“Lamento que autoridades migratorias de Colombia hayan impedido el ingreso del ciudadano argentino y miembro del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral de la Santa Sede Juan Grabois”. Con ese mensaje, publicado en las redes sociales por el canciller Felipe Solá, el gobierno argentino se refirió al incidente que protagonizó el dirigente social, que no pudo ingresar a ese país para auditar la situación social y política en medio de las protestas.
El gobierno colombiano, a través de un comunicado de Migraciones, fundamentó la decisión de deportar al referente de la CTEP al señalar que agredió verbalmente a una oficial de Migración y presentaba irregularidades en su pasaporte.
En la misma publicación, el funcionario recordó que Grabois integraba una misión internacional en derechos humanos. No es la primera vez que el gobierno argentino toma una postura con relación a la situación que atraviesa el país presidido por Iván Duque: el 6 de mayo, el propio Alberto Fernández reclamó que cese la “violencia institucional” y se resguarden “los derechos humanos”, en el marco de las protestas que tenían lugar en diferentes ciudades.
Estos comentarios fueron rechazados por la canciller colombiana, Claudia Blum, que los calificó como “Una intromisión que alimenta la polarización”. “Desconocen que miles de colombianos han tenido, conforme a nuestro Estado de Derecho, todas las garantías para ejercer la protesta pacífica a lo largo y ancho del país”, explicó en un comunicado.
Con relación a la situación de Grabois, el referente social denunció ayer que le negaron el ingreso a Colombia. “Detenido y agredido nuevamente por un gobierno autoritario. Ahora en un cuartito. Esperando. Mis compañeros argentinos y colombianos intentando resolver afuera ¡no tenemos miedo!”, publicó en sus redes sociales junto a un video.
“El señor llegó al país con una delegación de 19 personas más. Al momento de realizar el proceso de control migratorio el pasaporte presentaba una inconsistencia, razón por la cual se le pidió que acompañara al oficial a donde el Supervisor con el fin de realizar las consultas correspondientes”, explicó la oficina de Migraciones de Colombia.
Además, señalaron que Grabois comenzó a agredir verbalmente a una oficial diciéndole que no tenía por qué acompañarla a ningún lado y a argumentar que tiene todo el derecho de entrar al país y que lo que se quiere es secuestrarlo.
“En ese momento, debido a la falta de respeto del extranjero hacia el Oficial, se procede a no autorizar su ingreso al territorio nacional. Una decisión que le fue ratificada por la Supervisora, quien aparece en un video grabado por la delegación, y en donde se ve que el extranjero le dice que acaso quién es ella para decirle que no puede entrar a Colombia”, se completó en un comunicado.
El incidente entre Grabois y las autoridades de Colombia no quedó ahí. Después de la primera denuncia, el dirigente argentino afirmó: “Luego de una serie de agresiones físicas registradas por numerosos testigos y cámaras de seguridad, el gobierno colombiano me expulsa de su territorio por considerarme un “riesgo para la Seguridad de Estado” (decreto 1727/2020)”.
Y agregó: “Me han retenido la documentación y el equipaje. Me suben custodiado a un vuelo a Lima, sin explicación de mi ulterior destino. Son tiempos de cambio para América Latina. Nada va a ser fácil. Pero despertamos. Adiós Colombia ¡Fuerza!”.
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