El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, reconoció que espera que “no hay revanchismo” en el seno del Mercosur ante la decisión anunciada en la cumbre de mandatarios del bloque sudamericano de que su país avance de manera autónoma en negociaciones comerciales con otros Estados y, eventualmente, otras uniones supranacionales, en caso de que no haya consenso con Argentina, Brasil y Paraguay.
El mandatario uruguayo habló durante la noche -en un encuentro convocado para reconocer la labor del Grupo Asesor Científico Honorario (GACH) que aportó en la lucha contra la pandemia- tras una jornada que había empezado con la cumbre en la que su homólogo de Argentina, Alberto Fernández, le traspasó la Presidencia pro tempore del Mercosur al brasileño Jair Bolsonaro. En ese contexto, y ante la presencia del paraguayo Mario Abdo; el chileno Sebastián Piñera; David Choquehuanca, vicepresidente de Bolivia; Guillermo Lasso, de Ecuador; y Irfaan Ali, de Guyana, Lacalle Pou confirmó la decisión de iniciar diálogos con países extra Mercosur.
En esa instancia, afirmó que “Uruguay pretende avanzar con otros países y esto no significa vulnerar ni violentar la regla de consenso”, y agregó: “El mundo va muy rápido, se está entrelazando comercialmente. El final del COVID-19 va a hacer que estas negociaciones se disparen. El mundo va hacia allá y no nos va a esperar. Por eso, con tranquilidad, les queremos decir que hacia allá va el Uruguay. Ojalá vayamos todos juntos”.
Por la noche, el presidente uruguayo dio más detalles del contenido de la decisión diplomática tomada por su gobierno. “La apuesta es avanzar rápido todos juntos. Los uruguayos vamos a avanzar al amparo del ordenamiento jurídico del Mercosur, sin romper la regla de consenso. Pero entendemos que Uruguay puede unilateralmente avanzar si los otros países, por determinada situación interna deciden no hacerlo en lo que se refiere a acuerdos comerciales con otras naciones. Nosotros hacia allí vamos, esperemos que todos junto, pero sino, hacia allí vamos”.
Y aclaró que “esto no es cortarse solo, no es esa la voluntad nuestra, sino que es avanzar con todo el bloque, porque somos más grande y somos muchos y tenemos más peso en el concierto internacional, pero lo que no está dispuesto el Uruguay es quedarse quieto. Si los demás no avanzan y podemos avanzar, lo vamos a hacer”.
La aclaración surge porque el principal antagonista a esa postura fue Argentina y, en mucho menor medida, Paraguay, que exigen que se respete el criterio del consenso para tomar decisiones que tienen que ver con negociaciones por fuera del Mercosur. De hecho, el propio Alberto Fernández y Mario Abdo lo expresaron en la cumbre. Más en línea con Montevideo, Bolsonaro fustigó con dureza los pocos avances que tuvo el bloque durante la presidencia pro tempore Argentina. “No podemos permitir que el Mercosur continúe siendo visto como sinónimo de ineficiencia, desperdicio de oportunidades y restricciones comerciales. Para superar esta imagen negativa del bloque, el enfoque de Brasil ha sido la modernización de la agenda económica del Mercosur”, disparó Bolsonaro.
“Brasil tiene prisa. Los ministros y negociadores del Mercosur ya son conscientes de nuestra sed de resultados. Necesitamos lanzar nuevas negociaciones y concluir acuerdos comerciales pendientes, mientras trabajamos para reducir aranceles y eliminar otras barreras al flujo comercial entre nosotros y con el mundo. Queremos y lograremos una economía más aireada, más integrada al mundo, empresas más competitivas, trabajadores más productivos y consumidores más satisfechos“, continuó el brasileño.
Además, abundó sobre un criterio que desde Uruguay plantean de manera permanente, no sólo ahora, sino gobiernos anteriores, incluso de otros signos políticos, como el de Tabaré Vázquez y José Mujica, acerca de que el “consenso” que esgrime Argentina termina siendo el ardid para acallar la voz minoritaria. “La persistencia de puntos muertos, el uso de la regla del consenso como instrumento de veto y el apego a visiones arcaicas y sesgos defensivos tendrán el único efecto de generar escepticismo sobre el Mercosur. Brasil no parará en sus esfuerzos por modernizar su economía sociedad. Queremos que nuestros socios sean nuestros socios”, lanzó Bolsonaro.
En la conferencia de prensa que brindó a la noche, Lacalle Pou confirmó que “ya hay caminos trazados con varios países y algún bloque” para negociar acuerdos comerciales, pero evitó dar precisiones, ni siquiera al ser mencionado China como uno de los eventuales interlocutores de Montevideo. “No descartamos nada, mientras signifique más comercio, prosperidad, generación de divisas y trabajo”.
En ese contexto, al presidente uruguayo le consultaron sobre la posibilidad de que la confirmación de un camino unilateral pudiera traer consecuencias o represalias: “No debería, hay que separar los tantos. No creo que haya revanchismo en ninguno de los socios, hay que separar bagre de tararira”. “Estamos en el Mercosur, creemos en el Mercosur y en la región, pero creemos que hay que modernizarlo”, afirmó Lacalle.
La voz del líder uruguayo contrastó con la de Alberto Fernández, quien en la Cumbre del Mercosur, en su discurso de cierre de la presidencia pro tempore de Argentina envió una réplica directa hacia su par uruguayo. “Es a través de más integración regional y no de menos integración regional, que estaremos en mejores condiciones de producir, comerciar, negociar y competir”, planteó Alberto Fernández que, aunque no hizo mención puntual al anuncio del gobierno de Luis Lacalle Pou, amplió: “La Argentina reafirma una vez más que ‘nadie se salva solo’ y que un Mercosur de corazón solidario es la nave insignia de su estrategia de integración“.
En medio de los dardos cruzados de Brasil y Uruguay hacia Argentina, la cuarta voz, la de Abdo Benítez, pareció inclinarse hacia la Casa Rosada, aunque reconoció la necesidad de reformas urgentes que permitan atender todas las miradas: “Para el Paraguay, el Mercosur está integrado por cuatro miembros, más todos los que vienen a sumarse. No un Mercosur de 3 o de 2. No quiero terminar esta cumbre con la percepción de que hubo un retroceso. Tenemos la obligación indelegable de hacer todo lo que esté a nuestro alcance para evitar ese retroceso”, expresó el mandatario.
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