“Es tu casa, sabes que estamos muy contentos de la sorpresa, de la visita, a Lomas”. Con esas palabras, el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde saludó a la vicepresidenta y dirigente central del Frente de Todos, Cristina Kirchner, al lanzar el plan Conectar Igualdad, Lomas de Zamora. El jefe comunal del distrito de la Tercera sección electoral eligió una fecha particular para la entrega de 10 mil tablets a estudiantes de escuelas públicas del distrito, ya que un día como hoy pero de 2015 se llegaban a las 5 millones de entregas de notebooks bajo el plan Conectar Igualdad, durante el último período presidencial de Kirchner. Por eso, para cerrar la ceremonia, Insaurralde invitó a la Vicepresidenta, quien devolvió la gentileza al cierre del evento.
A diferencia del acto en el Hospital de Niños de La Plata, realizado hace 17 días donde la ex presidenta también fue la última oradora en aquella jornada, esta vez la logística corrió por cuenta del municipio de Lomas de Zamora. En La Plata todo había sido organizado por la administración de Axel Kicillof. Esta vez, Insaurralde fue quien invitó a la vicepresidenta y desde ayer miércoles ya corría con fuerza el rumor de CFK aparecería nuevamente en escena. En la tarde de este jueves se confirmaba el trascendido.
Como había contado Infobae, Cristina ya juega al factor sorpresa. Sus actividades en la campaña legislativa del Frente de Todos serán en esa línea: apariciones esporádicas sin mayor introducción y frecuentemente por el conurbano bonaerense, como la que ocurrió este jueves en Lomas de Zamora. Uno de los argumentos que se esgrime sobre porqué la vicepresidenta hace apariciones sorpresa tiene que ver que una convocatoria para un acto que la como protagonista y en el Gran Buenos Aires puede arrojar una foto no deseada en contexto de pandemia: gente amuchada, sin distanciamiento y rompiendo todo tipo de protocolos.
Más allá de la presencia de Cristina Kirchner -y la ausencia al presidente Alberto Fernández- el acto de este jueves dejó una foto política que viene repitiéndose y retoma valor interno en el contexto político del Frente de Todos en territorio bonaerense y es que el jefe comunal de Lomas transita el camino para ser el referente definitivo de los intendentes oficialistas.
No es novedad que Insaurralde cerró filas con el diputado nacional Máximo Kirchner para las definiciones de listas seccionales en 2019 y luego -ya mediados del 2020- fue quien planteó que sea Kirchner la persona que tenía que conducir el PJ bonaerense. Un plan trabajoso que se terminó de ejecutar hace semanas luego de algunos vaivenes internos, puntualmente el rechazó de su par de Esteban Echevarría, Fernando Gray. Desde entonces Insaurralde no se corrió de ese lugar.
En el acto de este viernes hubo varios intendentes. La mayoría de la Tercera sección electoral Mario Secco (Ensenada), Andrés Watson (Florencio Varela), Alejandro Granados (Ezeiza), Mariano Cascallares (Almirante Brown), Marisa Fassi (Cañuelas), Juan José Mussi (Berazategui), Hernán Y Zurieta (Punta Indio), Nicolás Mantegazza (San Vicente), Alejo Chornobroff (Avellaneda) y Fabián Cagliardi (Berisso), llegaron hasta el polideportivo ubicado en el Parque Municipal de Lomas de Zamora. También lo hicieron los intendentes de la Primera sección electoral, Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas) y Federico Achaval (Pilar).
Cristina Kirchner todavía le considera a su favor que haya sido el candidato a diputado nacional del Frente para la Victoria en las elecciones legislativas de 2013 cuando enfrentó al entonces intendente de Tigre, Sergio Massa y su Frente Renovador, el sector peronistas que había roto con el kirchnerismo. Aquella elección fue un duro golpe para el oficialismo e Insaurralde puso el cuerpo de esa campaña que tenía como lema “En la vida hay que elegir”. Seis años más tarde, con el paso del tiempo, los cafés de por medio, la coyuntura y el contexto político y económico todos los sectores volvieron a estar bajo el mismo techo: el Frente de Todos.
Recostado definitivamente en el kichnerismo, Insaurralde hoy tiene silla asegurada en la mesa de los lunes, muestra sintonía plena con la intendenta de Quilmes, la camporista Mayra Mendoza -a quien durante el acto le deseó una pronta recuperación de su intervención quirúrgica- y es un intendente de consulta permanente para Kicillof.
Al gobernador lo ve casi todos los lunes en los encuentros donde los principales rostros del Frente de Todos como Kicillof, Massa, Máximo Kirchner y los ministros nacionales Wado de Pedro (Interior), Jorge Ferraresi (Hábitat), Gabriel Katopodis (Obras Públicas); además del ministro de Desarrollo de la Comunidad y secretario general de La Cámpora, Andrés Larroque (hoy también presente en Lomas de Zamora), definen la agenda de gobierno y cómo preparar la campaña. Al inicio de la semana, Insaurralde suele trasladase a La Plata. En su entorno le restan trascendencia a esas reuniones. Sin embargo, él y el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, son los únicos jefes comunales en funciones que participan de esos encuentros.
Claro que, como contó Infobae, esta decisión también encendió el malestar de los intendentes peronistas de la Primera sección electoral que hoy no tienen participación en esa mesa política. El peronismo K trabaja más aceitado en la Tercera que en la Primera sección electoral.
En el conurbano norte y oeste el albertismo que impulsaron sobre todo los intendentes de Hurlingham, Juan Zabaleta y de Ituzaingó, Alberto Descalzo, nunca terminó de prender y los jefes comunales evidencian algunos matices entres sí.
Insaurralde también fue uno de los pocos intendentes que logró injerir en la estructura de gobierno de Kicillof. El titular de Loterías y Casino de la Provincia, que depende de la Jefatura de Gobierno bonaerense, es Omar Galdurralde, un hombre de su confianza.
“Felicitaciones Martín por las 10 mil computadoras”, le dijo la Vicepresidenta al cerrar el acto. Intendente desde el 2009, con un paso como diputado nacional, no tiene posibilidad de reelección en 2023, salvo que se modifique o judicialice la ley que limita la reelección indefinida de intendentes en la provincia de Buenos Aires. El jefe comunal se siente cómodo en el rol de gestión y armador para el peronismo. Desde hace un tiempo adoptó un bajo perfil que lo lleva a esquivar declaraciones, pero intervenir en la mesa de decisiones del oficialismo bonaerense.
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