A cinco días del cierre de listas para las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), el Frente de Todos aún no tiene designado a su primer candidato a diputado nacional por la Provincia de Buenos Aires. Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner no se ponen de acuerdo, y detrás de las desavenencias personales hay una presunción política que tiñe toda la negociación entre los socios fundadores de la coalición oficialista: desconfianza mutua al momento de tomar una decisión que afectará al Gobierno en sus dos últimos años de gestión.
CFK, Máximo Kirchner, Axel Kicillof y Wado de Pedro -cada uno con sus formas y estilos- propusieron a Alberto Fernández que colocara a Santiago Cafiero como primer candidato a diputado nacional por la Provincia de Buenos Aires. Desde el kirchnerismo duro se argumentó que el Presidente debía estar representado en los comicios por su actual jefe de Gabinete, ya que es un dirigente partidario honesto, bonaerense y con apellido ilustre en la liturgia peronista.
Alberto Fernández escuchó los razonamientos de Cristina y sus alfiles, pero rechazó la propuesta in limine. Cada vez que el Presidente aceptó la renuncia de un ministro propio, su lugar fue colonizado por una nueva pieza de la Vicepresidente. Sucedió con María Eugenia Bielsa -reemplazada en Vivienda por Jorge Ferraresi- y con Marcela Losardo, que abandonó la cartera de Justicia y dejó su despacho a Martín Soria.
La ofensiva K sugirió soltar a Cafiero y designar a Gabriel Katopodis como jefe de Gabinete para evitar malos entendidos. Una diagonal política que tuvo muerte súbita cuando en Balcarce 50 descubrieron que el puesto vacante de Katopodis en Obras Públicas sería reclamado por la Vicepresidente para designar allí a su propia tropa.
La resistencia activa del Presidente causó una espiral de violencia política en la Cámpora y aledaños. “Alberto (Fernández) tiene los atributos del poder, pero no tiene el poder. Cristina tiene el poder, el Presidente solo tiene a un puñado de funcionarios que son sommeliers de café”, opinó un funcionario de Gobierno con nítido corazón kirchnerista.
Al otro lado del campo de batalla, en el primer piso de la Casa Rosada, se explica que la propuesta del kirchnerismo a favor de Cafiero implica una emboscada política a largo plazo. “Santiago (Cafiero) se va, Alberto (Fernández) se queda sin su brazo derecho y ellos avanzan para apropiarse de todo el poder institucional. Eso es lo que vemos y no lo vamos a permitir”, explican los funcionarios más leales al jefe de Estado.
Hay desconfianza mutua. Un clima político que traba -hasta ahora- la posibilidad de un acuerdo entre el Presidente y la Vicepresidente para cerrar la lista de candidatos a diputados nacionales en la Provincia.
El jefe de Estado no tiene intenciones de ceder la iniciativa política a CFK, y considera que Victoria Tolosa Paz es “una buena” candidata para encabezar la lista de diputados en la Provincia. Tolosa Paz es pareja de Enrique “Pepe” Albistur, un amigo personal de Alberto Fernández con muchísimos años en el peronismo: fue asesor de campaña de Ítalo Argentino Luder cuando cayó derrotado por Raúl Alfonsin en octubre de 1983.
Cristina descarta a Tolosa Paz, y tampoco tiene intenciones de empujar a Sergio Berni, que es el funcionario público que mejor mide en todas las encuestas contratadas por el Gobierno. Berni está enfrentado con el Presidente, y la campaña sería un caos si el candidato cabeza de lista recorre los medios de comunicación limando a Alberto Fernández.
En Gobierno también aseguran que Axel Kicillof designará -en lugar importante- a un funcionario de su estrecha confianza. Anoche en Balcarce 50 apostaban a favor de Carlos Bianco -jefe de Gabinete-, Daniel Gollan -ministro de Salud- o Nicolás Kreplak -viceministro de Salud-, tres piezas clave del gobernador bonaerense.
La lista de diputados nacionales a elegir en la Provincia estará integrada por intendentes, ministros que renunciarán al Gabinete, referentes de movimientos sociales, sindicalistas y actuales miembros de la Cámara Baja que van por su reelección. Y por la paridad de género habrá 17 hombres y 18 mujeres, o viceversa, como candidatos titulares.
Es paradójico: CFK sugirió a Cafiero, y descartó a Tolosa Paz. Pero aún no se conoce qué candidato jugará cuando le toque mover. La Vicepresidente ama las sorpresas políticas, un modus operandi que causa inquietud en la Casa Rosada.
“Cristina es un acertijo, y la estamos esperando. No habrá días fáciles hasta que no haya acuerdo político. Ellos lo saben y nosotros también”, pronosticó un miembro del Gabinete que tiene asistencia perfecta en Olivos y Balcarce 50.
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