El dato que se conoció recientemente de que el 40% de los argentinos que volvieron del exterior no cumplieron con el aislamiento obligatorio generó malestar en el Gobierno, que decidió denunciar penalmente a todas estas personas por violar las medidas sanitarias impuestas. Esto ocurre en un contexto de alarma debido a que ayer el el ministerio de Salud informó que las autoridades sanitarias del país detectaron la variante Delta del COVID-19 en un pasajero argentino proveniente de Estados Unidos.
De acuerdo con lo que informaron fuentes oficiales a Infobae, serán las delegaciones que tiene Migraciones en cada provincia las encargadas de hacer este martes las presentaciones correspondientes ante la justicia federal contra los 287 ciudadanos que rompieron las normas.
Puntualmente, se los acusará ante un fiscal por los delitos de atentar contra la salud pública y de desobediencia, contemplados en los artículos 205 y 239 del Código Penal, respectivamente.
La primera de estas tipificaciones establece que “será reprimido con prisión de seis meses a dos años, el que violare las medidas adoptadas por las autoridades competentes, para impedir la introducción o propagación de una epidemia”.
En tanto, el segundo artículo ordena “prisión de quince días a un año” para “el que resistiere o desobedeciere a un funcionario público en el ejercicio legítimo de sus funciones o a la persona que le prestare asistencia a requerimiento de aquél o en virtud de una obligación legal”.
El listado de los infractores surgió a partir de los controles que viene realizando desde hace un tiempo el organismo conducido por Florencia Carignano, el cual destinó a parte del personal a visitar los domicilios declarados de quienes regresaron hace poco de otros países.
Según marca el Decreto 260 y la Disposición 2252/20, todas las personas que vuelvan del exterior tienen la obligación de presentar un PCR negativo para poder abordar su vuelo de regreso y además someterse a otro test al llegar a territorio argentino.
Si el resultado de este último examen es positivo, se abren dos posibilidades: si se trata de alguna de las variantes que ya tienen circulación comunitaria a nivel local, el paciente puede terminar de realizar la cuarentena en su domicilio; por el contario, si se trata de alguna de las nuevas variantes, debe quedarse en un hotel hasta recibir el alta médica y sanitaria.
No obstante, todos los viajeros tienen que cumplir al menos 10 días de encierro preventivo al llegar a la Argentina, aún cuando el hisopado al que se sometieron al ingresar haya dado negativo. Esto es porque existe la posibilidad real de que los pasajeros sean portadores del virus y éste no sea detectable durante el trámite migratorio. Por eso, se les exige un tercer testeo al cumplir la cuarentena y se les efectúa un seguimiento telefónico diario.
Para controlar el cumplimiento de esta medida, el personal de Migraciones realiza una revisión in situ y de manera aleatoria de las casas donde supuestamente deberían estar aislados quienes volvieron del exterior, pero el resultado de estos operativos fue alarmante.
Tan solo en la provincia de Buenos Aires, se detectó que una de cada cuatro personas en esta situación no estaba en el domicilio que había declarado al momento en el que los empleados fueron a visitarla.
Uno de los municipios que más incumplió fue Quilmes, donde estuvo presente el subsecretario de Coordinación de la Gestión, Agustín Wydler, el ministerio de Salud bonaerense y de Salud municipal. De los 15 hogares registrados, 10 estaban violando el aislamiento.
La fiscalización de mayor magnitud fue en Vicente López. Se inspeccionaron las localidades de Florida, Olivos, Villa Martelli y La Lucila. Allí se revisaron 108 domicilios y en 31 de ellos no hubo respuestas, lo que representa un incumplimiento del 28 por ciento.
En Bahía Blanca, el grado de acompañamiento de la medida sanitaria se repartió en partes iguales: de 10 inmuebles, en 5 sus ocupantes acataron el aislamiento, mientras que en otros 5 no lo hicieron. En Mar del Plata, en tanto, se visitaron 26 viviendas y tan solo en 11 de ellas la persona estaba haciendo la cuarentena correspondiente.
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se comprobó que el 40,84% de los viajeros que regresaron recientemente al país no respetó la normativa sanitaria, ya que no se encontraba en su casa al momento de la visita.
A nivel nacional, el panorama no es mucho mejor: en Santa Fe los controles se hicieron en Rosario y el 65% de las personas que debían cumplir el aislamiento, no estaban en su domicilio. En Corrientes capital, esa cifra fue del 20%; en Mendoza, del 21,28%; en Chubut, del 37,50% y en Salta, del 30,77 por ciento.
En total, son 287 personas en todo el país las que no se encontraban en el inmueble declarado cuando el personal de Migraciones fue a visitarlas, que representan el 38,42% de los 747 viajeros que fueron inspeccionados luego de su regreso, de los cuales 460 atendieron el timbre.
Por otra parte, las autoridades nacionales ya anticiparon que estos operativos también se van a intensificar, ya que tratan de evitar la propagación de las variantes más infecciosas como la Delta o la sudafricana, que todavía no tienen circulación comunitaria en la Argentina.
De hecho, el Ministerio de Salud informó este domingo que las autoridades sanitarias detectaron la primera de esas variantes de coronavirus en un pasajero argentino proveniente de Estados Unidos.
“Las personas que vuelve del exterior deben realizar obligatoriamente una semana de aislamiento y volver a testarse al termino de ese tiempo. No es una recomendación antojadiza tiene que ver con lo que fija la autoridad sanitaria y no hacerlo constituye un atentado a la salud pública”, advirtió Carignano.
SEGUIR LEYENDO: