La Cámara Nacional Electoral rechazó el pedido del juez bonaerense Alejo Ramos Padilla para que se convoque a veedores nacionales e internacionales para los próximos comicios legislativos en ese distrito, tras las críticas del ex presidente Mauricio Macri sobre el magistrado. El tribunal señaló que la ley no contempla esa figura pero dejó abierta la posibilidad de citar a visitantes extranjeros de otras justicias electorales.
La Cámara, en un oficio que lleva la firma de su vicepresidente Daniel Bejas, sostuvo que “nuestro país no cuenta con normas legales que regulen ese tipo de actividad, ni existe por lo tanto, el estatus técnico de observadores electorales”. El tribunal explicó que sí está contemplada la figura de visitantes extranjeros o especiales de asociaciones que la Cámara integra con otros tribunales electorales del continente y que analizará si los invita para los comicios de septiembre y de noviembre, pero siempre con el condicionante de las restricciones por la pandemia del coronavirus.
El veedor es un rol que se usa en muchos procesos públicos por el cual distintas personas -locales o internacionales- lo analizan, fiscalizan su transparencia y eventualmente pueden presentar informes o denuncias. Esa figura se suele utilizar en elecciones.
La pelea entre Macri y Ramos Padilla se generó tras los dichos públicos del ex presidente hace unas semanas. “¿Quién es el nuevo juez electoral en la provincia de Buenos Aires? ¿Es un juez ecuánime o militante? Es Ramos Padilla, un juez militante. Son avances que veo, aquellos que subestiman allá ellos, yo no subestimo”, dijo en una entrevista con el canal Todo Noticias (TN).
Las críticas se arrastran de cuando Macri era presidente de la Nación. Ramos Padilla era entonces juez federal de Dolores donde investigó por espionaje ilegal al falso abogado Marcelo D’Alessio, a quien procesó junto al fiscal federal Carlos Stornelli. El magistrado expuso sobre la causa en el Congreso Nacional y el gobierno lo denunció. “Ramos Padilla no es un juez ecuánime, espero que el Consejo de la Magistratura lo destituya”, dijo Macri en marzo de 2019. El Consejo rechazó la denuncia.
La primera reacción a los dichos de Macri fue de la Cámara Electoral. La semana pasada le pidió al Consejo que públicamente explique cómo se designa a un juez para alejar cualquier suspicacia sobre el nombramiento de Ramos Padilla. “La Justicia nacional electoral argentina no solo goza de un reconocido prestigio en la región, sino que ha tenido un rol cabal en asegurar el correcto desarrollo de los procesos electorales, cuya legitimidad nunca ha sido cuestionada desde la recuperación democrática en la década del ochenta”, dijeron los camaristas Bejas, Santiago Corcuera y Alberto Dalla Vía.
Y luego Ramos Padilla -quien en febrero asumió como titular del Juzgado Federal 1 de La Plata, que tiene la competencia electoral en la provincia de Buenos Aires- hizo un planteo en la Cámara. Le pidió que para los comicios en la provincia convoque a veedores nacionales e internacionales “para descartar cualquier posibilidad de sospecha acerca de la transparencia con la que se habrá de llevar adelante el proceso electoral en la provincia de Buenos Aires, evitar todo tipo de suspicacias, asegurar la tranquilidad de todos los participantes, fortalecer la confianza de los ciudadanos en el desarrollo y transparencia del proceso electoral y la legitimidad de las autoridades elegidas”.
“Las dudas en el imaginario colectivo acerca de la regularidad de un proceso electoral, tal como lo destacaron Vuestras Excelencias, afectan no solo la ‘confianza pública’ sobre el mecanismo de designación de autoridades sino que vician el mandato de quienes asuman la función pública en tales condiciones”, agregó.
La respuesta de la Cámara llegó hoy. “Desde la sanción de la ley ´Sáenz Peña´ (N° 8871, de 1912), le fueron asignadas a los jueces federales con competencia electoral las atribuciones de organización y control de los comicios nacionales, para asegurar la genuina expresión de la voluntad popular. La justicia nacional electoral ha cumplido esa tarea de modo cabal, ininterrumpido y sin mediar cuestionamientos a la legitimidad de los procesos electorales, desde -al menos- el restablecimiento de las instituciones de la República, a principio de la década del ochenta”, sostuvo el camarista Bejas.
Luego explicó que la legislación argentina no contempla la figura del veedor electoral y que desde 1991 la Cámara integra asociaciones internacionales con otras justicias electorales del continente en donde está el rol del visitante extranjero o especial. “En esta ocasión, el Tribunal evaluará la modalidad de llevar a cabo dicha práctica, habitual y continua -del mismo modo que las actividades de acompañamiento cívico- en el particular contexto sanitario motivado por la pandemia de Covid-19″, planteó el tribunal.
SEGUIR LEYENDO: