El prestigioso neurólogo Conrado Estol advirtió sobre la crítica situación que podría enfrentar la Argentina frente a la variable Delta de coronavirus si no cambia sus políticas sanitarias.
Varado en Nueva York -no puede regresar al país porque le cancelaron el vuelo-, el especialista precisó que frente al avance de Delta el mundo se puede dividir en dos tipos de países: “Los que tienen gran parte de su población vacunada con esquema completo y se pueden defender y los no vacunados como el nuestro, donde van a aumentar mucho los casos y las muertes”.
La proyección se explica en la transmisibilidad de esta variable de COVID-19. “Delta es la primera variante que va a ser global. Alfa, la del Reino Unido, era 40% más contagiosa que la variante original. Y Delta es 40% más contagiosa que Alfa. Como se transmite más fácil, se infectan más personas y siempre hay un porcentaje que va a tener una versión grave de la enfermedad y va a morir”, precisó.
En países como Israel y Reino Unido, donde gran parte de la población recibió dos dosis de alguna de las vacunas contra el coronavirus, Delta provocó un aumento de los contagios pero no de las internaciones. En cambio, países como Rusia e Indonesia que aún están atrasados en sus campañas de inmunización están atravesando una grave crisis sanitaria.
“La proporción de vacunados es muy importante. Los que tienen vacunados hasta el 30% de su población tienen tres veces más infectados cada 100 mil habitantes que los que tienen 60 por ciento. Por eso estamos viendo que el Reino Unido, que tiene el 85% de su población con una dosis y 60% con dos, tiene mucho aumento de infecciones con mínimas hospitalizaciones”, informó.
En el otro extremo, Rusia e Indonesia: “Están teniendo un caos, igual que África. En Uganda hubo 30 muertos en una terapia intensiva en donde se les terminó el oxígeno. Zambia, Namibia acumulan los cadáveres. En Sudáfrica, tercera ola muy grave. Ya no los defiende lo que los defendía antes de las otras variantes, que no hay exceso de peso y la gente se mueve al aire libre”.
En los Estados Unidos, Delta provocó que se frenara el descenso de casos. Lo sufren los estados con menor porcentaje de vacunados. Nueva York, una ciudad con 20 millones de habitantes, tiene una tasa de positividad de testeos de 0,4 por ciento. El lunes hubo 3 muertos.
“Tenemos que comprar vacunas Pfizer y Moderna… Y no olvidarse de Novavax, una vacuna tapada, sin efectos colaterales, que mostró una efectividad de 90 por ciento. No tener a la ciudadanía vacunada o no haber aplicado las dos dosis nos pone en el mejor escenario para más muertes”, enfatizó.
En ese marco, planteó que los países deben dejar de comprar vacunas chinas porque existen estudios internacionales que demuestran que son las menos eficaces: “No compraría más Sinopharm. Hay una evidencia contundente en el planeta liderada por los datos de Seychelles, Mongolia, Chile, Uruguay, los países que más han vacunado, que demostraron que las vacunas chinas de Sinovac y Sinopharm ya eran mucho menos eficaces antes de que apareciera Delta”.
La mirada de Estol coincide con una investigación periodística realizada recientemente por The New York Times que indica que muchas naciones que apostaron por las fórmulas asiáticas está atravesando nuevas crisis sanitarias por rebrotes de coronavirus.
Hasta ahora, la Argentina compró 6 millones de dosis de Sinopharm y recientemente anunció que incorporará otros 24 millones, que empezarán a llegar en los próximos días.
El neurólogo se encuentra en los Estados Unidos, tratando de encontrar un vuelo para regresar a la Argentina, donde lo esperan cientos de pacientes y la Unidad de Accidente Cerebrovascular que dirige en el Sanatorio Güemes. Es una de las víctimas directas de la decisión del gobierno argentino de restringir el cupo de ingreso diario de personas al país, lo que obligó a las aerolíneas a cancelar operaciones a Ezeiza.
De acuerdo a su mirada, la decisión no tiene una lógica. “Uno podría entender que se limiten vuelos a países de Latinoamérica, donde hoy está el epicentro de la pandemia, ¿pero de Estados Unidos, de donde llegan argentinos vacunados con las mejores vacunas del mundo sabiendo que Delta es el problema actual?”, se preguntó.
“Yo entiendo que hay que cuidar la frontera terrestre. Miremos Uruguay, en Rivera, donde entró la variante P1 de Manaos y les provocó 5.000 muertes en esta segunda ola. Quienes vienen de Estados Unidos no solamente están dejando una dosis para un argentino que no puede viajar, sino que además llegan vacunados con algo que al virus le cuesta mucho más invadir. Hay que quintuplicar los vuelos a EEUU, es una obviedad esto”, detalló.
“Cancelar es fácil, pero lo que es difícil es testear. Acá lo que hay que hacer es testear, aislar, comprar vacunas temprano y aplicarlas rápido. Acá quieren tapar una gotera en el jardín cuando en realidad el caño se rompió en el medio del living”, graficó Estol en diálogo con Marcelo Longobardi en radio Mitre.
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