A poco más de 50 días, el Gobierno avanza en la redacción final de los protocolos que serán aplicados el 12 de septiembre y el 14 de noviembre, días de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) y los comicios generales de medio término, pero en la oposición empezaron a surgir señales de alerta por la posibilidad de que todo el proceso electoral se haga más lento y derive en una menor participación.
“Estamos en alerta, porque estamos viendo algunas cosas que pueden desalentar la participación. Si menos gente va a votar, en general, gana el que maneja el aparato partidario y el que controla la elección”. La frase la pronuncia ante Infobae un veterano de mil batallas electorales en la provincia de Buenos Aires, que conoce de trampas mayores y de esas menores que, juntas, pueden torcer resultados ajustados.
Entre las dudas que plantearon ante este medio fuentes de dos frentes electorales que aguardan la confirmación por parte del juzgado federal N° 1 de La Plata, que encabeza Alejo Ramos Padilla, se destacan cinco aspectos: el impacto del cambio en la “mecánica” del voto en la mesa, el aforo o la limitación de la gente dentro de los centros de votación, quiénes serán los “facilitadores sanitarios” y qué funciones tendrán, la vacunación de todo el personal asignado al día de la elección, y la experiencia de que dos empresas “compartan” la tarea del escrutinio provisorio.
Desde el Ministerio del Interior, que encabeza Eduardo “Wado” De Pedro, confirmaron que en los próximos días se difundirán los detalles del protocolo que regirá para las PASO y para las generales, pero rechazaron esos planteos y aclararon que las principales decisiones y medidas vinculadas a la organización de los comicios que se están diseñando y poniendo en marcha contaron con la participación de representantes de partidos de la oposición. Sin embargo, desde las agrupaciones partidarias, según pudo saber este medio, se prepara un reclamo formal ante la Cámara Nacional Electoral para que se aclaren las dudas surgidas en torno a la organización, el control y el escrutinio de los próximos comicios.
Seis fuentes consultadas por Infobae, desde la Justicia Electoral, funcionarios nacionales, dirigentes de la oposición y operadores del ámbito privado coincidieron en señalar los puntos críticos que tendrá esta elección en Argentina, que por primera vez en la historia estará atravesada por una pandemia.
“Existen complicaciones derivadas de los protocolos sanitarios, pero con previsión y capacitación reforzada de quienes ejercen funciones electorales -como presidentes, comando, delegados judiciales y facilitadores- e instrucciones breves y claras se pueden minimizar”, explicó Alejandro Tulio, ex director Nacional Electoral, quien participó de la organización de once votaciones en Argentina y actuó en 60 observaciones internacionales. Además, agregó que “los partidos deben acompañar las fases preparatorias para que se genere confianza en los procedimientos”.
Mecánica de votación
Uno de los cambios importantes tiene que ver con el circuito o rutina del voto. Hasta ahora, los electores acudían a los centros de votación, ingresaban al edificio, esperaban en fila en la mesa que les correspondían y se establecía un esquema de a tres. Una persona entregaba su documento, era identificado y se le daba el sobre para que pudiera pasar al “cuarto oscuro” para elegir su boleta. En simultáneo, un segundo elector era identificado y esperaba su turno, con sobre, para poder emitir su voto. Mientras el primero estaba dentro del cuarto oscuro, el presidente de mesa llamaba a un tercero que comenzaba a ser identificado, sin recibir sobre. Cuando el primero salía del cuarto oscuro e ingresaba su voto en la urna, el que esperaba ingresaba al cuarto oscuro, se le entregaba el sobre al “tercero” que aguardaba y se llamaba a otro elector para continuar con la ronda de identificación para, así, mantener el circuito de tres electores: 1 dentro del cuarto oscuro, un segundo esperando con sobre asignado y un tercero sin sobre. Ese proceso demandaba un tiempo total de 20 minutos por elector en todo el acto y cerca de 3 a 4 minutos entre la identificación y la colocación del sobre en la urna.
Esta “mecánica” de votación requiere, para su fluidez, la existencia de una fila constante. Ese cálculo es la base para que los 350 electores asignados para cada mesa puedan cumplir con su derecho al voto. Pero esa mecánica se puede ver alterada por el protocolo. Ahora no se entregará el DNI sino que se lo exhibirá ante el presidente de mesa. Cada elector deberá llevar su propia lapicera para firmar o recibirá una lapicera que, luego de ser usada, deberá ser sanitizada con alcohol. Además, se limitará la presencia de gente dentro de los centros de votación, que tendrá un máximo de ocho mesas para evitar aglomeraciones, pero la acumulación de demoras (a razón de uno a dos minutos por cada elector) podría generar demoras que podrían demorar el horario de cierre de los comicios.
“La legislación vigente establece como horario de votación de 8 a 18. La Justicia con competencia electoral podrá decidir extender ese plazo, pero no es una atribución del Gobierno cambiarlo”, respondieron a Infobae fuentes oficiales consultadas ante el planteo que surgieron desde la oposición. “Si hay filas extensas afuera de las escuelas de gente que no pudo votar, ¿quién va a decir ‘hasta acá'? ¿Un puntero del intendente o el facilitador sanitario?”, se preguntaron desde la oposición.
Facilitadores sanitarios
El principal interrogante que plantearon desde el ámbito opositor apunta a la designación y funciones de los “facilitadores sanitarios”. Según la normativa vigente, se trata de un efectivo de las Fuerzas Armadas o de Seguridad Federales o de las policías de las provincias que serán nombrados de manera exclusiva por el Comando General Electoral para cumplir siete tareas: ordenar el ingreso de votantes a efectos de no saturar la capacidad interna del local; constatar el uso de tapabocas y hacer respetar el distanciamiento de dos metros entre las personas; limitar la capacidad de personas; controlar y orientar el respeto de las normas sociales de contacto físico en pandemia (no saludar con besos, abrazos o contacto físico); evitar aglomeraciones o reuniones de personas, sobre todo en espacios cerrados; hacer respetar el encolumnamiento en la fila exterior, observando las medidas preventivas.
Sin embargo, las fuentes consultadas plantearon sus dudas tanto por el nombramiento como por las funciones. Es que al menos fuentes de dos de los frentes electorales anotados para las próximas elecciones expresaron en diálogo con Infobae su desconfianza de que la Justicia con competencia electoral tenga de dónde sacar los 19.000 “facilitadores” entre los uniformados y tenga que optar, en cambio, por un agente civil. “Hasta que no esté escrito, publicado y comunicado no sabemos si va a aparecer un militante de La Cámpora o un puntero del intendente que va a tirar el alcohol en las manos y después, cuando se hagan las 18, decida quién vota y quién no vota”, explicó una de las fuentes.
Desde el Ministerio del Interior desestimaron esa mirada y ratificaron que serán informados en los próximos días los detalles del protocolo, como así también se darán precisiones sobre la actuación de esos nuevos agentes.
Vacunación
“No está previsto que se haga un plan de vacunación especial para las autoridades de mesa o el personal asignado a los comicios, porque para septiembre estimamos que van a estar inmunizados, al menos con una dosis, toda la población”. La respuesta la brindan desde la Casa Rosada ante la consulta sobre la posibilidad de un aumento de la deserción de autoridades de mesa con el argumento de no contar con la vacunación completa, es decir, con dos dosis. Es que ese es el principal reclamo que los jueces Santiago Corcuera, Daniel Bejas y Alberto Dalla Vía de la Cámara Nacional Electoral vienen planteando desde principios de año, hasta ahora sin suerte.
“Es inevitable reiterar la necesidad de que se provean a los ciudadanos designados como autoridades de mesa la totalidad de los elementos de protección personal (barbijos, máscaras, mamparas, productos sanitizantes, etc.) que sean suficientes para protegerlos contra el COVID-I9 durante toda la jornada electoral; como así también -con anticipación suficiente- de la vacunación para todos aquellos designados que todavía no hubiesen sido inoculados con ninguna de las vacunas disponibles a tal efecto”, advirtieron los magistrados en un oficio que enviaron al ministro De Pedro.
“¿Van a considerar vacunado al que tiene una sola dosis o dos?”, preguntó Infobae a las fuentes oficiales. “Con una dosis serán considerados como vacunados”, respondieron.
Por su parte, desde los apoderados que plantearon las inquietudes llamaron la atención sobre dos datos: en las últimas elecciones, el horario promedio de apertura de las mesas fue 8:20 y el 15% del total terminaron abriendo con el primer elector, en general, en la provincia de Buenos Aires -donde se concentra el 40% de los votos- muchas veces ligado al aparato partidario territorial. “Las autoridades de mesa tienen contacto con unas 500 personas en 12 horas. Si el temor a contagiarse por no tener las dos dosis sigue y el Gobierno se mantiene con su negativa a vacunarlos, ese porcentaje del 15% puede aumentar”, afirmaron desde la oposición.
Escrutinio compartido
Además de la particularidad de la pandemia, en las próximas elecciones habrá una situación inédita: dos empresas serán proveedoras para el escrutinio. En las elecciones presidenciales del 2019, el escrutinio provisorio completo estuvo a cargo, por primera vez, de Smartmatic -una compañía creada por dos venezolanos y que ahora tiene su sede en Londres- contratada durante la gestión de Cambiemos. Desde el retorno de la democracia hasta 2017, había estado a cargo de la española Indra.
Tanto Smartmatic como Indra, en cada una de sus intervenciones, tuvieron a cargo tanto la recolección y procesamiento de los telegramas como del recuento provisorio, al ser proveedores únicos del Correo Oficial. Con la participación de todos los partidos políticos y en un proceso licitatorio que fue reconocido por todos los involucrados, el Ministerio del Interior llamó a licitación para el “diseño, planificación, desarrollo y operación del servicio de digitación, procesamiento y publicación para el Recuento Provisional de Resultados a nivel nacional y distrital”.
Participaron tanto Indra como Smartmatic, pero finalmente ganó la compañía de origen español, que ofreció sus servicios por un costo total de $1.594.702.340, algo más de 100 millones de pesos menos que su competidor.
Sin embargo, Smartmatic no se quedará afuera totalmente del dispositivo electoral. La consultora tiene un contrato de exclusividad firmado con Correo Argentino hasta 2025. Bajo su órbita está los programas informáticos y equipos para la recepción, procesamiento y transmisión de los telegramas, que informan los votos consignados por las autoridades de mesa.
En la Dirección Nacional Electoral destacaron el proceso de contratación del prestador del servicio del recuento provisorio, ya que incorporó “un elemento inédito en la administración electoral argentina que fue la participación de todos los actores en los comicios”. Durante el trámite, los apoderados partidarios, entidades de la sociedad civil, empresas tecnológicas y autoridades de aplicación realizaron 55 observaciones y/o sugerencias al trámite, que generaron 67 respuestas y consideraciones elaboradas por parte de los técnicos del Ministerio del Interior.
“Esto permitió hacer una contratación del servicio de recuento provisorio más transparente y económico, pero además le devolvió al Ministerio del Interior, el ámbito natural, una función clave en todo proceso electoral que había sido cedida al Correo durante la gestión Cambiemos”, subrayó en junio pasado Diana Quiodo.
Más allá de ese reconocimiento, las fuentes de la oposición aclararon que todavía no fueron notificados sobre dónde estarán los centros de carga de los telegramas, como tampoco las medidas de seguridad y de encriptación para garantizar la seguridad del escrutinio provisorio. “Va a ser la primera vez que esté el Correo Oficial con un proveedor que es el que junta y procesa los telegramas y otro que recibe esos telegramas, cuenta los votos y los informa”, dijeron. Desde el Gobierno resaltaron que el 7 de agosto se hará la primera prueba con participación de peritos e informáticos de los partidos y el 21 el simulacro general.
Infografía: Marcelo Regalado
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