Finalmente el neurocirujano Facundo Manes se lanzó este sábado como precandidato a diputado por la provincia de Buenos Aires. Luego de varias reuniones y recorridas, en donde cosechó el clamor popular y encolumnó a todas las líneas internas del radicalismo, el especialista se lanza a la arena política con dos objetivos. Uno de corto plazo, que es ganar la interna, y otro de largo que tiene que ver con posicionar a la UCR como líder de la coalición de cara al 2023.
La decisión de postergar 24 horas la presentación en sociedad de Manes como candidato tuvo que ver con que él pidió hacerlo en respeto a los cuerpos orgánicos del radicalismo, ya que se realizará en simultaneo con la reunión del congreso radical de la provincia de Buenos Aires.
El radicalismo bonaerense está presidido por Maximiliano Abad, uno de los dirigentes, junto al senador Martín Lousteau y hombre fuerte del radicalismo porteño, que acompañaron a Manes a Jujuy para celebrar la victorIa de Gerardo Morales.
Luego del lanzamiento, se aguarda ahora que se conozcan algunos nombres que acompañarán a Manes en la lista que competirá en las primeras abiertas y obligatorias de Juntos por el Cambio contra, hasta ahora, Diego Santilli, Emilio Monzó y Jorge Macri.
El primero de los nombres que el radicalismo saldrá a mostrar es el de Margarita Stolbizer. La presidenta del Partido Gen venía en conversaciones con Juntos por el Cambio pero señalaba que no encajaba con el perfil de Jorge Macri ni de Diego Santilli. Con esta convocatoria, Stolbizer volvería a estar en una lista encabezada por un radical, el partido en el que militó hasta 2007.
A este nombre se le sumarían dirigentes provinciales del radicalismo y otros de Cambiemos que desde que de diciembre de 2019 no tienen mucho contacto con los miembros más sobresalientes del PRO, como por ejemplo Emilio Monzó.
Facundo Manes será la punta de lanza de la estrategia que viene realizando el radicalismo en donde hay una pelea de corto y otra de largo plazo. Luego de las internas en las principales provincias, y con los liderazgos resueltos, el partido centenario encara un proceso de renovación con miras a volver a ocupar el despacho principal de la Casa Rosada.
“Nosotros ya pagamos. Y ya acompañamos. Es el momento de que ellos paguen el desastre que hicieron y que acompañen. Es nuestro turno”, repiten los radicales desde todos los rincones. En esa estrategia es que Manes empieza a jugar un rol primario fundamental. En el radicalismo entienden que le ganan a un PRO que llega dividido a las PASO.
Una vez que se logre este primer objetivo y con una lista en donde se reunirían radicales, el GEN, y posiblemente el peronismo dialoguista de Emilio Monzó, la UCR seguirá apostando “a la política, que es lo que le faltó a Cambiemos” para ir avanzando en los casilleros que necesita para ser quienes comanden la coalición.
En estas elecciones, para mantener la misma cantidad de legisladores, Juntos por el Cambio debe repetir los números de la elección de 2017, favorables para el entonces macrismo y motorizados por triunfos en la Ciudad de Buenos Aires y las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Mendoza y Córdoba.
La coalición, que en la Cámara baja encabeza el radical Mario Negri, pone en juego 60 de las 115 bancas. El PRO renueva 26 de sus 53, la UCR 26 de 46, la Coalición Cívica 7 de sus 14 miembros y el Frente Cívico y Social de Catamarca renueva una.
Pero en el caso de la provincia de Buenos Aires, el primero de los pasos de la UCR es modificar la balanza dentro de la fuerza. En Juntos por el Cambio finalizan su mandato 14 diputados de los que 8 son del PRO, 3 de la UCR y 3 de la Coalición Cívica. La intención del centenario partido tiene un primer paso que es el de imponerse en la interna y, luego, “comerse” los diputados de los demás socios así sumar poder dentro del bloque.
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