El ex ministro de Salud Ginés González García volvió a hablar sobre la polémica en torno a las negociaciones con Pfizer por la adquisición de vacunas contra el coronavirus y defendió nuevamente la posición del gobierno argentino.
“Posiblemente esté rompiendo la confidencialidad y me cueste algo. Pero estoy re podrido”, comenzó el ex funcionario en diálogo con radio Rivadavia y sentenció: “Les ofrecimos algo hasta indigno, una firma de responsabilidad individual, de cada uno de los vacunados diciendo que no iban a hacer ningún reclamo”.
Luego, recordó lo que explicó en otras ocasiones sobre cómo se dieron las conversaciones: “Es un tema conocido, los contratos una vez firmados van al Congreso. Este contrato nunca fue firmado, por eso no fue hacía allí”.
“Pfizer consideraba que con la ley vigente no estaba protegido. Se hizo una ley especial, se le agregaron algunas cuestiones, y esto lo tengo por nota, contestado por ellos”, continuó.
Y completó: “No hay observación del laboratorio. Fue al Senado. Pasaron unos días y el Estado argentino promulgó la ley. Yo sentí siempre que no tenían vacunas suficientes y nos corrían el arco”.
Además, el ex ministro se despegó del vacunatorio VIP que le costó su cargo: “Horacio Verbitsky no es amigo mío. Se vacunó por su edad y yo no lo traje al Ministerio. El primero que quiere que esto se resuelva soy yo. Por eso dije que no iba a hablar de esto. No hay ningún delito, me presenté a la Justicia y expliqué caso por caso”.
En sintonía con esto, se mostró molesto por no haber podido hablar públicamente cuando debió renunciar: “Si era necesario renunciar, lo hacía, de hecho lo hice y no me gustó. No tuve la oportunidad de dar una explicación puertas afuera. Se había decidido de una manera, y yo no discuto”.
“Me dolió y me duele, pero nunca dije nada contra el Presidente. Él estaba en todo su derecho de elegir las formas. Yo no quiero estar atrapado por la Justicia dentro de cuatro o cinco años”, añadió.
La trama de la negociación entre el gobierno nacional y el laboratorio Pfizer volvió a estar en el centro de la escena luego de que Patricia Bullrich denunciara que un hecho de corrupción en las conversaciones. Según la titular del PRO, Ginés González García pidió “tener un retorno” y Alberto Fernández “no lo ignoraba”.
Sin embargo, la farmacéutica desmintió a la ex ministra de Seguridad con un comunicado en el que afirmaba no haber recibido “peticiones de pagos indebidos en ningún momento”. También aclaró que “no cuenta con intermediarios, distribuidores privados o representantes para la provisión de la vacuna COVID-19″.
Como consecuencia de esto, Alberto Fernández anticipó que presentaría una denuncia contra Patricia Bullrich: “En ningún país del mundo se toleran tamañas imputaciones lanzadas con tanta liviandad, sin que ello no apareje la inmediata reacción social y de quienes fueran realmente injuriados. La angustia que la pandemia genera en nuestra gente no tolera tanta irresponsabilidad”.
A su vez, el ex ministro de Salud le envió una carta documento a Bullrich y la intimó a retractarse públicamente antes de tomar acciones penales: “Solicito su rectificación lisa y llana en forma pública, en el plazo de 48 horas. En caso contrario, procederé a iniciar las acciones penales y civiles que por derecho me corresponden”.
A pesar de los descargos del Presidente y del ex funcionario, Bullrich sostuvo su postura: “No firmar el contrato es el hecho de corrupción. A partir de ahí, montaron la mentira de que Pfizer pedía condiciones leoninas, mientras le vendía a todos nuestros vecinos en condiciones aceptables”.
Y continuó: “Los argentinos estamos destruidos, encerrados, sin educación y sin trabajo. Y este gobierno, una vez más, abandonó a la sociedad a su propia suerte. Y eso tendrán que explicarlo ante la Justicia. El comunicado de Pfizer no niega nada de lo que yo digo. Por lo tanto, yo reafirmo mis dichos”.