Los ex ministros de Cambiemos Jorge Faurie y Patricia Bullrich coincidieron en que podría ser una “operación política” la denuncia de Bolivia de que el gobierno de Mauricio Macri envió material bélico a ese país para supuestamente colaborar con la represión de quienes participaron de las protestas de 2019 tras la salida del poder de Evo Morales.
La acusación fue efectuada este jueves por el ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, Rogelio Mayta, y apuntó a los gobiernos de la Argentina y de Ecuador por haber enviado “municiones y pertrechos para que se ejecute la represión policial y militar” y “consolidar el gobierno que rompía el orden constitucional”.
La prueba aportada consiste en una nota que el jefe de la Fuerza Aérea, general Jorge Gonzalo Terceros Lara, le envió el 13 de noviembre de 2019 al embajador argentino Normando Alvarez García en la cual le agradecía por la “colaboración prestada” y detalla una lista de “material bélico” enviada por nuestro país en la cual hay “40 mil cartuchos AT12/70; 18 gases lacrimógenos en spray MK-9; 5 gases lacrimógenos en spray MK-4; 50 granadas de gas CN; 19 granadas de gas CS, y 52 granadas de gas HC”.
Tras la denuncia, Alberto Fernández le envió una carta al presidente boliviano Luis Arce en la cual le pidió disculpas “en nombre del pueblo argentino” por la “colaboración del gobierno de Macri con las fuerzas que perpetraron el golpe de Estado contra el gobierno constitucional del presidente Evo Morales”.
Por la noche, la ministra de Seguridad, Sabina Frederic, publicó en Twitter que, por indicación del Presidente, había “ordenado a los jefes de las Fuerzas Federales que informen, en las próximas 72 horas, las responsabilidades en el envío de material policial antitumulto u otro al Estado Plurinacional de Bolivia para colaborar con el golpe de Estado de noviembre de 2019″.
Faurie, canciller del gobierno de Cambiemos entre junio de 2017 y diciembre de 2019, aseguró a Infobae que “la Cancillería no intervino en el envío de ningún tipo de material de ninguna índole” y, al mismo tiempo, dijo que “durante esos episodios se le dio indicación al embajador Normando Alvarez García para que fueran recibidos los funcionarios del gobierno de Evo Morales que se sentían inseguros y pedían la protección de la embajada argentina”, y destacó que “algunos permanecieron una semana, otros diez días e inclusive estuvo la mujer de Alvaro García Linera, que era el vicepresidente”.
Por eso el ex funcionario señaló que “hay tufillo de una operación política” porque la nota “fue enviada al embajador por un jefe militar, aunque habitualmente las instituciones militares se comunican a través de las agregadurías militares”. “Es raro que dos años después hayan sacado de la galera una nota que un jefe militar le manda al embajador y al mismo tiempo aparece una carta del presidente argentino”, dijo.
Por su parte, Patricia Bullrich, quien fue ministra de Seguridad del gobierno de Cambiemos, también fue contundente cuando Infobae le preguntó si el material bélico había salido de la cartera a su cargo: “De ninguna manera. Nosotros no”, afirmó. A continuación dijo que quería llamar al embajador argentino para pedirle precisiones sobre este tema y destacó que todavía no había hablado con Macri.
Con respecto si el gobierno de Cambiemos había adoptado una postura contraria a Evo Morales durante la crisis de 2019 en Bolivia, señaló que “todo lo contrario, tuvimos funcionarios en nuestra embajada y los custodiamos para que salieran del país, y también a periodistas argentinos”.
Bullrich, además, coincidió con Faurie en que la denuncia podría ser una “operación política”. Sobre este punto, el ex canciller fue más lejos: “Me suena a una operación para involucrar todo lo que se pueda a Macri, al que están tratando de perjudicar en función de que no quedó en primera línea para la campaña, y, al mismo tiempo, con esto tratan de tapar el desastre que han hecho en el Mercosur”.
Faurie negó que el gobierno de Cambiemos se haya involucrado en el conflicto de Bolivia: “La no intromisión en cuestiones internas de otros países es una regla de oro de la Cancillería. Nosotros preguntamos qué es lo que establecía la Constitución en casos como ése y de allí surgió que debían convocar a elecciones lo más rápido posible. Lo más importante fue cuidar la vida de quienes se sentían amenazados”.
También descartó que el Ministerio de Relaciones Exteriores se pudiera haber enterado si otro ministerio hubiera enviado material bélico a Bolivia: “La Cancillería no es un órgano de control, como algunos querrían -dijo-, sino que da instrucciones de los temas que tienen que ver con nosotros, así como los agregados militares cumplen instrucciones del Ministerio de Defensa en función de lo que tienen que hacer ellos”.
“Pero en esta denuncia hay algo raro -agregó-. El gobierno de Fernández tuvo gestos hacia Evo Morales y a lo mejor se sienten de algún modo vinculados para defender las inquietudes que tenga Bolivia”.
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