Mientras en el gobierno nacional buscan bajar la intensidad de los cruces entre la Casa Rosada y el Instituto Patria, en especial en lo que refiere a los temas relacionados a la economía y la Justicia, en Juntos por el Cambio no se viven tiempos muchos más calmos.
Armado de las próximas listas, sectores que se vuelcan a discursos cada vez más duros y aquellos que buscan contemporizar. Límites y silencios, fotos que molestan y gestos que marcan posiciones en una interna que se aceleró de cara a las próximas elecciones.
Un ejemplo de esta nueva situación que se vive en el complejo entramado que conforman el PRO, la Unión Cívica Radica y la Coalición Cívica, es lo que sucedió hace unos días en Córdoba, la provincia central para que Mauricio Macri llegara a la presidencia en 2015.
El acuerdo en Córdoba entre los radicales y el PRO pende de un hilo luego del pasaje de Macri por la provincia mediterránea para ungir al ex ministro de Turismo de la gestión Cambiemos, Gustavo Santos, como el candidato con su apoyo por encima de figuras como Mario Negri, Rodrigo de Loredo y el propio Luis Juez.
Pero, según aseguran, eso no fue lo que más molestó al resto de los miembros de la coalición. Lo que realmente puso en jaque la unión es el apoyo de Macri al gobernador peronista Juan Schiaretti.
“El problema no es que fue a Córdoba a lanzar a Santos, porque el PRO puede tener su candidato, el problema es que puso como defensor de la República a Schiaretti y los diputados del gringo -por Schiaretti- votaron hasta la quita de la coparticipación a Rodríguez Larreta”, explica un conocedor de los ánimos en la provincia.
“Macri puso furioso al radicalismo, a Carrió y a Juez que dijo que no van a poder imponer a dedo a nadie”, agregó la fuente. “Pero aunque muchos creen que es por lo de Santos, en realidad es porque blanqueó que su aliado seguirá siendo Schiaretti y que en 2019 fue su candidato”, agregó.
Esto determinó que la UCR publicara un comunicado en donde dijo que no tiene “nada que ver con el gobierno de Juan Schiaretti”. “Somos muy diferentes a Hacemos Por Córdoba y por eso somos oposición”, aclararon.
El resultado de estos días de Macri en Córdoba parece incierto. Aunque aseguran que Juntos por el Cambio “no se rompe” pronostican una “interna picante”. Y los cordobeses se guardan una carta en la jugada y es que entienden que Santos no representa al anti kirchnerismo y que deberá competir con dos figuras provinciales como Negri y Juez. “No hay que olvidarse que si Santos pierde, va a ser el candidato de Macri el que pierda, y así se va a ver en todos los diarios”, advierten.
Dios está en todas partes pero atiende en Capital, quizás por eso todos quieren ser la cabeza de la lista en la Ciudad de Buenos Aires. María Eugenia Vidal aún no define y, a pesar del pedido de Macri, que dijo que era “necesaria” en la provincia, la respuesta de la ex gobernadora parece haber cerrado la discusión: “No quiero ser la Filmus de la provincia” -aludiendo a que Daniel Filmus ha perdido varias veces en la Ciudad-.
“Todo hoy está concentrado en la disputa entre Patricia y Horacio y se empieza a repetir en todo el interior. Horacio pone a Diego Santilli en la provincia de Buenos Aires mientras que Bullrich empuja a Martín Yeza, Francisco Pinedo y Hernán Lombardi. Todo esto sucede bajo la mirada de Mauricio que, por ahora, los deja hacer”, explica a Infobae una alta fuente del PRO.
“Están todos movilizados, Larreta, Bulrrich, Macchiavelli -Eduardo, secretario general del PRO- mientras Macri se desmarca y los deja hacer y ahora todo momento es grieta. Patricia lo corre a Horacio por las clases y Larreta mira de lejos el escándalo de Pfizer”, agregó.
Pero mientras discuten el espacio internamente entienden que estas figuras van a terminar acordando ya que hoy el PRO cuenta con cuatro electores: “¿por qué vamos a eliminar a uno?”. El punto es quien está dispuesto a ceder lo que hasta ahora es el espacio más deseado: encabezar la lista en la Ciudad.
“La pelea está ahí. Larreta propuso que Bullrich encabece y él pone al resto pero Patricia está muy envalentonada y le contestó que perdiendo mete el 50% de la lista”, señaló una fuente que sigue de cerca las negociaciones. “Larreta no dijo mucho porque a nadie se le escapa que si Bullrich va a Diputados va a tener que competir con Cristian Ritondo, con Mario Negri, y que nadie saltó de una banca de diputados al Sillón de Rivadavia”.
Pero todo tiene un riesgo y eso parece ser el único freno que hoy queda. En el PRO están confiados que van a seguir ganando en la Ciudad, pero sacar menos del 50% de los votos es un dato que nadie quiere tener.
“Todos están jugando, y están jugando fuerte. Larreta va a administrar la relación con Macri como lo hace hace más de 15 años y se va a ir midiendo de a poco. Sabe que la discusión por las escuelas le sirvió y mucho y que cuando se pega a Alberto Fernández como ahora sufre, pero tiene que gestionar y lo tiene que hacer en pandemia. Por el otro lado Bullrich va elevando el discurso porque encontró en ese sector su electorado. Hoy -por el viernes- la espera Chocobar y sus dichos respecto de la Justicia y la Policía apuntan a una especia de bolsonorización de la política pero sigue girando sobre el voto ya existente. Y Macri hoy maneja una lógica de dueño en donde deja que sus gerentes compitan pero sabe que va a tener que intervenir en algún momento”, finalizó un hombre fuerte del PRO.
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