En un duro discurso, el presidente Alberto Fernández encabezó este mediodía el acto central por la conmemoración del 205° aniversario de la Declaración de Independencia, y dio un mensaje sobre la orientación de la gestión del Frente de Todos en dos temas cruciales de la agenda gubernamental, como la negociación de la deuda externa y la adquisición de las vacunas.
Su intervención incluyó una frase que algunos interpretan como respuesta a Máximo Kirchner: “Nunca esperen de mí que firme algo que arruine la vida del pueblo argentino, nunca. Espero que me entiendan, porque si alguien espera que yo claudique ante acreedores o laboratorios se equivoca, no lo voy a hacer, antes me voy a mi casa. No tendría cara para entrar a esa sala (en alusión a la Casa de Tucumán) si hiciera algo semejante”.
El diputado nacional, hijo de la vicepresidenta Cristina Kirchner, había dicho ayer en el Congreso que no quiere un país que ceda ante los caprichos de los laboratorios extranjeros a pocos días de que el Presidente haya anunciado modificaciones en la ley de vacunas que permitirán el ingreso de inoculantes de compañías americanas.
En el momento de mayor efervescencia de su mensaje, Alberto Fernández cuestionó a quienes le reprochaban que “tenía un problema ideológico con una empresa norteamericana, que es la mayor proveedora de medicamentos del Estado argentino”, en relación al laboratorio Pfizer. Y argumentó con una crítica abierta dirigida a Juntos por el Cambio: “Simplemente nos costaba ponernos de acuerdo en los términos de un contrato. Cuando pongo mi firma, estoy comprometiendo a generaciones. Me hubiera encantado que piensen así quienes se endeudaron con el FMI. Si hubieran pensando en el futuro, hoy millones de jóvenes no lo tendrían hipotecado”, sostuvo.
“¿Argentina sabe que de acá a fin de año tenemos compromisos por $5.000 millones de dólares con el Fondo Monetario por un gobierno que asumió esos compromisos hace dos años atrás?”, preguntó Fernández de manera retórica. “Todos los días peleamos para que la Argentina se ponga de pie y contra los que quieren ver al país arrodillado”, exclamó.
“Si tenemos coraje, valentía y nos unimos para entender de una buena vez por todas que nadie se salva solo, y que además de ser libres e iguales debemos ser fraternos y solidarios con el otro, todo va a ser más fácil”, afirmó el mandatario durante la actividad junto al gobernador de Tucumán, Juan Manzur.
Sobre la situación epidemiológica por la pandemia de coronavirus Covid 19, el jefe de Estado remarcó: “Estamos atravesando un tiempo único para la humanidad, un tiempo claramente frustrante que nos impide hacer muchas cosas”. Y pidió seguir cuidándose porque “este tiempo de privación es para que no nos arrebaten la vida hoy, para que no nos arrebaten la vida de nuestros afectos”.
“Les garantizo que no vamos a parar de vacunar en estos meses a cada argentina y argentino, y el país que nos merecemos vamos a empezar a construirlo entre todos aunque algunos insistan en dividirnos”, finalizó.
Disculpas a Bolivia
En un pasaje de su intervención, el presidente Alberto Fernández pidió “disculpas al pueblo de Bolivia porque un gobierno argentino haya mandado armamentos para parar la protesta de un pueblo que se levantaba contra un golpe militar”.
Ayer, el gobierno boliviano de Luis Arce denunció que la administración de Mauricio Macri proveyó de manera clandestina “material bélico” al régimen de Jeanine Áñez para reprimir protestas sociales contra Evo Morales, en plena crisis y quiebre institucional de 2019.
”Mi modelo no está en los que mandan balas de goma a Bolivia. Mi modelo sigue siendo (José) de San Martín, (Martín Miguel de) Güemes y (Manuel) Belgrano”, ratificó el Presidente.
Por su lado, el gobernador Manzur indicó que “la Argentina nació aquí, en el interior, en el norte, en Tucumán y reflexionó que “esta Argentina grande, extensa, rica y diversa, pero con idiosincrasias culturales diferentes, es lo que nosotros somos”.
En la actividad estuvieron presentes el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; los ministros del Interior, Eduardo de Pedro, y Cultura, Tristán Bauer; el secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello; y la directora de la Casa Histórica, María Cecilia Guerra. Participaron además la primera dama, Fabiola Yañez, y la esposa del gobernador tucumano, Sandra Mattar Sabio.
Durante la ceremonia, se realizó un homenaje a los próceres del 9 de julio de 1816 y se colocaron ofrendas florales y de laureles al pie de la mesa donde se realizó la histórica Jura. Además, la Orquesta Juvenil Rolando “Chivo” Valladares y el dúo Perota Chingó interpretaron las canciones “Sube, sube, sube” y “En el país de la libertad”, respectivamente.
A continuación, el jefe de Estado saludó a trabajadores esenciales y a empleados de la Casa Histórica de Tucumán que se encontraban presentes.
El 9 de julio de 1816, los representantes de las Provincias Unidas del Río de la Plata, reunidos en el Congreso de Tucumán, declararon la independencia argentina de la monarquía española y frente a toda dominación extranjera.
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