Con el lanzamiento de la candidatura porteña de María Eugenia Vidal, Horacio Rodríguez Larreta completó la primera parte de un proyecto que, según espera, lo ubicará de manera privilegiada en la carrera presidencial de 2023. Todavía le falta cerrar una lista de unidad en la Provincia de Buenos Aires alrededor de la postulación de Diego Santilli y, sobre todo, verificar cómo resultará en las urnas el andamiaje electoral que diseñó y que representa una apuesta política muy fuerte.
Así como un flojo resultado electoral de Juntos por el Cambio en Capital y Provincia debilitaría su sueño presidencial, un triunfo en ambos distritos (o, al menos, si se logra reducir lo máximo posible la diferencia con el oficialismo en tierra bonaerense) lo dejaría instalado con un claro liderazgo en la oposición.
Sin embargo, el alcalde porteño afronta otro desafío: el éxito del andamiaje electoral opositor, cuyo diseño tiene su sello personal en los dos principales distritos, lo obligará a resideñar su propio gobierno, con todo lo que eso significa en materia de riesgos. Afrontará una baja importante cuando Santilli renuncie a la vicejefatura de Gobierno para ocupar su banca de diputado porque se trata de un dirigente clave en la estructura larretista. Y es probable que uno de sus funcionarios de mayor confianza, Fernando Straface, abandone la Secretaría General porteña para dejarle el sillón a Emmanuel Ferrario, actual secretario de Asuntos Estratégicos y ex funcionario bonaerense, como parte de los pedidos que le hizo Vidal a Rodríguez Larreta para sumar gente propia en el gabinete de la Ciudad. También solicitó el Ministerio de Justicia, donde sería designado Gustavo Ferrari.
Todavía no está definido, pero se menciona a Straface para encabezar la lista de legisladores porteños, desde donde se convertirá en vicepresidente de la Legislatura y el primero en la línea de sucesión de la Ciudad debido a la ausencia de Santilli. El actual secretario general porteño también se desempeña como secretario de Relaciones Internacionales, por lo que habrá otra vacante, aunque se analizan variantes para que esa función, y no el cargo, queden en manos de Straface desde la Legislatura, ya que este funcionario desarrolló en los ultimos años vínculos y alianzas internacionales muy importantes para la Capital.
Si bien el viejo axioma futbolístico de que “equipo que gana no se toca” no se aplicaría en el gobierno porteño, el larretismo se entusiasma con las posibilidades que se abren con una gestión de gobierno en donde, según prevén, habrá más participación de los aliados de Juntos por el Cambio. Al mismo tiempo, Vidal ganará predicamento en la administración de la Ciudad y desde allí, si no es candidata presidencial, podría competir en 2023 para suceder a Rodríguez Larreta. Esa perspectiva pone nervioso a Martín Lousteau, el socio radical del PRO de Capital, que aspira a tener el camino allanado para llegar a la Jefatura de Gobierno.
Entre tantos desafíos, el que asumirá Vidal desde este sábado no es menor. Su primer discurso como precandidata porteña pareció una cuidada obra de ingeniería política para cubrir todos los flancos y puntos débiles. Agradeció a su amigo Rodríguez Larreta y también a Mauricio Macri, aunque, sugestivamente, al ex presidente lo destacó por su pasado -”fue quien inició este equipo y el que empezó este camino de Estado que es la Ciudad”- y no por su presente ni su futuro. Fue generosa con Patricia Bullrich por su renunciamiento y se acordó de los principales socios de JxC en Capital, con quienes se había reunido por separado.
La ex gobernadora se interesó por mencionar en varias oportunidades a los porteños, aunque fue evidente que apostó a nacionalizar su discurso y, en particular, a extremar las críticas contra el Gobierno, que pareció una forma de seducir al electorado de Capital, que hasta ahora sintonizaba mejor con el ala dura de Juntos por el Cambio y que cree que los moderados, como ella y el jefe de Gobierno, son blandos ante el avance antirrepublicano del kirchnerismo.
Lo más esperado de su discurso eran las explicaciones sobre por qué pasó de ser “orgullosamente bonaerense” a una candidata netamente porteña. Sonó convincente cuando descartó cualquier especulación política al respecto y confesó que quería estar segura de que había “escuchado y aprendido” luego de la derrota que sufrió en las elecciones de 2019. “A los bonaerenses les digo que mi compromiso y respeto no cambió ni va a cambiar nunca”, sostuvo Vidal al hablar sin vueltas sobre su mudanza electoral y relativizar los límites geográficos en la actividad política. “Más allá de la General Paz, de un lado y del otro, somos argentinos defendiendo a los argentinos”. dijo. Ahora falta saber si los ciudadanos de la Ciudad y de Provincia la comprenden. Habrá encuestas que lo midan.
La puesta en escena del lanzamiento fue una cuidada postal del pensamiento vivo de Rodríguez Larreta, todo un predicador de la unidad y la diversidad. Allí estaban los líderes de los partidos que integran JxC en la Ciudad. Hablaron todos, menos Graciela Ocaña, de Confianza Pública, y Roy Cortina, del Socialismo. Detrás de los principales dirigentes se destacaba la presencia de una decena de jóvenes (¿tendrán lugares en las listas además de posar para la foto?). Fiel a su estilo, Rodríguez Larreta no radicalizó su discurso contra el Gobierno y, en cambio, pidió superar la grieta, a la que calificó como “un negocio de los políticos que no sirve a la gente”.
Se perfila una semana de duras negociaciones para terminar de armar las listas de candidatos. El economista Martín Tetaz es propuesto por la UCR de Lousteau y su perfil de “profesional exitoso que se incorpora a la política para renovarla” podría calmar al ala dura del PRO, que reclama que el antikirchnerista Fernando Iglesias secunde a Vidal. La Coalición Cívica busca lugares para Paula Oliveto y Fernando Sánchez. Ocaña estará en la grilla de postulantes a diputado. La nómina de legisladores porteños, quizá liderada por Straface, incluirá por pedido de Macri a su secretario privado, Darío Nieto. Sin embargo, un veterano de la política advirtió que puede haber sorpresas: “Hasta que no se presenten las listas se puede caer cualquier candidato que parecía seguro”.
El miércoles próximo vencerá el plazo para oficializar las alianzas y frentes electorales y el 24 de julio, para la presentación de listas de precandidatos para las PASO, que se realizarán el 12 de septiembre. Para entonces ya estarán disipadas todas las incógnitas sobre las nóminas, incluidas las que competirán en la Provincia de Buenos Aires: la gran duda de hoy es si Jorge Macri, el intendente de Vicente López, irá con lista propia del PRO a las primarias para competir contra Santilli y la UCR. El efecto de la unidad porteña parece haberlo sensibilizado. Tras el lanzamiento de Vidal, publicó en Twitter: “Haber logrado la unidad en CABA es una gran noticia. Ahora todos tenemos que hacer un esfuerzo desde @juntoscambioar en la Provincia. Más allá de los nombres, unidad para ganar”.
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