Fabián Gutiérrez fue torturado “por un largo tiempo”. Sus agresores incluso le aplicaron tres puntazos cuando ya estaba muerto. A un año del brutal crimen, la Justicia sigue afirmando que los responsables fueron los tres jóvenes detenidos al comienzo de la investigación: Facundo Zaeta, Facundo Gómez y Pedro Monzón. El juez Carlos Narvarte los procesó por “homicidio doblemente calificado por ensañamiento y alevosía y para preparar, facilitar, consumar u ocultar otro delito o para asegurar sus resultados o procurar la impunidad para sí o para otro, o por no haber logrado el fin propuesto al intentar otro delito”.
El procesamiento ya atravesó dos instancias de revisión. El magistrado ahora tiene previsto ordenar dos o tres medidas de prueba complementarias y luego iniciará el proceso para elevar la causa a juicio oral, pudo saber Infobae de fuentes judiciales. Entre los datos que faltan, figura el contenido del teléfono de Gutiérrez.
El celular del ex secretario fue enviado el año pasado a la sede de Gendarmería en la ciudad de Buenos Aires, donde funciona un Laboratorio de Forensia digital de primer nivel, pero nunca se pudo acceder al contenido. En cambio, los expertos lograron abrir otros cuatro aparatos.
Primer dato sugestivo: el sobre donde estaba guardado el celular de Gutiérrez llegó abierto. Así lo denunció en ese entonces el abogado Carlos Telleldín, que representa a los hermanos Zaeta. “Falló la cadena de custodia, el sobre estaba aperturado”, confirmó a Infobae una fuente que conoce los detalles de ese trámite. En cambio, en el juzgado que está a cargo de la causa le restan importancia a esa supuesta irregularidad: “Son cosas que dicen las partes en un expediente”.
Cuando comenzaron a trabajar sobre el teléfono de Gutiérrez, los expertos de Gendarmería se encontraron con otro dato llamativo: el teléfono tenía una suerte de pegamento en el “pin de carga”. Lo limpiaron y lo sometieron a un sofisticado equipo de desbloqueo que adquirió la fuerza en octubre de 2019. Se trata de la solución “UFED PREMIUM” de la firma israelí Cellebrite. Solo se utiliza en casos de emergencia o de alta repercusión.
El equipo se compró con una serie de “tickets” de desbloqueo. “Esos tickets son caros, alrededor de 5 mil dólares cada uno, por eso se utiliza en pocos casos”, explicó un experto.
El celular de Gutiérrez no se pudo desbloquear por un problema técnico, tal como informó ayer el diario Clarín. “La versión del sistema operativo (el IOS) del teléfono no era compatible con la solución de Cellebrite”, detalló esa misma fuente. Cuanto más nuevo es el teléfono, más complicado es acceder al contenido. No obstante, se pudo “una extracción parcial de información” de algunos contenidos multimedia. Nada sustancial para la investigación.
La única solución a la vista es acceder a la “nube” del teléfono. Para eso se necesita una autorización de Apple, que suele tardar meses en responder. El juez Narvarte espera una respuesta, pero en poco tiempo podría cerrar la investigación sin ese dato. “El teléfono es un dato más, el hecho y los autores están probados”, dijo una fuente de la causa ante una consulta de este medio.
La respuesta sorprende porque el teléfono suele ser clave para resolver decenas de causas penales. Pero además en este caso podría servir para otras investigaciones sobre los negocios del ex secretario de Cristina. De hecho, Gutiérrez está procesado por lavado de dinero.
En ese expediente, donde se llegaron a identificar 36 propiedades, 35 autos de lujo y tres embarcaciones, también están procesadas su mamá, Teresa Amalia García, y su media hermana, Valeria Alejandra Martinovich. La investigación arrancó en 2017 en el juzgado de Marcelo Martínez De Giorgi, por una denuncia de la Unidad de Información Financiera (UIF), y terminó anexada a la causa de los cuadernos de las coimas. Tras la muerte de Claudio Bonadio, el expediente volvió a quedar en manos de Martínez De Giorgi.
Gutiérrez había trabajado en el gobierno de Santa Cruz cuando al frente estaba Néstor Kirchner. Con su llegada a la Presidencia de la Nación pasó a trabajar en la Casa Rosada. Y luego fue secretario de Cristina Kirchner entre diciembre de 2007 y enero de 2010.
El ex secretario fue asesinado la noche del 2 de julio del año pasado, pero su cuerpo fue encontrado dos días después: estaba enterrado en una casa del barrio Aeropuerto Viejo.
El objetivo del magistrado de El Calafate es elevar la causa a juicio entre julio y agosto. ¿Los tres procesados son los únicos responsables? “Con los datos que tenemos ellos son los autores del crimen, pero puede haber encubridores”, dijeron en Tribunales. Los abogados de la querella, de hecho, sospechan que participó al menos una persona más.
Antes de firmar la elevación a juicio, el juez deberá escuchar la opinión de la fiscal del caso, Natalia Mercado, la sobrina de la vicepresidenta, quien nunca se apartó del expediente.
El procesamiento de los tres jóvenes fue confirmado en diciembre pasado por el magistrado de Recursos de Santa Cruz, Nelson Sánchez. “Los tres imputados estuvieron presentes en la escena del crimen, puedo presumir que todos participaron de la golpiza hasta que uno de ellos, probablemente Facundo Zaeta le provocare la muerte por estrangulamiento”, dice esa resolución.
Sobre el móvil del crimen, ese juez ratificó la teoría del robo y del botín que nunca apareció: “Nos encontramos con elementos que dan cuenta que había un plan desarrollado entre los imputados para llevar a cabo un robo tendiente a apoderarse de una suma de dinero en dólares que presuntamente tenía en su domicilio el Sr. Fabián Gutiérrez”.
En mayo, el Tribunal Superior de Justicia de Santa Cruz rechazó un recurso de casación presentado por la defensa de los hermanos Zaeta y dejó firme los procesamientos iniciales. Si no hay sorpresas, los tres jóvenes irán a juicio en poco tiempo.
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