Desde este martes, agrupaciones sociales y políticas comenzaron una protesta en el centro de la ciudad de Buenos Aires para pedir por la liberación de Milagro Sala, en el marco de los 2.000 días de la detención de la líder de la Tupac Amaru que se cumplirán esta semana. Los militantes ocuparon la Plaza de Mayo con gazebos y carpas. Según comunicaron, permanecerán allí hasta el fin de semana y realizarán diferentes actividades.
Los adherentes a la manifestación organizada por el Comité por la Libertad de Milagro Sala empezaron a llegar al lugar en horas del mediodía con banderas, carteles, bidones de agua, garrafas, alimentos y otras provisiones. A lo largo de estos días, de acuerdo a lo que adelantaron en redes sociales lo organizadores, se llevarán a cabo distintos actos, radios abiertas, ollas populares, una misa interreligiosa, una muestra fotográfica y la presentación de un libro, entre otras intervenciones programadas hasta el viernes frente a la Casa Rosada.
El coordinador nacional de la organización Tupac Amaru, Alejandro Garfagnini, dijo a Télam que “la idea es colocar una carpa por cada día que lleva Milagro (Sala) detenida”. De esta manera, subrayó el dirigente, se busca representar la cantidad de días que cumplirá el jueves encarcelada la dirigente social.
Garfagnini remarcó que la protesta es a favor de Sala y también para que “cese la detención arbitraria de compañeros y compañeras”. En ese sentido, entre los concurrentes se vieron banderas de apoyo al piquetero Luis D’Elía. También se observaron otras de agrupaciones como Envar El Kadri, CTD Aníbal Verón y Movimiento Popular (MP) La Dignidad.
De la protesta participaban además dirigentes y militantes de MTL, el Movimiento Octubres y el Movimiento Evita, referentes de pueblos originarios, de la CTA Capital Federal y el partido MILES.
El último fin de semana hubo manifestaciones similares solidarias con Milagro Sala en distintas ciudades europeas, como en París (frente a la emblemática torre Eiffel), Francia, y en Bruselas, Bélgica.
La referente social vinculada al kirchnerismo está bajo arresto desde 2016 y hoy cumple prisión domiciliaria en la provincia de Jujuy. Tiene varias condenas en contra: en la más reciente, la Justicia jujeña agravó la pena por el escrache que organizó en contra del gobernador (en aquel momento, senador) Gerardo Morales y el entonces titular de la Auditoría General de la Nación (AGN), el fallecido dirigente radical Leandro Despouy, en un encuentro que se había convocado en 2009 en el Consejo de Ciencias Económicas de la capital jujeña. A ambos, los militantes de Sala los agredieron, con huevazos y elementos contundentes que les arrojaron, junto a una serie de amenazas.
Por ese hecho, la dirigente social había sido condenada a tres años. Pero el mes pasado, un tribunal oral de Jujuy le sumó otros seis meses a la pena, de cumplimiento efectivo, al encontrarla responsable de los delitos de daño agravado y amenazas coactivas, en calidad de instigadora. De esta manera, la dirigente social quedó al borde de volver a la cárcel.
Sala tiene otras tres condenas previas. Primero fue condenada a 4 años en la causa de Lucas Arias, un dirigente de la organización Corriente Clasista Combativa (CCC) agredido dentro de las oficinas del Ministerio de Infraestructura de Jujuy, y luego a 2 años por las amenazas de bomba a policías de una comisaría de la ciudad de San Salvador de Jujuy.
En tanto, por el expediente denominado “Pibes Villeros”, más conocido por los bolsos con dinero en efectivo que se retiraban del banco, recibió una condena a 13 años de prisión. Sin embargo, el kirchnerismo duro hizo este verano una campaña para que el presidente Alberto Fernández firme el indulto.
Fotos: Maximiliano Luna
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