La presencialidad escolar es uno de los temas que más diferencias ha generado entre el oficialismo y la oposición, en el marco de las restricciones que se aplicaron para contener el avance de la pandemia.
En ese contexto, luego de muchas discusiones y fuego cruzado, la noticia ahora es que el gobierno de la provincia de Buenos Aires empezó a analizar la vuelta a las aulas en el distrito bonaerense.
“Si los números nos dan, pasaremos a una fase más distendida: si logramos estar debajo de los 500 casos cada 100 mil habitantes, podemos volver a tener presencialidad escolar, por supuesto con cuidados...”, adelantó Daniel Gollan en diálogo con Ernesto Tenembaum por Radio Con vos.
El ministro de Salud bonaerense indicó que eso se va a saber antes de que finalice el fin de semana, pero admitió: “Si seguimos con este nivel de caída de casos nos estaría dando la posibilidad” de tener clases y de relajar algunas restricciones a partir de la semana que viene.
“Según los indicadores del semáforo y la ocupación de UTI, venimos bien. Si seguimos así y los números nos dan, pasaremos a fases más distendidas”, adelantó Gollan, lo que podría traducirse también en más apertura comercial, sobre todo en el sector gastronómico y los shoppings.
“Se estiran los horarios, pueden volver actividades al aire libre, puede volver algún aforo en el interior. No creo que el DNU salga muy diferente al proyecto de ley”, indicó el ministro.
Al ser consultado específicamente sobre la vuelta de los chicos al colegio, Gollan dijo: “Podríamos volver a tener presencialidad escolar. Lo vamos a saber el domingo”.
Estas declaraciones se produjeron apenas un día después de que el Ministro de Educación, Nicolás Trotta, cuestionara la iniciativa del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, de incrementar las clases presenciales en el nivel secundario en un contexto de alarma epidemiológica, al considerar que “el Gobierno de la ciudad de Buenos Aires camina por el sendero de la irresponsabilidad y la especulación”.
Pero hoy, en Radio 10 el Ministro Trotta se mostró más moderado y ante la baja de casos en el AMBA sostuvo que “tienen que cambiar los números para que volvamos a la escuela”. Y agregó: “La presencialidad la queremos todos, pero no es una cuestión de deseo, sino que la realidad no nos permite”.
Al analizar la situación epidemiológica, Gollán remarcó que las medidas de confinamiento estricto durante nueve días impuestas por el presidente Alberto Fernández “redujeron un 54% la circulación” y tuvieron un fuerte impacto en el descenso de casos.
“Estamos con una caída interesante de la cantidad de casos, tenemos casi 2 mil promedio menos por día”, explicó el ministro provincial, en clara alusión a la llegada de más vacunas y al ritmo creciente de la campaña de vacunación en el distrito.
“Vemos una distensión de las camas de terapia intensiva. Los egresos suelen ser por óbitos pero ya no ingresa la misma cantidad de gente. La tendencia es que habrá cambios para mejor en algunos municipios. La situación va de peor para mejor, se ve significativamente en AMBA”, admitió Gollan.
Remarcó que el sistema de semáforo de fases “dio muy buenos resultados” en la Provincia, sobre todo en el interior provincial, y que si los indicadores nuevamente se van por encima de los valores, tendrán que tomar una medida especial, aunque el ritmo de vacunación ha aumentado y así se corta la posibilidad de la gravedad.
Al referirse a la aparición de la variante Delta en el país, Gollan se mostró preocupado y puso el foco en que algunas de las vacunas no son del todo efectivas para este caso en particular: “Preocupa, seguimos atentamente la variante en Inglaterra que tiene vacunada al 60% de su población. Hasta ahora, estaban en 1500 casos diarios y subió a 7 mil. Las vacunas que usaron, AstraZeneca y Pfizer, demostraron tener menos eficacia contra esta variante ante la enfermedad pero no viene sucediendo que se traduzca en internados y muertos”.
La directora de Migraciones, Florencia Carignano, contó que la variante Delta fue detectada en dos menores de edad que llegaron desde París el 24 de abril y residen en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Tanto los contagiados como sus contactos estrechos fueron aislados en un hotel porteño.
“Se habían testeado 72 horas antes de subirse al avión. Cuando llegaron a Ezeiza, dieron positivo. Esos hisopados se mandaron al Malbrán, que detectaron qué tipo de cepa era. A partir de ahí se buscan los contactos estrechos, quiénes estaban sentados al lado y se los aísla y se hace un monitoreo. Por esa razón, estas personas no circularon libremente y no se extendió el contagio”, explicó Carignano.
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