El presidente Alberto Fernández se involucró de lleno en la campaña electoral con un discurso que incluyó fuertes críticas a Mauricio Macri, María Eugenia Vidal y Rogelio Frigerio, entre otros referentes de la oposición que podrían competir este año en los comicios legislativos.
Además, se refirió irónicamente a la polémica por las demoras en el arribo de la segunda dosis de la vacuna de Sputnik V: “Estamos en un país donde graciosamente se acusa de coimero al que tiene que comprar vacunas, se acusa de envenenador al que consigue las vacunas y cuando el envenenador consigue vacunas, le reclaman la segunda dosis de veneno”.
El jefe de Estado fue el orador principal de un acto realizado en La Bancaria, el gremio de los trabajadores de los bancos, que recientemente cerraron su paritaria, junto al dirigente gremial Sergio Palazzo y el gobernador bonaerense, Axel Kicillof. En ese marco pidió reflexionar sobre el proceso electoral que encarará la Argentina este año y no olvidar la gestión del ex presidente Mauricio Macri.
Fernández hizo hincapié especialmente en la deuda contraída con el Fondo Monetario Internacional. “Entiendo que la tragedia de la pandemia nos tiene a todos preocupados, pero por favor no olvidemos desde dónde partimos; los responsables tienen nombre y apellido y están en los canales de televisión dando cátedra de lo que no supieron hacer”, introdujo.
“Lo escuchaba el otro día al ex presidente decir que yo no entendía, que no sabía negociar... Mire, Macri, yo hago esto porque defiendo a los argentinos, usted se olvidó de los argentinos y los metió en un problema enorme del que todavía no podemos salir”, resaltó.
Con relación a Vidal y Frigerio, el Presidente fue más directo: “Vienen a reclamarnos acción, y no es bueno olvidar que tuvimos una gobernadora que se jactaba de no abrir hospitales, y que decía que abríamos universidades para gente pobre que nunca iba a poder llegar a estas universidades, y había un ministro del Interior que dejó sin inaugurar 15 mil casas porque no quería que haya un argentino que pudiera pensar que le debía esa casa a la gestión de Cristina Kirchner”.
“Todos vuelven de las cenizas, abusando de la tragedia que estamos viviendo, y dejando de lado lo que fueron capaces de hacer”, amplió.
En otro pasaje de su discurso insistió en sus críticas a la gestión de Cambiemos: “Volvió el sarampión, hicieron desaparecer el Ministerio de Ciencia y el de Salud, no sé cómo pasó, pero ahora vienen a explicarnos cómo tenemos que hacer para atender la salud, están preocupadísimos por la salud y la educación de nuestros chicos”.
Por otro lado, adelantó que en los próximos días se acelerará la vacunación contra el COVID-19 en el país. “Es lo que debemos hacer, estoy seguro que en los días venideros vamos a profundizar la vacunación; nos pusimos de pie pese a los cuatro años de desgobierno que vivimos antes de la pandemia, nos merecemos otros país de una vez y para siempre”.
Con relación a la pandemia, el próximo viernes vence el decreto actual y el Gobierno debe definir qué restricciones aplicará en las semanas venideras del invierno. Sobre todo, teniendo en cuenta que el plan inicial que tenían en la Casa Rosada era atravesar los meses fríos con restricciones intermitentes que eviten que se desmadre la curva de contagios y se sature el sistema de salud, mientras en paralelo se avanzaba con la vacunación.
En el oficialismo asumen que la ley no se tratará esta semana. No hay consenso. No hay votos. La ley no avanza y, con el paso de los días, se enfría. En algunos sectores de la oposición creen que la están cajoneando a propósito porque creen que cada día que pasa tiene menos sentido. Es decir, que la están dejando morir lentamente.
En parte podría creerse que es un camino. A medida que avanza el esquema de vacunación en todo el país, el Gobierno necesitará con menos urgencia una ley que regularice las restricciones. Por eso la aplicación del proyecto va perdiendo efectividad.
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