Luego de más de 12 horas de sesión y tras aprobar la postergación de las elecciones, la Cámara de Diputados dio media sanción a la iniciativa que modifica Ganancias para las empresas. Con 124 votos a favor y 104 en contra, el proyecto fue girado al Senado de la Nación.
A diferencia del cambio de fecha de las PASO y de los comicios generales, donde primó el consenso entre oficialismo y oposición, para este segundo punto hubo mayores diferencias entre los distintos bloques.
La iniciativa del Frente de Todos establecía reemplazar la alícuota fija, que actualmente es de 30% y grava a casi todas las de las empresas de cualquier tamaño, por una nueva escala que, luego de los cambios que sufrió el proyecto comienza sobre el excedente de ganancia neta imponible por encima de los $20 millones se aplique la alícuota máxima de 35%.
Sin embargo al comenzar el debate, el diputado Carlos Heller anunció un cambio en las escalas tratadas en la Comisión de Presupuesto y Hacienda: “Estamos haciendo una propuesta superadora”. Así se elevó la escala a 50 millones.
Según el nuevo proyecto, cuyo principal objetivo apunta a recuperar la progresividad del impuesto, las empresas pagarán un 25% para un primer tramo de beneficios de hasta $5 millones de pesos anuales, un 30% para un tramo intermedio de $5 millones a $50 millones de pesos anuales, y para los beneficios superiores a ese umbral se aumentará al 35%. Se mantendría la alícuota del 7% para dividendos distribuidos en todos los casos.
Heller precisó que con la suba de la escala a $50 millones se afecta a “solo el 4,5% de las empresas”. Este porcentaje abarca a 5.432 sociedades que serían alcanzadas. “Esto significa una reducción del alrededor de 20 mil millones de pesos de la reducción estimada”, agregó el diputado.
Durante la madrugada hubo contrapuntos entre el oficialismo y la oposición con respecto a este tema. La iniciativa implica un cambio respecto de la modificación que hizo Cambiemos cuando era gobierno en la que se estableció una reducción del impuesto. Mientras que desde el oficialismo, con el ministro de Economía Martín Guzmán y el titular de la Cámara Baja Sergio Massa, aseguran que representa un alivio para las empresas porque introducen el concepto de progresividad del tributo.
Por su parte, la Unión Industrial Argentina y la Cámara Argentina de Comercio reclamaron al Gobierno nacional porque consideran que esta modificación se reflejará en un incremento de la presión tributaria en un contexto macroeconómico crítico y que provocará un aumento de la informalidad en la economía y el empleo.
Para la cartera que conduce Guzmán, la aprobación de esta norma es clave. Ya que la recaudación financiará la suba del piso para Ganancias para las personas humanas, norma que ya se aprobó y que, como aún no se reglamentó, no entró en vigencia.
Se debatieron otros dos agregados al texto original. Uno que establece “incorporar beneficios relacionados cuestiones de género para favorecer a mujeres, trans y travestis en lo que tiene que ver con la participación de las empresas desde el lugar de síndicos, contadores e integrantes del consejo de administración, entre otros”, manifestó Heller. Y remarcó que “las disposiciones de la presente ley no afectarán el porcentaje del 41,5 por ciento dispuesto para que paguen las empresas que explotan juegos de azar en cualquiera de sus modalidades”.
Durante el debate en comisión, Alejandro Cacace, de Juntos Por el Cambio, había manifestado que “es falso que las empresas vayan a pagar menos”. “Alivio fiscal no es porque el informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso dice que se van a recaudar 320.000 millones de pesos más. Se llegó a decir que este proyecto era para compensar la baja de impuesto a las ganancias sobre las personas físicas, que se había calculado en 48 mil millones de pesos, pero acá estamos tratando un aumento de impuestos casi 7 veces superior. Si era para compensar eso se les fue la mano”.
Luciano Laspina, el primero de los legisladores opositores de la lista de oradores, manifestó que “estamos discutiendo cuanta mas recaudación va a haber, es obvio que estamos subiendo impuestos y lo estamos enmascarando como un beneficio a las pymes, cuando si lo comparamos con la reforma de 2017 es un aumento para todas las empresas, incluso para las pymes”.
“El modelo es subir los impuestos, que haya menos inversión, menos empleo privado y mas necesidad de empleo público que se financia con estos impuestitos, más necesidad de planes sociales con gente mendigando en las organizaciones sociales que muchas veces conducen los que son funcionarios de este gobierno”, cargó Laspina contra el Frente de Todos. “El modelo está agotado”, sentenció.
El radical Luis Pastori, expresó: “El objetivo de este proyecto es claramente recaudatorio; y lo hacen en este contexto donde se mezcla la pésima gestión de la pandemia más la profunda crisis económica, que da como resultado un escenario de pérdidas económicas generalizadas, para cuyas empresas el mercado central es el mercado interno. Pretenden compensar la reducción de la carga tributaria de Impuesto a las Ganancias de las rentas de cuarta categoría”.
Desde Consenso Federal, Jorge Sarghini fijó la postura negativa de su bloque: “Lo más importante por lo que nosotros no acompañamos este proyecto, es que aún en lo más profundo de las crisis, cada política pública que se decide tiene que arbitrar entre el corto y el largo plazo”.
Desde el Movimiento Popular Neuquino, Alma Sapag, explicó su voto a favor: “Voy a acompañar el proyecto, considerando que es un avance en alinear la carga tributaria con la estructura de las empresas, mejorando la progresividad del impuesto”.
El diputado del Frente de Todos Marcelo Casaretto apuntó contra la reforma de 2017 impulsada por Cambiemos. “El Gobierno anterior planteó una baja para los años siguientes; por un lado había un aumento de la carga tributaria del impuesto a las Ganancias sobre trabajadores y jubilados, y se planteaba una baja de Ganancias sobre las sociedades”.
“El objetivo de aquella reforma era permitir que las empresas ganaran mas dinero y eso permitiría el aumento de la inversión y la reactivación de la economía. Esa reforma no tuvo los resultados esperados. El Estado nacional dejó de recaudar por la baja impositiva que se planteaba y al contrario no hubo inversiones; la mayoría de las sociedades que más ganaron se capitalizaron comprando dólares y remitiendo parte de esos dólares al exterior”, cuestionó el legislador oficialista.
Itaí Hagman, el último de los oradores de la maratónica sesión, celebró luego de la votación, pasadas las 2.30 de la madrugada de este jueves, cuando Diputados dio media sanción al proyecto: “La nueva ley establece un esquema progresivo según el volumen de ganancia de cada sociedad. Las más chicas pagarán menos y las más grandes más”.
Luego la Cámara Baja aprobó un proyecto que aumenta el Fondo de Compensación al Transporte Publico de Pasajeros para ser destinado a los transportistas escolares, debido a la crisis que padece ese sector por la pandemia de coronavirus. El proyecto incorpora al Fondo por automotor urbano y suburbano, de todo el territorio nacional, tanto de las provincias como de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, unos 600 millones para ser destinados al Transporte escolar.
Por último, minutos antes de las 3 de la mañana se abrió el debate para tratar el Consenso Fiscal firmado entre el presidente Alberto Fernández y los gobernadores, que otorga 70 mil millones de pesos a las provincias para reactivar sus economías. Sin embargo, tras las 14 horas transcurridas, los legisladores de los distintos bloques acordaron levantar la sesión y se postergó la sanción de este último punto.
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