Se abrió un inesperado frente de conflicto entre el Gobierno y el Sindicato de Camioneros: Hugo Moyano consideró que los ministros Matías Kulfas y Claudio Moroni “cuestionan públicamente los legítimos reclamos del sector trabajador” y les pidió que “repasen el pasado de luchas comunes antes de evaluar con ligereza” los bloqueos que realiza su gremio, a los que calificó como “legítimos reclamos del sector trabajador ante comportamientos abusivos de parte de la patronal empresaria”.
“Tengan presente que siempre que las circunstancias y determinados actores amenazan la salud de nuestras instituciones o boicotean medidas de gobierno de corte popular, Camioneros es el gremio que sale a la calle a luchar por la justicia social”, aseguró.
El jefe sindical envió una carta a Kulfas, que fue difundida en un comunicado de prensa del gremio, luego de que el ministro de Desarrollo Productivo declaró que al Gobierno “le preocupan los bloqueos a empresas por parte de Camioneros” y aseguró: “Trabajamos en conjunto con el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, y buscamos las soluciones. No son situaciones generalizadas”.
En el texto, Moyano recordó que su sindicato fue el único que salió a la calle en 2008 para respaldar al gobierno kirchnerista en el conflicto con el campo a raíz de la Resolución 125 y destacó: “En ese entonces, naturalmente, no se hablaba de preocupación por los bloqueos sino que se agradecía el compromiso por la estabilidad de las instituciones”.
También destacó que Camioneros, “ante un pedido de la entonces Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner”, trasladó 32 camiones con más de 900 cabezas de ganado desde Azul, provincia de Buenos Aires, hasta el frigorífico Coto de González Catán, y se encontró en las rutas con “más de 1.500 personas de la entidades rurales generando el piquete e impidiendo el paso de los camiones, arrojándole botellas a las cabinas de los camiones y miguelitos para pinchar las ruedas”, pese a lo cual logró avanzar y “garantizar” el abastecimiento de carne.
Otro episodio que mencionó Moyano en su carta a Kulfas fue “cuando en el momento más acuciante de la pandemia, trasladamos desde Misiones 25.000 camas para los centros de salud de emergencia que se improvisaban para atender la ola de contagios y enfermos por el Covid-19, y cuando pusimos a disposición del sistema nacional de salud el Sanatorio Antártida”.
“Apelo a este ejercicio de memoria, confiando en que los señores ministros evalúen con sensatez y empatía sus declaraciones, y tengan presente que siempre que las circunstancias y determinados actores amenazan la salud de nuestras instituciones o boicotean medidas de gobierno de corte popular, Camioneros es el gremio que sale a la calle a luchar por la justicia social”, sostuvo el dirigente.
El Gobierno nunca se había pronunciado contra los bloqueos de Camioneros, aunque algunos funcionarios admitían en privado que estaban preocupados porque constituían una mala señal para la economía y alteraban la relación de la Casa Rosada con el empresariado.
En el bloqueo de Camioneros al centro de distribución de Mercado Libre en La Matanza, el año pasado, Moroni llegó a hablar con Hugo Moyano para desactivar la protesta y trascendió que el jefe sindical accedió a apartar de las negociaciones a su hijo Pablo, que había liderado la medida de fuerza, como un gesto de buena voluntad para alcanzar una solución a ese conflicto con la empresa de Marcos Galperin.
Fue pública, en cambio, la postura crítica de Moroni cuando los Moyano bloquearon depósitos del supermercado Walmart en reclamo de que despidieran, indemnizaran y volvieran a emplear a 500 empleados de esa firma que había comprado Francisco de Narváez. “No hay ninguna norma que obligue a la empresa a pagar”, dijo el ministro de Trabajo, quien consideró que “hay un reclamo del pago de unas compensaciones que no entendemos cuál es el origen”, y le respondió Pablo Moyano con dureza: “Nos llama poderosamente la atención que un ministro supuestamente peronista rechace un reclamo de los trabajadores de la logística de la ex Walmart”.
La polémica involucra a dos ministros de confianza de Alberto Fernández y al sindicalista que fue considerado un “dirigente ejemplar” por el Presidente y que aspira a que su hijo Pablo lidere la CGT cuando se realice el congreso para renovar las autoridades, en octubre próximo. Y pone nuevamente bajo la lupa una modalidad extorsiva de protestas que se generalizó en los últimos años.
Uno de los casos más dramáticos por este tipo de medidas de fuerza se dio el año pasado en Rosario, donde el Sindicato de Camioneros de Santa Fe bloqueó durante noventa días a la empresa Razzini por un conflicto de encuadramiento gremial y los activistas sindicales amenazaron e intimidaron a sus dueños y a los empleados que querían trabajar. La empresa recurrió a la Justicia, que detuvo e imputó a quienes impedían el acceso a dos de sus plantas. Y Verónica Razzini, una de las dueñas de la firma rosarina, lanzó el Movimiento Empresarial Anti Bloqueos (MEAB) para ayudar a otras compañías que sufren los bloqueos y coordinar una estrategia para resistir esas protestas de Camioneros.
A continuación, se reproduce el texto completo de la carta enviada por Hugo Moyano al ministro Kulfas:
“Resulta conveniente invitar a los señores Ministros que hoy cuestionan públicamente los legítimos reclamos del sector trabajador que represento ante comportamientos abusivos de parte de la patronal empresaria, a repasar el pasado de luchas comunes antes de evaluar con ligereza conductas que inequívocamente denotan una actitud coherente, sacrificada y siempre en defensa de la dignidad del pueblo trabajador y la salud de las instituciones de la República.
“Recordemos, para incentivar ese ejercicio de memoria, e intentando en paralelo no abrumar con detalles, nada más que los casos verificados en el conflicto con el campo por la Resolución 125 en el año 2008, cuando el nuestro fue el único gremio que participó en forma activa frente al intento de las patronales ruralistas de poner en jaque la continuidad del gobierno democrático. Entre otras gestas, cabe mencionar los 10 días en Ceibas, a la intemperie, con 1.200 trabajadores deteniendo un avance que se dirigía a Buenos Aires. En ese entonces, naturalmente, no se hablaba de “preocupación por los bloqueos” sino que se agradecía el compromiso por la estabilidad de las instituciones.
“O cuando, ante un pedido de la entonces Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, otra vez Camioneros, con sus dirigentes a la cabeza, trasladaron 32 camiones con más de 900 cabezas de ganado desde Azul Pcia. De Bs. As. hasta el frigorífico Coto de González Catán, encontrándose en la rotonda de la Ruta 226 y Ruta 3 con la presencia de más de 1.500 personas de la entidades rurales generando el piquete e impidiendo el paso de los camiones, arrojándole botellas a las cabinas de los camiones, miguelitos para pinchar las ruedas y, a pesar de las pretensiones de los piquetes de la abundancia, se logró atravesar ese cordón de las entidades rurales, con todo los riesgos que conllevó seguir adelante, volviendo a encontrar en la ciudad de Las Flores otro corte de la entidades rurales de las mismas características y con la misma agresividad de parte de las entidades del campo. Esa acción fue tapa de todos los diarios, que reflejaban que el Gobierno Nacional garantizaba al pueblo el abastecimiento de carne.
“O recientemente, cuando en el momento más acuciante de la pandemia, trasladamos desde Misiones 25.000 camas para los centros de salud de emergencia que se improvisaban para atender la ola de contagios y enfermos por el Covid-19, y cuando pusimos a disposición del sistema nacional de salud el Sanatorio Antártida.
“En fin, apelo a este ejercicio de memoria, confiando en que los señores ministros evalúen con sensatez y empatía sus declaraciones, y tengan presente que siempre que las circunstancias y determinados actores amenazan la salud de nuestras instituciones o boicotean medidas de gobierno de corte popular, Camioneros es el gremio que sale a la calle a luchar por la justicia social”.
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