El objetivo argentino en esta oportunidad parece muy claro. Pretende que en la ONU el reclamo por la soberanía en las Islas Malvinas tenga una repercusión mayor que antes. Por eso la agenda del canciller Felipe Solá y de su comitiva en Nueva York es nutrida desde que llegaron a tierra estadounidense. Argentina espera un apoyo mayoritario y en lo posible de modo unánime del C24, integrado por los 29 países que votarán el proyecto de resolución que se presentará en la sesión de este jueves del Comité de Descolonización de las Naciones Unidas. Uno de los puntos que Solá abordará en su exposición será el de la creciente militarización británica en Malvinas durante los últimos meses.
Este miércoles, Solá, junto al secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, Daniel Filmus, se reunirá con el presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el diplomático turco Volkan Bozkir, a las 15:30 de Nueva York (una hora más en nuestro país). Más temprano, está programada una audiencia del jefe de Gabinete de la Cancillería, Guillermo Justo Chaves, y Filmus con el subsecretario general para Europa, Asia Central y América del Departamento de Asuntos Políticos y de Consolidación de la Paz de las Naciones Unidas, el eslovaco Miroslav Jenca, que tiene bajo su órbita la cuestión Malvinas.
Un rato más tarde, el ministro ofrecerá una comida a los representantes permanentes ante Naciones Unidas de Granada, Chile, Cuba y Bolivia. Participarán de ese encuentro el secretario Filmus, la representante permanente de Argentina ante las Naciones Unidas, María del Carmen Squeff, y el jefe de Gabinete de la Cancillería, Justo Chaves. Esos cuatro países ya aseguraron el voto en apoyo de la posición argentina. La delegación argentina aguarda que representantes de organismos internacionales como la CELAC, el Mercosur y el Grupo de los 77 se pronuncien del mismo modo, apuntalando su postura.
Respecto del incremento de la actividad militar británica en las Malvinas, en el acto que se realizó al conmemorarse el 39° aniversario del fin de la guerra el 14 de junio, el ministro de Defensa, Agustín Rossi, centró allí su discurso. “A veces pienso que para Gran Bretaña la guerra no terminó, que es el día después del 14 de junio. No es inocua la acción de Gran Bretaña en materia de política de defensa”, subrayó Rossi. Y luego destacó que Reino Unido convirtió a “Malvinas en un enclave militar, donde hay tantos isleños como soldados” y en el que se realizan ejercicios armados que merecen “condena permanente”. Recordó, además, que Argentina reclamará en todos los foros internacionales por la política colonial británica. Solá insistirá en ese pedido. La Cancillería argentina emitió un duro comunicado en enero de este año para denunciar las actividades militares de Reino Unido en el Atlántico Sur.
También Rossi había señalado el bloqueo militar vigente desde 1982 que le impide a nuestro país renovar su flota aérea. Los británicos vetaron recientemente la adquisición del jet de entrenamiento y ataque ligero FA-50 fabricado por la empresa surcoreana Korean Aerospace Industries en colaboración con la estadounidense Lockheed Martin pero que posee algunos componentes británicos, como sus asientos eyectables.
La sesión del Comité Especial de Descolonización sobre la Cuestión de las Islas Malvinas comenzará mañana jueves a las 10 de Nueva York (las 11 en Argentina) en el edificio de las Naciones Unidas y contará con la intervención de Solá luego de la exposición de peticionarios británicos y argentinos y la presentación del Proyecto de Resolución a cargo del representante permanente de Chile, Milenko Skoknic Tapia.
A su vez, está prevista la participación de Solá y del ministro federal de Relaciones Exteriores de Alemania, Heiko Maas, en el foro “Pasado y futuro de la relación bilateral en el nuevo orden global”. A las 13:15 del jueves el canciller mantendrá un encuentro con la prensa y a partir de las 16 participará del tramo final de la sesión del Comité Especial de Descolonización.
El 11 de febrero de este mismo año, la Mesa Directiva del Comité Especial de Descolonización de las Naciones Unidas (C24) había ratificado unánimemente su “apoyo a la reanudación de las negociaciones entre la Argentina y el Reino Unido para encontrar una solución pacífica a la controversia de soberanía sobre las Islas Malvinas”, según se informó oficialmente desde el Ministerio de Relaciones Exteriores que conduce Solá.
Ahora nuevamente ese Comité debatirá una resolución en la que convoca a la Argentina y al Reino Unido a resolver de modo pacífico el reclamo argentino sobre la soberanía de las islas. Generalmente esta posición cuenta con un aval mayoritario, pero los británicos no lo aceptan y plantean su propio pedido basándose en la “autodeterminación” con la que cuentan los isleños.
En agosto del año pasado, el C24, que es el principal órgano de las Naciones Unidas por la descolonización, ya se había pronunciado favorablemente sobre la postura argentina. Esa Mesa Directiva la componen los representantes de Granada (que ejerce la presidencia), Cuba, Indonesia y Sierra Leona (en las tres vicepresidencias) y Siria (como relator).
Argentina basa su postura en la Resolución 2065 que fue aprobada en la ONU el 16 de diciembre de 1965 por 94 votos a favor, 14 abstenciones, ningún voto en contra y 9 países ausentes y reconoce que entre Reino Unido y Argentina existe una disputa de soberanía en torno a las Malvinas.