Antonella Delmonte, la joven de 24 años que fue denunciada por haber recibido la vacuna Sputnik en Merlo, se presentó este miércoles por la mañana ante al juez federal N°2 de Morón, Jorge Rodríguez, y ratificó una declaración espontánea que había enviado por escrito algunos días antes.
En el documento, al que pudo acceder Infobae, acusó a los medios de comunicación de misóginos por el tratamiento que se le dio a la noticia y justificó su vacunación al asegurar que trabajaba como recepcionista en un centro de estética y que fue su empleadora la que la instó a que se vacune.
También aseguró que, al momento de la inyección, presentó el contrato de trabajo y que con eso bastó. La Justicia le solicitó los originales y citará a la dueña del consultorio estético.
“Hasta el momento en el que se sucedieron los hechos, me encontraba prestando tareas como recepcionista en el consultorio médico de la doctora G.B. Guiándome por lo referido en los medios de comunicación, entiendo que se me acusa de haber ‘saltado la fila’ aduciendo datos falsos, tales como ocupación y domicilio. Sin perjuicio de diversos comentarios misóginos que se fueron realizando en los medios sobre supuestas relaciones con la política”, comenzó su descargo espontáneo Antonella.
Luego de esa introducción, la joven que se describe en el inicio de la declaración como ex estudiante del curso de tripulante de cabina de pasajeros explicó cómo es que llegó a anotarse para darse la vacuna: “Al desempeñarme en un consultorio médico, la titular me indicó que debía de inscribirme en la aplicación correspondiente a la vacunación de acuerdo a mi domicilio (Merlo). Ingresé en la app, cargué mis datos, como así también se me indicó que debería de llevar al momento de que se realice la vacunación la documentación que avalen mis dichos”.
“La documentación le es requerida al personal de salud que solicite aplicarse la vacuna, siendo que en mi caso particular, al trabajar en un consultorio médico (según me informó mi empleadora) era el del Personal de Salud NO UCI”, continuó en su descargo oficial.
Delmonte se refiere a la opción que figura en la web al momento de indicar el “grupo poblacional” y en el que que aquellas personas afectadas a labores relacionadas a la salud deben indicar si lo hacen en unidades de cuidados intensivos o no.
La acusada también le explicó al juez Rodríguez cuales fueron los documentos que llevó al momento de vacunarse, aunque no especificó si se los pidieron: “Una vez que se me asignó el turno, concurrí munida de mi contrato de trabajo y con las conversaciones telefónicas mantenidas con mi empleadora. Esto incluía un certificado médico indicando la necesidad de realizar la vacunación. Luego de finalizada la vacunación, se me brindó comprobante de haber cumplido y se me sugirió tenerlo como respaldo material para la aplicación de la segunda dosis”.
Esta declaración espontánea que fue presentada hace algunos días dio pie a que la investigación que lleva adelante el juez Rodríguez sea delegada en la fiscalía federal del doctor Santiago Marquevich. Ahora, la Justicia le solicitará a Delmonte y a su abogado -Yamil Castro Bianchi- que presenten los originales del contrato de trabajo entre otra documentación. Además se citará a declaración testimonial a la doctora dueña del consultorio estético para que dé su versión.
Casi al final de su declaración, Antonella, asesorada por su letrado, insinúo que incluso podría iniciar acciones legales por “la situación que padecí con motivo de las falsas noticias” aunque no aclara contra quién sería. Puntualmente señala que la difusión mediática “puede ser claramente un hecho a investigar debido a que se alteró el orden público de una forma sin precedentes”.
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