“Hace quince días, cuando entendieron que María Eugenia Vidal no iba a jugar en la provincia de Buenos Aires, todos se pusieron y apuraron con Facundo Manes. Vidal dejó un espacio que ahora lo llenó el radicalismo”. Con esa frase, una fuente del centenario partido señala parte de la estrategia de la UCR de cara a las elecciones de medio término que comenzará a empezar a desplegar este miércoles.
El miércoles los referentes del radicalismo participarán del encuentro de la mesa nacional de Juntos por el Cambio y plantarán bandera en el distrito en donde el PRO no logra hacer pie: la provincia de Buenos Aires.
Mientras Mauricio Macri pide unidad, el vicejefe porteño Diego Santilli ya puso domicilio en la provincia de Buenos Aires, Jorge Macri avisa que es el momento de los intendente, José Luis Espert busca una gran PASO y Emilio Monzó pide bajar el piso para “incentivar la competencia”, el radicalismo llegará con la carta de Facundo Manes para obturar la discusión.
“Todo el radicalismo está encolumnado atrás de Manes, no hay interna en ese caso. Mientras ellos -por el PRO- se pelean nosotros llevamos un candidato super competitivo y lo vamos a hacer valer”, explicó otro referente de la UCR.
Pero la seguridad que muestra con Manes se diluye en otros distritos. En especial en uno en donde la UCR mostraba fortaleza: Córdoba. La última presencia de Mauricio Macri en la provincia que lo empujó a la presidencia dejó muchas heridas abiertas en el radicalismo con el apoyo al gobernador peronista Juan Schiaretti y la entronización a su ex ministro Gustavo Santos como el candidato de Juntos por el Cambio.
En ese territorio Mario Negri también hará valer sus votos. El jefe del interbloque de Juntos por el Cambio en la Cámara de Diputados no tiene decidido si va a ir a pelear por una banca en el Senado. Como cuenta con el apoyo generalizado de las cabezas de Juntos por el Cambio en su rol actual como jefe del interbloque, será muy difícil que baje a jugar. Sin embargo, hará valer sus votos en la interna y los pondrá en la mesa este miércoles.
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el radicalismo tendrá dos variantes. La primera es la de competir con lista propia y el nombre que algunos empiezan a empujar es el del senador con mandato hasta 2025, Martín Lousteau. El ex ministro aún no tomó la decisión pero está estudiando ser el candidato del radicalismo para las legislativas y competir contra Patricia Bullrich y, lo que ya parece un hecho, María Eugenia Vidal.
El radical representa a un sector de la denominada renovación en donde aparece fuerte la Franja que jugó las internas partidarias en la Ciudad, la provincia de Buenos Aires y Córdoba. Mientras en las elecciones porteñas ganó por un amplia diferencia, en las provincias perdió pero en todos los casos por un punto, lo que lo deja bien posicionado de cara al armado de los convencionales del partido.
Pero hay otro sector del radicalismo que se diferencia en esta disposición electoral en la Ciudad. Los dirigentes Jesús Rodríguez, Ricardo Gil Lavedra, Adolfo Rubinstein, Facundo Suarez Lastra y Luis Brandoni integran un nucleamiento dentro del radicalismo que se llama Adelante Ciudad. Mientras en provincia apoyan a Manes, en Ciudad buscan sumarse en las listas de Juntos por el Cambio, en especial Brandoni en la de Patricia Bullrich. Quizás la foto de Brandoni con Bullrich este fin de semana en el teatro donde actúa el dirigente radica fue un adelanto del cierre del acuerdo.
Se espera que en el encuentro de este miércoles esté presente el ex presidente Mauricio Macri, quien faltó la reunión anterior. Lo que queda claro es que cuando busque erigirse como el jefe e intentar bajar el discurso de evitar las internas, el radicalismo contragolpeará con la búsqueda de espacios y con candidatos para hacerlo. “Si nosotros encabezamos, no hay problema que no haya internas”, dice un viejo radical que se ríe al mismo tiempo de decirlo.
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