El senador kirchnerista Oscar Parrilli y el presidente de la Unión Argentina de la Salud y dueño de Swiss Medical, Claudio Belocopitt, protagonizaron hoy un tenso cruce en el marco del debate en comisión del proyecto para limitar las tasas de interés que se cobran por mora en servicios públicos. El cruce se produjo de manera inesperada, ya que el empresario había sido convocado por la Cámara alta, y ocurrió en medio de las tensiones que hay entre el Gobierno y la medicina privada.
El legislador nacional atacó al empresario en medio de la reunión que convocaron las comisiones de Asuntos Constituciones y Derechos y Garantías. Había sido invitado junto a otros representantes y directivos del sector privado, como Norberto Etchegoyen, de la Cámara de Emisiones Regionales de Tarjetas de Crédito; César Bastien, Director ejecutivo de la Cámara de Tarjetas de Crédito (ATACYC); y Alejandro Pérez, de la Asociación de Bancos Argentinos, entre otros. El objetivo de la convocatoria era conocer la opinión de ellos para el tratamiento de la ley.
“Sin la aplicación de intereses punitorios o tasas más elevadas para que haga que la gente cumpla, el aumento de la morosidad en el sistema puede crecer y cuando esto crece, como bien establece la ley de Medicina prepaga, que no se está cumpliendo pero algún día se tendrá que cumplir, todo este aumento de costos se tiene que distribuir entre todos los usuarios. Vamos a perjudicar a los usuarios que se mantienen pagando al día”, comentó Belocopitt al tomar la palabra. “La especulación existe. Si nosotros creamos mecanismos que faciliten la especulación, vamos a aumentar la morosidad y vamos a aumentar los costos dentro del sistema y los vamos a tener que distribuir”, continuó el titular de Swiss Medical
Tras esas palabras, la reacción vino de Oscar Parrilli, senador nacional y hombre clave de Cristina Kirchner en la Cámara alta: “Reconozco en el señor que habló a un experto en reclamos, en pedirle al Estado y en tratar de demostrar siempre que el Estado no sirve, no anda y no funciona, que los dejen a ellos hacer las cosas libremente que la sociedad va a andar mucho mejor. Bueno, simplemente decirle que a lo largo de la historia no ha sido así”. “Entre paréntesis, voy a hacer una mención. Por lo que ha sido el sistema financiero entre de 2016 a 2019, también decían que no tenía que haber regulaciones. Se dejó libre la entrada y salida de divisas, se dejó libre las tasas… se dejó libre todo y concluyó todo en una fuga de capitales fenomenal. Como nunca antes en la historia hubo 86 mil millones de dólares, una deuda que estamos pagando todos los argentinos y no sé si algún día podremos pagarla”, agregó.
En ese sentido, continuó: “No lo sacaron los usuarios de las tarjetas de crédito o de los servicios públicos. Lo sacaron las empresas, los bancos, las financieras, todas las empresas que ganaron sumas fenomenales de dinero todos estos años. Está el detalle. Lo puede buscar el señor Belocopitt si quiere, lo va a encontrar en el informe del Banco Central. Esto que nos ha afectado y nos está causando un gravísimo perjuicio además de la pandemia a todos los argentinos. Además de la pandemia, la deuda es un tema que algún día lo tendremos que analizar, pero sin dudas es una pesadísima, pesadísima carga que está sobre la espalda de todos los argentinos”, insistió Parrilli.
Tras esa mención personal inesperada, Belocopitt le respondió al senador, quien también es el presidente del Instituto Patria. “En cuanto a los datos de la deuda, que creo que está haciendo referencia a mí en lo personal, podemos discutirlo donde quiera. Debería sentir orgullo de un empresario que ha creado la cantidad de puestos de trabajo que me me ha tocado crear a mí desde que estoy en la Argentina y desde la nada. Desde un seco total hasta llegar a esta situación de darle empleo a 14 mil personas”.
Y agregó: ”No descreo del Estado, pero los que optan por la medicina privada votan y eligen la medicina prepaga de salud porque consideran que lo hace mejor, se encuentran mejor atendidos”.
“Los que optan por la medicina prepaga votan por la medicina prepaga, porque la tendrían gratis en el Estado. Si lo quisieran en el Estado se quedarían gratis, pero votan y eligen porque consideran que la medicina prepaga lo hace mejor, sino estaríamos subestimando la inteligencia de la gente, que decide gastar simplemente en el hecho de apoyar a empresarios inescrupulosos que se llevan la plata. Lo hacen porque consideran que están mejor atendidos”, consignó.
Un sector en la mira
El cruce del senador cristinista sucede luego de fuertes cortorcuitos entre el sector de la salud privada y el kirchnerismo y medidas que generaron el rechazo del sector. De hecho, Belocopitt en su rol de presidente de la Unión de Entidades de Salud -que agrupa a prepagas, obras sociales y agentes que prestan servicios- encabezó una conferencia de prensa donde rechazó de manera enfática la posible estatización del sistema de salud y confirmó la presentación de una medida cautelar en la Justicia ante la negativa del Gobierno de autorizar un aumento de sus cuotas en un marco de alta demanda de los servicios sanitarios y de incremento de sus insumos.
En esa oportunidad, el empresario advirtió que “la estatización de un sistema puede producirse de hecho o de derecho. En este último caso, las autoridades elevan un proyecto al Congreso, este se debate y se aprueba de cara a la sociedad, y si fuese posible a la luz del día. Así se hizo en su momento con las AFJP, por ejemplo. Pero si alguien decidiera tomar de hecho el sistema de salud privado, primero debería desfinanciarlo, ponerlo al límite de su capacidad operativa, arrodillarlo y mantenerlo así hasta que colapse y su capacidad de atención sea deficitaria. Entonces sobre los escombros, las ruinas y la salud de millones de argentinos, se expondría como un relato la excusa perfecta de que debe nacionalizarse bajo el supuesto de que el sistema no está en condiciones de dar respuestas sanitarias”.
Luego de eso -que ocurrió el 15 de junio- con un decreto publicado en el Boletín Oficial, el Gobierno estableció que los trabajadores que inicien una nueva relación laboral deberán permanecer un año en la obra social que les corresponde por su actividad, antes de poder realizar un cambio a otra prestadora que les permita, por ejemplo, derivar sus aportes a una empresa de medicina prepaga. Cambiar el sistema de libre elección y retrasar la posibilidad de disponer el traspaso de los aportes a otra entidad era una de las promesas que el presidente Alberto Fernández había realizado a la dirigencia de la Confederación General del Trabajo (CGT). La medida busca evitar la fuga de los aportes obligatorios al sector privado.
Fundamentos contra el proyecto
El oficialismo impulsa en el Senado dos proyectos de Ley orientados a reducir los costos de la mora en servicios públicos, tarjetas de crédito, medicina prepaga, Internet y hasta colegios. La iniciativa busca recortar a poco más del 30% la tasa que pueden aplicar esas empresas a quienes acumulan saldos impagos, en lugar del nivel de en torno al 60% que cobran hoy, en un intento por aliviar la carga de las deudas en las familias aunque con costos financieros importantes para las empresas proveedoras.
Antes de ese cruce, Belocopitt fundamentó su crítica a la medida que impulsa el kirchnerismo de reducir el costo de la morosidad. “En cuanto al incumplimiento de la ley de medicina prepaga, lo hemos denunciado nosotros en la Justicia. Claramente hay una estructura de costos que establece cómo se tienen que actualizar las cuotas. Claramente esa estructura de costos está en la autoridad de aplicación y esa estructura de costos ha demostrado un desfasaje en los costos que todos ustedes conocen, porque viven en Argentina y no en Marte y saben lo que están subiendo los precios en el último año y pico. Esos aumentos no fueron autorizados y eso obligó al sector a presentarse en la justicia para que se corrija la medida”.
“El argentino termina teniendo un ejercicio financiero de entender muy bien lo que beneficia, lo que conviene. Entonces, si beneficia y conviene estar moroso, nosotros vamos a tener mucho más morosos de los que tenemos actualmente, buscando mecanismos para desalentarlos”, continuó el empresario. “En el tamaño de los problemas que nosotros tenemos, este no sería un problema de gran magnitud. Pero se puede convertir en un problema de gran magnitud si la mora crece a partir de decisiones que generen mayor incentivo a tomar este tipo de atrasos de pagos”, completó.
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