La provincia de Buenos Aires analiza una medida que le impida el ingreso a bares y restaurantes a las personas que aún no se vacunaron habiendo tenido la posibilidad de hacerlo. El dato fue revelado por el jefe de Gabinete, Carlos Bianco, en un reportaje concedido en Futurock.
“Es una posibilidad que estamos estudiando. Hoy la normativa, que vence el 6 de agosto, no lo habilita, pero lo estamos estudiando como una posibilidad. Es una buena medida, una medida inteligente”, aseguró el funcionario del gabinete de Axel Kicillof.
Bianco fue consultado por la política sanitaria adoptada recientemente en Francia, que dispone que las personas no vacunadas tienen prohibido el ingreso a restaurantes, bares, conciertos, museos y otros lugares habitualmente elegido por los más jóvenes.
“Ya no tengo ninguna intención de sacrificar mi vida, mi tiempo, mi libertad y la de mis hijas por quienes se niegan a vacunarse. Esta vez se quedan ustedes en casa, no nosotros”, señaló el presidente francés en un mensaje dirigido a los grupos antivacunas que generó una fuerte repercusión.
Este lunes, Bianco analizó: “Esa medida apunta a un problema que nosotros no estamos teniendo de manera masiva en la provincia de Buenos Aires; los jóvenes en Francia no se quieren vacunar, no se anotan, y a ese público cuando le ponés la obligatoriedad de vacunarse para ingresar a los lugares que le gustan lo terminan haciendo”.
Esta tarde, el gobernador Kicillof brindará una conferencia de prensa para explicar cómo avanza el plan de vacunación en la provincia de Buenos Aires. La mayor expectativa está puesta en cuándo se habilitará la inmunización de los menores de edad. El gobierno nacional espera que los Estados Unidos habilite la vacuna de Moderna para ese grupo etario. La Argentina cuenta con 3.5 millones de dosis de ese laboratorio que fueron donadas por la administración de Joe Biden y espera un aval internacional para utilizarlas en adolescentes y niños, principalmente a los que tienen comorbilidades.
La Argentina superará este lunes las 37 millones de vacunas contra el coronavirus, cuando a lo largo de la jornada aterricen en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza dos aviones provenientes de México y de China que traerán, respectivamente, más de 1,3 millones de dosis de AstraZeneca y un cargamento de las que son producidas por Sinopharm.
La llegada del primero de estos dos lotes había sido confirmada la semana pasada por la ministra de Salud, Carla Vizzotti, desde Londres, donde mantuvo reuniones de intercambio de experiencias con funcionarios y laboratorios británicos. La funcionaria aterrizará esta tarde y brindará una conferencia de prensa.
En tanto, las vacunas de Sinopharm arribarán a bordo de un Airbus 330-200, matrícula LV-GHQ, de Aerolíneas Argentinas que despegó en busca de este cargamento a las 13.04 del sábado pasado, realizó una escala intermedia en Madrid tanto en la ida como en la vuelta, y su regreso se encuentra programado para las 19.10 de este mismo lunes, bajo el número de operación AR1087.
Los controles en Francia
Las medidas anunciadas por el presidente Macron buscan frenar la diseminación de la variante delta del coronavirus y proteger a los hospitales de una nueva avalancha de infectados.
Macron ordenó que todos los trabajadores de salud estén vacunados para el 15 de septiembre y anunció que se requerirán pases especiales de COVID-19 en todos los restaurantes, bares, hospitales, centros comerciales, trenes y aviones. Para obtener el pase, que serán necesarios a partir del mes próximo, las personas deberán estar plenamente vacunadas, haberse recuperado recientemente del virus o tener una prueba negativa.
Las medidas han hecho que numerosas personas se registren para vacunarse en días recientes, pero también han generado furia entre algunos grupos.
En tanto el gobierno anunció controles fronterizos más estrictos a partir del domingo, pero dijo también que permitirá el ingreso de viajeros vacunados de cualquier parte del mundo. Eso incluye a quienes han recibido la vacuna de AstraZeneca producida en India.
Esa decisión fue tomada luego de críticas en el mundo de que el certificado de COVID-19 de la Unión Europea solamente reconoce las vacunas de AstraZeneca producidas en Europa.
Varios otros países de la UE reconocen ya la vacuna india, que es usada en Gran Bretaña y en países africanos. La variedad de reglas de país a país ha complicado más la temporada de viajes de verano.
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