La política muchas veces son gestos y eso es lo que parece haber hecho el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, en su exposición en el Senado de la Nación.
Luego de varios cruces con los legisladores de la oposición, en donde hubo algunos gritos y algunas chicanas, llegó el momento de relajarse para el jefe de los ministros ya que llegaban las preguntas del oficialismo. Sin embargo, hubo una respuesta que muestra toda una definición en la interna que tiene la Casa Rosada con el Instituto Patria.
El senador Jorge Taiana le consultó cómo iba a ser utilizado los 4.354 millones de dólares de Derechos Especiales de Giro que llegarían del Fondo Monetario Internacional, un tema que divide aguas en el oficialismo.
A la hora de responder, Cafiero dijo que gastará al menos una parte del dinero en combatir la pandemia y sus consecuencias: “Lo que yo puedo garantizar es que cualquier cosa que se determine va a ser para sostener y promover la actividad y el empleo, esa es la determinación del Presidente y de nuestro espacio político”, dijo. Y agregó que la “definición final será del Presidente”.
Esto fue un gesto para los senadores kirchneristas que ya publicaron tres cartas exigiendo que los fondos que lleguen del FMI no se utilicen para el pago de deuda sino para financiar planes sociales y de crecimiento de actividad económica en medio de la pandemia.
Hace poco menos de un mes los senadores del oficialismo había publicado una carta que luego se convirtió en un proyecto de declaración en donde pedían que los dólares que llegaran del Fondo sean utilizados en el financiamiento de la política social.
La inciativa fue impulsada entre otros por Oscar Parrilli, principal alfil de Cristina Kirchner en la Cámara alta, y proponía destinar los dólares para combatir la pobreza y el desempleo.
Y se hizo en la previa del viaje de Guzmán y Alberto Fernández por Europa en donde fue en busca de apoyo político para la renegociación con el FMI para alcanzar un nuevo programa de financiamiento de la deuda por USD 45.000 millones contraída durante el gobierno de Mauricio Macri. Con el Club de París, por su parte, en mayo vence el plazo para el pago de un compromiso de alrededor de 2.500 millones de dólares.
También, por esos días, la tensión entre la Casa Rosada y el Instituto Patria estaba en su punto más álgido por el intento del Ministro de Economía, Martín Guzmán, de desplazar al subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo. El funcionario, fue respaldado por Cristina y Máximo Kirchner, finalmente fue confirmado en el cargo y dejó al descubierto la puja por el aumento de las tarifas de los servicios públicos.
“Lo que estamos previendo es ayudar a nuestro gobierno para que tenga todos los elementos a su favor para que cuando se siente a negociar, negocie pensando además de en el equilibrio fiscal, comercial y pagando las deudas, piense en el equilibrio social”, advirtió Parrilli señalando directamente al discurso de Guzmán y a la principal crítica que le hace La Cámpora y el Patria: la ortodoxia.
Esa no fue la primera vez que los senadores buscaban condicionar la negociación con el Fondo Monetario, ya que en varias ocasiones publicaron cartas en donde no solo acusaban al organismo de crédito internacional de haber financiado la campaña política de Cambiemos, sino de ser copartícipe del posible default en el que puede caer la Argentina.
El FMI emitirá este año el equivalente a USD 650.000 millones en Derechos Especiales de Giro (DEG, la moneda del Fondo) para inyectar capital a sus países miembro en medio de la pandemia de COVID-19. Como la Argentina tiene una participación equivalente a algo menos de USD 0,7% del capital del organismo, recibirá en torno a USD 4.350 millones de esa emisión. Los fondos casi coinciden con los pagos que tiene que hacer el país este año al organismo.
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