A horas de la vigencia del DNU que estableció un confinamiento estricto en la mayor parte del país, en el gabinete nacional que encabeza Alberto Fernández ya admiten que las restricciones sanitarias son una posibilidad real durante el invierno, aunque hay temor por el impacto de las decisiones en la economía.
“Los próximos meses son de más riesgo, por el invierno. Vamos a ir monitoreando y en caso de ser necesario habrá cierres intermitentes”, sostuvo la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti.
En la cartera a cargo de la gestión sanitaria de la pandemia están expectantes en poder “disminuir la circulación en estos 9 días” de confinamiento estricto. En diálogo con Radio 10, la funcionaria aclaró que las resoluciones para contener el avance de la segunda ola de coronavirus son “intensivas, focalizadas y transitorias”, y que “cada medida se va analizando cuidadosamente en función de la situación epidemiológica, la fuente de los contagios y la velocidad”.
El Gobierno busca ganar tiempo hasta que lleguen más vacunas contra el coronavirus y así poder escalar la campaña de inmunización, con el objetivo de alcanzar un universo de 15 millones de personas entre las que se incluyen las que tienen factores de riesgo. En los próximos días, el Poder Ejecutivo espera recibir unas 860 mil dosis del laboratorio AstraZeneca, a través del mecanismo Covax, y dos vuelos provenientes de Rusia con vacunas Sputnik V.
En paralelo, la intención es que el laboratorio Richmond arranque con la provisión de vacunas Sputnik V producidas en Argentina. “Vamos a tener para fin de mes los controles de calidad para poder ya trabajar con la importación de los antígenos que se van a producir en la Argentina. Es un momento realmente importante”, apuntó Vizzotti.
Sin embargo, la demora se extiende y la preocupación por los efectos económicos de la escalada de la segunda ola está instalada en Balcarce 50. El confinamiento, de manera similar a 2020, tendrá un impacto directo la actividad productiva. En ese marco, el jefe de Gabinete de la Nación, Santiago Cafiero, reconoció este sábado que “son momentos difíciles, no sólo por la pandemia, sino para llegar a fin de mes”.
A fin de paliar la caída, Cafiero sostuvo que el Presupuesto Nacional estará subordinado “a las necesidades de la gente y no al revés” para “acompañar a los damnificados” del cese laboral. “Venimos tomando todas las medidas necesarias para toda la ayuda que se pueda”, resaltó el ministro coordinador, quien aseguró que el alcance de las resoluciones tendrá como objetivo tanto el sector formal como informal.
El jefe de Gabinete reconoció que, ante las nuevas medidas por la segunda ola de coronavirus “se va a ver una caída en comercios y gastronómicos” y que por eso se adaptó la política pública del programa Recuperación Reproductiva (Repro) para asistir a los comercios y pymes que requieran de ese subsidio estatal para sostenerse.
“Los comercios gastronómicos y los sectores críticos pueden sumarse al Repro y desde este mes pasan de 18 a 22 mil pesos por trabajador. Muchos de los titulares de esos comercios son monotributistas y hemos modificado la posibilidad de que ese comerciante, ese empresario gastronómico, también pueda inscribirse”, remarcó Cafiero.
Otro de los funcionarios que se pronunció sobre la nueva etapa sanitaria es el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo. “Si son necesarias, vamos a tomar medidas adicionales”, planteó acerca al escenario económico que se avecina.
“Tenemos dos objetivos centrales. Uno es reforzar la asistencia alimentaria porque estamos en una emergencia alimentaria. Hay diez millones de personas que están recibiendo apoyo. Por el otro lado, ayudar económicamente, poner plata en el bolsillo de los argentinos, de aquellos que están en el sector informal y que realmente en este contexto la tienen complicada”, manifestó.
En el caso del ministerio de Desarrollo Social, el enfoque de asistencia apunta a fortalecer rubros económicos de las cooperativas de la Economía Popular como la construcción, la producción de alimentos, la actividad textil, el cuidado de personas y el reciclado, que “son los cinco sectores más sensibles”.
No obstante, si bien mantiene sus promesas de ayuda futura mediante, el ministro Daniel Arroyo reconoció que las partidas presupuestarias de su área ya ha “excedido el presupuesto original de este año por todas las medidas que tomaron”.
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