El Gobierno pule por estos días los últimos detalles del operativo especial que se aplicará para celebrar las elecciones en pandemia. Con posibilidad de ampliación del presupuesto, incluirá nuevas reglas y nuevos roles para evitar lo máximo posible los contagios de coronavirus, que incluirán un protocolo estricto, la figura de “facilitadores sanitarios” y el aumento en la cantidad de lugares de votación.
Fuentes del Ministerio del Interior aseguraron que articularon esfuerzos, en los últimos meses, con la Cámara Nacional Electoral para definir los detalles de las medidas extraordinarias que se aplicarán este año en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) y en las generales. Los protocolos que se vienen trabajando se encuentran “en su fase final” y en los próximos días será girado al Ministerio de Salud para su “aprobación definitiva”.
La principal modificación de las elecciones, este año, será la postergación, por un mes, de las fechas de ambas votaciones. La medida se tomará luego de un acuerdo con la oposición, que llevó meses de crispadas negociaciones y será oficializado con la sanción definitiva de la iniciativa en el Senado, en principio, la semana que viene. Si así fuera, todo apunta a que las PASO se realicen el 12 de septiembre y las generales el 14 de noviembre.
En ambas fechas el Gobierno y la Justicia electoral desplegarán una serie de medidas destinadas a prevenir los contagios de coronavirus. Una de las más novedosas consiste en el inédito nombramiento de un “facilitador sanitario” por centro de votación, que será uno de los miembros del comando electoral y será entrenado previamente para garantizar el cumplimiento de los protocolos de distanciamiento social, uso de barbijo y sanitización de manos en los centros de votación. “Su rol será el ordenamiento del ingreso de los votantes y reforzar los cuidados de la salud en los establecimientos”, dijo una fuente de Interior a Infobae durante un encuentro para informar sobre las medidas, en la Casa Rosada.
Además, se buscará garantizar que las medidas de cuidado sean posibles de aplicarse en los centros de votación. Para ello se dispondrá un tope de 8 mesas de votación por escuela, se analizará el metraje de cada lugar y se certificará que haya ventilación cruzada en los ambientes. Con este fin se prevé aumentar la cantidad de establecimientos destinados a los comicios de 15.000 a 19.000.
Según adelantaron las fuentes, las instalaciones que no cumplan con los parámetros deseados serán descartadas, y para alcanzar el número estipulado podrían sumarse clubes y centros municipales que ya están siendo evaluados. De todas formas, el padrón se mantendrá estable, con 350 electores por mesa. “Se priorizarán aquellos establecimientos que cuenten con espacios abiertos en la planta baja y muestren mejores condiciones de ventilación”, se informó.
Hace meses que la CNE reclama al gobierno nacional, a través de distintos oficios, que se vacune a las autoridades de mesa -una vez que se haga el llamado-, así como a los funcionarios judiciales abocados al proceso electoral. Desde Interior aseguraron el jueves que este pedido ya fue remitido al Ministerio de Salud de la Nación, pero destacaron que cada juzgado electoral provincial es el encargado de pedir la vacunación de las autoridades en el caso de que lo consideren necesario. “A las autoridades de mesa las designa el juzgado electoral del distrito. Y la vacunación la hace cada distrito con las dosis que le envía la Nación”, dijeron en Balcarce 50. “Trabajamos con la Justicia federal para que las autoridades de mesa estén seguras”, agregaron.
El presupuesto para las elecciones de este año está calculado en 17.000 millones de pesos, pero las autoridades nacionales prevén la posibilidad de un incremento por los cuidados sanitarios. Por ahora, la diferencia en el número no se conoce, pero se espera que no sea significativo. “Cuando se apruebe el protocolo conoceremos el impacto de los costos logísticos y en elementos sanitarios como alcohol, lavandina y personal de limpieza”, se informó.
Las autoridades electorales, se aclaró en Gobierno, no tomarán la temperatura en el ingreso de los centros de votación, como se hace normalmente desde que llegó la pandemia a la Argentina en instalaciones públicas y privadas. “Venimos conversando este tema y decidimos que primero está el derecho al voto. Apelamos a la responsabilidad ciudadana. Las personas con síntomas, que no deben concurrir a votar, luego podrán presentar un certificado médico como justificativo para eximirse de la obligación”, dijeron fuentes de la Casa Rosada.
En todo momento, durante el proceso de votación, los votantes estarán obligados a usar barbijo y a respetar la distancia social establecida, de dos metros. Además, deberán concurrir solos (excepto en casos de fuerza mayor, por ejemplo, cuando necesiten asistencia) y deberán llevar su propia lapicera para firmar el acta electoral. Una vez en la mesa, no se les pedirá que entreguen el DNI, sino que se limiten a mostrarlo, para evitar lo más posible el contacto con elementos de posible transmisión del virus. Al terminar de emitir su voto, deberán dejar los establecimientos de inmediato, con el fin de evitar aglomeraciones. “No se va a poder deambular”, ilustró un funcionario. Mientras tanto, aproximadamente cada una hora y media, personal de limpieza ingresará al cuarto oscuro a sanitizar.
El Gobierno aclaró que no se restringirá el horario de votación, aunque habrá prioridad en las primeras horas para los mayores de 60 años. En el caso de que al finalizar la jornada, a las 18, haya electores haciendo fila afuera del establecimiento, el delegado judicial les entregará un número para certificar que a esa hora estaban presentes para votar, y se les permitirá el ingreso aun fuera del horario establecido.
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