar contratos “con empresas estadounidenses y recibir donaciones de Estados Unidos; las propuestas y entregas son para este año y también incluyen la pediatría, que es otra ventaja”.
Hay más de 6 millones de personas que iniciaron sus esquemas con la Sputnik V y no saben cuándo llegará la segunda dosis. Lo ideal, según se informó en un principio, es un intervalo de 21 días entre ambas inyecciones. Ese período fue extendido a 12 semanas por el Consejo Federal de Salud cuando se detectaron las demoras de Rusia para cumplir con el contrato. Más de un millón de personas que fueron vacunadas con una dosis ya cumplieron ese lapso. Por eso, la Ciudad de Buenos Aires y otras jurisdicciones comenzaron a hacer pruebas sobre la combinación de fórmulas de distintas compañías.
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