El llamado caso D’Alessio, la causa que fue tomada como ejemplo por el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Kirchner para exhibir la vinculación entre Justicia y servicios de inteligencia, podría quedar en la nada si se hace lugar a un dictamen del fiscal general ante la Cámara Federal de Mar de Plata pidiendo impugnar una pieza clave de la causa: el análisis de los teléfonos del falso abogado Marcelo D’Alessio. De allí salieron las pruebas que comprometen a la mayoría de los acusados.
Si se hiciera lugar a ese dictamen, todas las pruebas conseguidas a través de ese celular no podrían ser usadas y lo actuado en consecuencia quedarían convertido en papel picado. Allí están las conversaciones con otros implicados en la causa. También los diálogos que D’Alessio tenía registrados con la ex ministra de Seguridad de Mauricio Macri Patricia Bullrich o con la diputada de la Coalición Cívica Paula Olivetto, entre otras derivaciones de este escándalo.
La decisión está en manos de la Cámara Federal de Mar del Plata. El dictamen, al que accedió Infobae, fue firmado por el fiscal Juan Manuel Pettigiani, que en octubre pasado ya había opinado que el fiscal Carlos Stornelli que investigó la causa de los cuadernos debía ser sobreseído por todos los delitos que le atribuía Ramos Padilla y que, en todo caso, la causa debía irse a Comodoro Py.
El planteo llegó después de casi dos años y medio de instrucción, cuando el juez Alejo Ramos Padilla abandonó el juzgado de Dolores para convertirse en el juez federal electoral de provincia de Buenos Aires, y el fiscal del caso Juan Pablo Curi viene reclamando que se mande a juicio a D’Alessio y los primeros procesados en la causa. Según Ramos Padilla, en la causa existió “una asociación ilícita paraestatal que, a través de variadas y complejas acciones vinculadas al espionaje y la inteligencia ilegal, llevó adelante todo tipo de planes y operaciones sobre políticos, empresarios, periodistas, el Poder Judicial y la opinión pública”.
La jugada que podría derrumbar la causa fue puesta en juego por el abogado de D’Alessio, Claudio Fogar. Pero después de un guiño del propio Pettigiani.
Es que en octubre pasado, cuando al fiscal de la Cámara de Mar del Plata revisó la situación del fiscal Carlos Stornelli -procesado en el caso-, Pettigiani -tal como consignó en ese momento Infobae- aseguró: “Resulta llamativa la gestión de la prueba en el presente expediente –dice–, pues en una causa donde se evalúan supuestos aprietes, ablandes o puestas en emergencia a testigos, el magistrado instructor (Ramos Padilla) dispone saltar ese límite, obligando a un imputado a que, por la fuerza, abra su teléfono a través de la huella o del rostro, lo cual termina generando que el imputado D’Alessio entregue ‘voluntariamente’ su clave numérica para poder abrir el teléfono. Entiendo que deberá revisarse la validez constitucional de dicha extracción de claves, que se realizara sobre el imputado D’Alessio, como la utilización de declaraciones vedadas por parte del imputado”, afirmó el fiscal de Cámara.
El dato no era nuevo para los seguidores del caso: el 21 de febrero de 2019, días después de ser detenido, el falso abogado fue trasladado a una sede de Prefectura en la Capital Federal, a donde su abogado no estuvo presente por cuestiones de salud pero sí estaba su perito de parte para la apertura de sus teléfonos celulares, información que resultó un motor del expediente.
En su indagatoria, D’Alessio había dicho: “Póngame a alguien de Prefectura en quien confiar, con Valeka (su esposa) y los dos chicos, hago lo que usted quiera. Ya está. Ya se publicó para quién trabajo. ¿Me dieron el cargo? No me dieron el cargo. Soy un boludo. Me cagaron. Quiero colaborar y estar con los chicos. Se lo abro ahora si quiere el Iphone. Entre a mi Samsung 8 que en el Telegram está todo”. Sin embargo, advirtió: “Tenemos que abrir el Iphone sin señal, sin el chip, no prendan el Iphone con señal de celular o celular de Wi Fi porque se va a romper lo que hay adentro”.
El teléfono no se rompió y de hecho ahí se pudieron encontrar pruebas. Pero para abrirlo el falso abogado fue trasladado a la sede de la División Cibercrimen Naval Argentina, en avenida Madero al 300. No estuvo presente por un tema de salud su abogado Claudio Fogar, pero participó su perito de parte Rubén Martin junto a expertos oficiales y de querellas, funcionarios judiciales y de seguridad.
Lo que pasó allí derivó en un habeas corpus en favor de D’Alessio y una denuncia penal contra Ramos Padilla que quedó radicada en Comodoro Py 2002. En julio de 2019, el juez Marcelo Martínez de Giorgi cerró la denuncia contra el entonces juez de Dolores por inexistencia de delito, tal como lo relató Infobae en aquel momento. “Los testigos ajenos a la repartición de las fuerzas de seguridad y los veedores que participaron en la diligencia coincidieron en que Marcelo D’Alessio suministró voluntariamente, colaborativamente y sin ningún tipo de coacción por parte de los funcionarios judiciales del Juzgado Federal de Dolores, las contraseñas de sus aparatos telefónicos”, había dicho Martínez De Giorgi.
Los cuestionamientos sobre la forma en que se abrió el teléfono nunca fueron presentados en la causa de Dolores. Y después del dictamen de Pettigiani de octubre, el abogado de D’Alessio pidió hace poco más de un mes formalmente la nulidad de las pruebas que se habían obtenido a través de ese teléfono, subrayando que él no había estado presente en ese procedimiento
Tanto el fiscal Curi como el juez federal de Azul Martín Bava, a cargo transitoriamente del juzgado de Dolores, rechazaron la pretensión, pero la defensa apeló y ahora será la Cámara Federal la que deba analizar la cuestión. En ese contexto, el fiscal Pettigiani apoyó la moción de la defensa. En su mirada, se lo obligó a declarar en su contra y se violaron sus derechos constitucionales.
El fiscal Pettigiani recogió las palabras del defensor diciendo que, en aquel momento, “D’Alessio se encontraba devastado emocional y psicológicamente y con temor de morir”. A su criterio, Ramos Padilla usó de manera ilegal la fuerza para que “el imputado se autoincrimine a su vez lo hace sin la presencia del defensor”. Y autorizó “hacer uso de la fuerza indispensable” para que el acusado abriera su celular.
Según el abogado, decir que D’Alessio se encontraba “actuando libremente sin su voluntad viciada está fuera de lógica. Mi cliente en su indagatoria ofreció sus claves a cambio de ser beneficiado con un arresto domiciliario. Intuitivamente ya solicitaba ser oído como arrepentido pero está fuera de tema traer colación de dichas manifestaciones de un hombre recién detenido” al que “le había interrumpido forzosamente su medicación psiquiátrica”.
Actualmente, Marcelo D’Alessio está enfrentando un juicio oral, desde la cárcel de Ezeiza donde se encuentra detenido, ante el Tribunal Oral Federal 2. Es por las extorsiones que denunció en su contra el empresario Gabriel Traficante. Junto a él enfrentan el banquillo dos ex agentes de la AFI y el fiscal de Mercedes Juan Ignacio Bidone, que tuvo en sus manos la causa por el Triple Crimen de General Rodríguez.
Seguir leyendo