Mientras Cristina Kirchner posee su base de sustentación política en el conurbano bonaerense, en la previa de las elecciones, Alberto Fernández busca fortalecer su presencia en el interior y relanzar su vínculo con los gobernadores peronistas disidentes, o con los que tuvo roces por las restricciones por la pandemia en los últimos meses.
Esta mañana, a las 11, el Presidente encabezará en Salta el acto conmemorativo por el bicentenario del fallecimiento del general Martín Miguel de Güemes. Se encuentra desde ayer en la provincia, a donde viajó con antelación, en un gesto de compromiso con las autoridades locales, para participar de la clásica vigilia de homenaje frente al monumento que recuerda al general salteño, donde presenció la tradicional Guardia bajo las estrellas.
El gobernador Gustavo Sáenz, considerado por la Casa Rosada como “disidente”, afín al massismo, declaró al Presidente como “huésped ilustre”. Pero, en paralelo, hubo protestas de gastronómicos contra las restricciones, con la consigna “que se vaya” y presencia mayoritaria de empresarios gastronómicos que se mostraron enojados con las restricciones nacionales destinadas a disminuir los contagios de coronavirus. Alberto Fernández pasó la noche en Salta junto a sus asesores más cercanos, y hoy se sumará a la comitiva oficial el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, para participar del acto de descubrimiento de una plaqueta al héroe gaucho, en la localidad de La Cañada de la Horqueta.
Los mandatarios intentan limar las asperezas causadas por la presión social del Covid-19, en un contexto de fuerte tinte electoral. Salta se encuentra en plena campaña frente a unos comicios locales donde el gobernador Sáenz - que “coquetea” con el peronismo de Roberto Lavagna y Juan Manuel Urtubey-, decidió desdoblar de la elección nacional y donde el Frente de Todos se presenta dividido en dos listas.
Los asesores presidenciales le habían sugerido a Alberto Fernández abstenerse de visitar Salta en ese complejo contexto. Pero el Presidente, que ostenta una imagen del héroe gaucho en su despacho, eligió cumplir su deseo de participar del acto conmemorativo. Además de la estima por el prócer, su participación es una forma de abonar a su esquema de poder en el interior del país, así como de mejorar el vínculo con Saénz, a pesar de que la apuesta del jefe local es por un armado político marcadamente localista.
Horas antes de viajar al norte, Alberto Fernández recibió en Olivos al gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, que se impuso al socialismo gobernante durante una década, en 2019, y con quien tuvo discusiones en el pico de la segunda ola de coronavirus.
El encuentro se comunicó oficialmente con una foto del Presidente y el gobernador caminando juntos por los jardines de la residencia presidencial. Se informó que el motivo del encuentro fue el análisis de “la situación general de la pandemia en Santa Fe, el estado de los datos e indicadores epidemiológicos, el avance en el proceso de vacunación local y la asistencia de la Nación durante la pandemia”.
En la Casa de Gobierno recuerdan aún la reticencia de Perotti a restringir la circulación, semanas atrás; el pedido urgente de respiradores a la Nación, que le fueron enviados; y el posterior colapso del sistema sanitario local por la disparada de casos. Aquellos episodios generaron chispazos entre Alberto Fernández y el gobernador. La de ayer fue una señal de re-acercamiento.
El mismo día también hubo un gesto al gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, otro peronista “disidente”, que no pone reparos a la hora de cuestionar la gestión nacional. En la Casa Rosada se rumoreaba que el propio Presidente asistiría a un pequeño acto de entrega de vacunas, respiradores y equipamiento médico a la provincia reticente al Gobierno nacional y sobre todo al kirchnerismo, un terruño donde se impone el macrismo en las urnas. Finalmente asistieron a la entrega de suministros sanitarios, de forma presencial, el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro; y su par de Salud, Carla Vizzotti, junto a la titular del PAMI, Luana Volnovich. Fuentes oficiales aseguraron que nunca había estado en carpeta una visita presencial de Alberto, que nunca visitó la provincia desde que asumió.
“Por indicación del Presidente estamos aquí en un acto de mucha gratificación, como es venir a las provincias con algo tan esperanzador como son las vacunas”, dijo De Pedro, según un comunicado oficial, también con foto incluida, que mostró a los funcionarios al arribar al aeropuerto de la capital cordobesa a bordo del avión Hércules que transportó los insumos. El ministro resaltó: “Estamos realizando una muy buena tarea de coordinación con el gobernador”.
Fuentes cercanas a Schiaretti dijeron que valoraban el gesto, pero recordaron, en diálogo con Infobae el sabor amargo del conflicto que generó, especialmente en el complejo agroindustrial, la decisión del gobierno nacional de suspender por un mes las exportaciones de carne. Y recordaron, también, las diferencias sobre la ley de regulación de la Pandemia, que no cuenta con el apoyo de los diputados cordobeses; y los encontronazos por la reticencia del gobierno cordobés para aplicar al pie de la letra las restricciones que impuso la Nación a través de los últimos DNU.
Mientras se acercan las elecciones de agosto, el Presidente pone en relieve la relación con las provincias del peronismo con las que tuvo roces y decepciones. Consciente de que cada voto cuenta, reactiva su agenda en el interior, una de las bases de su poder en las elecciones de 2019.
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