En medio de un debate nacional sobre la posibilidad de adelantamiento de las vacaciones de invierno en las provincias o de incluso una ampliación del receso escolar durante el mes de juio, el infectólogo y asesor del Gobierno Eduardo López reafirmó que en las escuelas primarias, las clases presenciales no suponen ningún riesgo para la población.
Además, le recomendó al presidente Alberto Fernández relajar las restricciones durante el día y volver a ajustarlas a partir de las 18 horas en el transcurso de las próximas semanas.
Mañana se tratará en el Consejo Federal de Educación la posibilidad de adelantar las vacaciones de invierno o incluso de ampliar el período de ese receso durante el próximo invierno. Esa revisión ya es llevada a cabo desde hace días por autoridades educativas de jurisdicciones como la Ciudad de Buenos Aires, la provincia de Buenos Aires, Mendoza, Santa Fe, La Pampa, Salta y La Rioja.
Sin embargo, el asesor presidencial López advirtió sobre las diferencias de riesgo para los distintos niveles educativos.
“Vuelvo a insistir en que la presencialidad en las escuelas primarias no motoriza ningún aumento del número de casos. Un poco más la secundaria, porque los chicos de la secundaria utilizan transporte. En cambio las primarias son distritales, la gente va caminando o con el coche propio”, afirmó en una entrevista al canal CNN en Español.
Hoy se cumplen nueve días desde el endurecimiento de las medidas anunciadas por el mandatario. Por eso, se espera con expectativas cuál será la evolución de la curva de contagios en las próximas semanas.
“Nueve días es un número mínimo para ver cómo la curva evoluciona. Yo, en lo personal me sentiría cómodo si la curva de contagios está amesetada con tendencia a la baja. Recién lo vamos a empezar a ver a partir de hoy porque los primeros cinco días son irrelevantes. Es muy raro que en esos cinco días pueda bajar el número de casos”, afirmó López.
“De hoy jueves al lunes que viene hay que ver si la curva de casos va a bajar. Sí uno está viendo algo menos de circulación, pero no es de la intensidad que uno quisiera”, agregó.
El infectólogo, quien se recuperó recientemente de un contagio de covid-19 destacó que la ocupación de camas de terapia intensiva ronda el 77 por ciento, lo cual permite cierto margen de maniobra al sistema de salud, pese a que en algunas jurisdicciones la situación es límite, con una ocupación del 95 por ciento.
Para el médico, la clave para poder contener la ola de nuevos contagios radica en poder controlar la movilidad de la franja etaria comercialmente más activa.
“Hay un gran aumento de casos entre los de 20 y 39 años, que son los que están motorizando la pandemia. Tiene el 43% de los casos”, afirmó López.
Así, el infectólogo expresó su consideración de lo que tendría que ocurrir respecto a las restricciones en las próximas semanas
“Yo creo que lo levantaría (el aislamiento estricto) y mantendría las restricciones a partir de las 18 horas. Como hizo Francia”, destacó.
A su vez, el infectólogo hizo referencia al proceso vacunatorio y a la espera que muchos ciudadanos argentinos todavía mantienen para recibir las segundas dosis. Así, destacó su preocupación respecto a la inoculación de un grupo etario específico.
“Tenemos que el número de individuos que se vacuna no está dado con la velocidad que uno quisiera, especialmente el adulto mayor. El adulto mayor de 60 años representa el 82 por ciento de las muertes. Si bien se ha visto una caída en cuanto a la mortalidad en los individuos mayores de 70 y 80, la curva de mortalidad entre 60 y 70 sigue subiendo. La estrategia va a ser tratar de vacunar con dos dosis a la población mayor de 60 años y luego ir bajando”, afirmó López.
El asesor presidencial advirtió que todavía no hay ningún trabajo presentado internacionalmente que permita comprobar que aquellos que recibieron una primera dosis de la vacuna Sputnik V puedan inocularse con una vacuna de otro laboratorio, como Astrazeneca, para reemplazar a la todavía faltante segunda dosis de la vacuna rusa.
En tanto, celebró el acuerdo que el Gobierno realizó con el laboratorio Cansino, de trabajo conjunto entre China y Canadá: “Esa es una vacuna vectorial con una eficacia de más del 65% con una dosis y más del 90 por ciento para las formas graves o críticas. Con una dosis vamos a poder cubrir un número grande de la población. Además, esa vacuna usa el vector adenovirus 5, que es el mismo que usa la segunda dosis de la rusa”, argumentó.
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