Este lunes, en el marco del Día del Periodista, el gobierno de Chaco presentó un manual de buenas prácticas “para una comunicación no sexista”. El mismo fue elaborado de forma conjunta con el Frente de Trabajadoras de la Comunicación del Chaco (FTCCh) y tiene como objetivo trazar políticas públicas con perspectiva de derechos humanos y de género transversales, con el fin de erradicar todo tipo de violencia hacia las mujeres y las diversidades.
El anuncio, sin embargo, quedó en segundo plano después de una llamativa intervención de la vicegobernadora Analía Rach Quiroga, quien encabezó el acto virtual junto al gobernador Jorge Capitanich. Sucedió que la funcionaria, al momento de tomar la palabra, utilizó el lenguaje inclusivo para agradecer “al equipo y la equipa” que trabajó en este proyecto. El peculiar hecho no pasó desapercibido en las redes sociales, donde usuarios cuestionaron el modo de expresarse de Rach Quiroga.
En un encuentro que se celebró de manera virtual y del cual participaron distintas agrupaciones feministas, la vicegobernadora comenzó su discurso contando en la provincia chaqueña se trabaja con una agenda con perspectiva de derechos humanos y de géneros que es transversal en todas las políticas públicas. “Asumimos el compromiso de incorporar en las políticas públicas la ‘lente violeta’ para así atender a las desigualdades históricas que existen entre los géneros”, indicó.
En esa línea, aseguró que “el lenguaje no es neutral” y que “lo que no se dice se invisibiliza”. “Es importante tener un lenguaje inclusivo que achique las brechas de desigualdad, un lenguaje que tenga en cuenta a las otredades; hoy estamos dando un paso más para adelante, sabiendo que falta y asumiendo el compromiso de trabajar en ello”, sostuvo.
Por su parte, Capitanich remarcó que “no hay equidad ni igualdad de géneros sino somos capaces de promover una comunicación no sexista”, y que “la palabra es una herramienta de transformación de la realidad y utilizarla de forma adecuada es un deber”. “Es trascendental que hoy tengamos este manual”, subrayó e invitó a ponerlo en práctica.
Un manual de estilo similar implementó el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), que se dedica a fomentar la investigación y la innovación en el campo, a lo largo y a lo ancho del país con 15 centros regionales, 52 estaciones experimentales, 6 centros de investigación y 22 institutos de investigación, y más de 350 Unidades de Extensión.
La publicación consta de 22 páginas, lleva por nombre “Recomendaciones para el uso del lenguaje inclusivo en INTA” y tiene como destinatario al propio personal del organismo público descentralizado. Entre otras cosas, recomienda no usar “ingenieros agrónomos” o “marido y mujer”. También sugiere “los trabajadores y sus familias” por “las y los trabajadores y sus familias”, poco después de recomendar evitar repeticiones de ese tipo. El fin es aportar a la igualdad de género a la hora de escribir y hablar.
“Este manual es un aporte más a este recorrido institucional para la eliminación de las diferencias de géneros. Está dirigido a todo el personal del INTA y, como mencionábamos anteriormente, no tiene carácter sancionador ni restrictivo, sino que busca ser una guía, una herramienta de trabajo útil con enfoque de género. Aspiramos a que permita revisar los usos en distintas situaciones comunicativas (oral, escrita, formal e informal, interna y externa) y propicie el uso de un lenguaje inclusivo que evite la discriminación y reproducción de los estereotipos de género”, se explica en el escrito.
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