La embajadora israelí en Buenos Aires, Galit Ronen, cuestionó la votación de Argentina en el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) del 27 de mayo sobre el conflicto bélico en Medio Oriente, por considerar que esa resolución “no menciona a Hamas ni el derecho de Israel a defenderse”.
“Creemos que esta resolución no refleja las buenas relaciones que tenemos con Argentina”, sostuvo la representante diplomática del gobierno israelí de Benjamín Netanyahu. “Estamos desilusionados con esta votación, pero las relaciones entre los países, como las relaciones entre los humanos, son más amplias y complicadas. Esperamos superar esta etapa”, agregó.
De acuerdo a Galit Ronen, la postura argentina en política exterior sobre la última escalada entre Israel y Palestina es cuestionable por lo “unilateral” y no advierte que la organización Hamas cometió “crímenes de guerra” y fue “quien comenzó” el enfrentamiento bélico en la Franja de Gaza. “No vamos a negar que hay tensión”, reconoció.
“Nosotros tratamos de bajar el fuego, evitar que haya conflicto. Hamas tenía un interés obvio porque cancelaron las elecciones en la autoridad palestina y comenzó el lanzamiento de misiles contra Israel”, aseguró Ronen. “Me entristece que no dijeron que Hamas es una organización terrorista”, comentó en diálogo con radio Urbana Play y CNN Radio sobre el posicionamiento del gobierno argentino.
Las diferencias entre el gobierno argentino e israelí se agravó en el último tiempo a partir del debate sobre la resolución en las Naciones Unidas, donde se promovió la creación de una comisión internacional con un amplio mandato para investigar las supuestas violaciones de los derechos humanos en el último conflicto entre palestinos e israelíes.
Al fundamentar la apertura de esa investigación, la alta comisionada de la ONU, Michelle Bachelet, sostuvo que los misiles lanzados por Israel para defenderse de los ataques del grupo terrorista palestino pueden tratarse de crímenes de guerra. La ex mandataria chilena justificó su mirada al afirmar que los israelíes están protegidos por un sistema de interceptación y desvío de cohetes conocido como “Cúpula de Hierro” y cuenta con una de las mejores fuerzas armadas del planeta, mientras que los civiles palestinos carecen de cualquier defensa.
En la asamblea del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el representante argentino Federico Villegas se pronunció a favor del inicio de la comisión. Unos 24 votos que se pronunciaron a favor -entre ellos Rusia, China, Venezuela, Cuba y México- mientras que otros 9 países se pronunciaron en contra y hubo 14 que se abstuvieron.
Aquella definición conmovió a la comunidad judía local e internacional, ya que la resolución fue interpretada como un “voto contra Israel”. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, calificó de “vergonzosa” la decisión, diciendo que era “otro ejemplo de la flagrante obsesión antiisraelí del Consejo de Derechos Humanos de la ONU” y señaló manifesta como “‘parte culpable’ a una democracia que actúa legítimamente para proteger a sus ciudadanos de miles de ataques indiscriminados”.
“Quién cometió crímenes de guerra era Hamas. Por un lado, lanzaron misiles a los ciudadanos civiles israelí, y por otro, usaron los civiles palestinos como escudo humano para proteger a los misiles que lanzaron sobre la población israelí”, argumentó hoy Galit Ronen.
Ayer, el presidente Alberto Fernández recibió ayer a la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) y aclaró que la postura de Argentina, históricamente, respeta el multilateralismo y que lo que ocurrió fue emitir un respaldo al informe elaborado por Michelle Bachelet.
“El Gobierno expresó que no se legitimó nunca a Hamas como estado, sino que es una organización que merece ser investigada. Nosotros dijimos que sería bueno entender que hay otras maneras de condenar al terrorismo”, indicó el presidente de la DAIA, Jorge Knoblovits, a la salida de la reunión con el jefe de Estado. Y planteó que lo esperaban del país era que se “abstuviera” en ese debate en la ONU.
“Hamas y Hezbollah han atentado contra cien vidas en la República Argentina. Lo que correspondía era abstenerse en esa votación”, lamentó el titular de la DAIA.
En la misma línea, la embajadora Galit Ronen recordó que “un país como Argentina, que sufrió dos atentados tan graves, debe entender qué es el terrorismo, y por eso esperábamos una reacción diferente”. La comunidad judía en la Argentina es la mayor de Latinoamérica y está entre las primeras cinco del planeta, de acuerdo con los últimos datos censales conocidos oficialmente. “Los vínculos son amplios. De un país amigo como lo vemos a Argentina esperábamos otra votación”, insistió Galit Ronen. “No se puede dar marcha atrás”, concluyó.
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