La exposición del jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, en el Congreso de la Nación generó malestar en gran parte de la oposición, que cuestionó el tono con el que respondió a las consultas que se hicieron durante la jornada. Ayer por la noche el que se manifestó al respecto fue el senador radical Martín Lousteau, quien señaló que el funcionario debe asistir al recinto “a informar sobre la marcha del Gobierno” y no “a agredir”.
Luego de varios meses de espera, finalmente el coordinador de los ministros se presentó en la Cámara alta para brindar su informe de gestión. Sin embargo, durante la presentación Cafiero dio un discurso de más de una hora en el que hizo foco en la campaña de vacunación, pero también criticó a la oposición, a la que acusó de estar “jugándose la elección” en medio de la pandemia.
“Cuando esta pesadilla se termine, cada uno va a tener que hacerse cargo y se sabrá quiénes escucharon más a los encuestadores que a los epidemiólogos y a los enfermeros”, sostuvo el jefe de Gabinete.
En diálogo con la señal TN, más tarde el líder de Evolución respondió a esos dichos y opinó que “cada vez que (el funcionario) va a al Senado, en lugar de sentir que está respondiendo preguntas piensa que está rindiendo examen ante Cristina Kirchner”.
“El jefe de Gabinete tiene que venir a informar sobre la marcha del Gobierno, eso es lo que establece la Constitución, no tiene que venir a agredir. Es para que de su informe y le hagamos preguntas. Creo que, a veces, cuando se preparan para venir encuentran una frase que les parece ingeniosa, como lo de visitadores médicos, para chicanear”, agregó.
Lousteau se estaba refiriendo a una parte puntual del discurso de Cafiero de este jueves, en el que consideró que, por las preguntas que le hicieron respecto de las negociaciones por las vacunas contra el coronavirus, los miembros de la oposición “parecen más visitadores médicos que dirigentes políticos”.
“Lo peor, más allá de las inexactitudes del jefe de Gabinete, es el nivel de agravio con el que empezó la charla. Hasta un senador que vota habitualmente con el oficialismo, (Alberto) Weretilneck, le marcó en su alocución el tono equivocado y agresivo que tuvo. Yo creo que eso ocurrió desde el principio, fue muy irrespetuoso”, señaló.
Antes, quien se manifestó en la misma línea fue el jefe del interbloque de Juntos por el Cambio, Luis Naidenoff, quien calificó de “irrespetuoso” a Cafiero por haberle señalado a su compañero de banca Pablo Blanco que se vacunó con dosis que compró el Gobierno nacional.
Sobre el contenido del informe de gestión, Lousteau opinó que “algunos argumentos que se dan son pueriles, ingenuos o poco meditados”, por lo que ”cuando uno mira todas estas justificaciones, la verdad es que no cierran”.
“El jefe de Gabinete dijo en un momento que uno de los motivos por los cuales no se había optado por comprometerse más con (el mecanismo) COVAX era no solo el tema de la incertidumbre con respecto a la entrega, sino también por el costo, porque había que comprometer 60 millones de dólares. Bueno, pensemos que el PBI de la Argentina el año pasado cayó 10% y cada vez que la pandemia, o el cierre, te afecta en la economía, se pierden 110 millones de dólares por día. Se podrían comprar 5 millones y medio de la vacuna de Pfizer con ese dinero”, remarcó.
Por último, Lousteau resaltó que “no se entiende por qué existe una diferencia en el tratamiento, desde el punto de vista jurídico, de los contratos, de las aprobaciones y de las negociaciones, de las distintas vacunas, y en particular de algunas que están funcionando muy bien en otros países”.
“Si el problema (en el contrato con Pfizer) era la palabra ‘negligencia’ y la responsabilidad patrimonial, y el Gobierno sabía eso, y eso era un obstáculo, lo podían salvar con otra ley o, incluso, con un DNU. Otros países han tenido la posibilidad de comprar Pfizer y lo han hecho, en el caso de la Argentina no se hizo”, cerró.
SEGUIR LEYENDO: