En las últimas horas ingresó en la Legislatura porteña un proyecto de ley para impulsar que haya alcohol cero al volante en la ciudad de Buenos Aires. La iniciativa, del diputado Eugenio Casielles, reactiva la discusión en consonancia con la propuesta que elevó el Gobierno a nivel nacional.
“Este tipo de tragedia concluye con la vida de niños, hombres y mujeres, sin lugar a la distinción, por lo que es fundamental establecer una normativa que sea ejemplificadora y clara. El rol pedagógico que tiene la ley no puede subestimarse”, señaló el legislador en los argumentos del proyecto.
La discusión acerca de la tolerancia de porcentaje de alcohol en sangre está presente en varios ámbitos de debate, tanto a nivel local, nacional e internacional. Según datos de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, el impacto de la siniestralidad vial es de 5.500 muertes por año, de los cuales los jóvenes de entre 15 y 35 años son las principales víctimas, y el alcohol es uno de los principales factores, ya que está presente en uno de cada cuatro accidentes.
A nivel nacional, el trámite parlamentario empezó a dar sus primeros pasos hace semanas en la Cámara baja, de la mano del autor del proyecto el diputado del Frente de Todos, Facundo Moyano; y su cofirmante Ramiro Gutiérrez, que integra el Frente Renovador de Massa. Los legisladores habían puesto a punto la propuesta con el director de la Agencia de Seguridad Vial, Pablo Martínez Carignano, en conjunto con el fallecido ministro de Transporte, Mario Meoni; y la titular de Sedronar, Gabriela Torres.
El texto cuenta con dos aspectos centrales. Por un lado, pretende modificar la Ley 24.788 de “Lucha contra el alcoholismo”, para incorporar como política de salud pública la conducción bajo los efectos del alcohol. Por el otro, rectifica los artículos del Código Penal y de Ley de Tránsito, que fijan la graduación alcohólica permitida a cero. Además, la iniciativa agrava las penas para los conductores que, en caso de estar alcoholizados, escapen al momento del siniestro.
El umbral de alcohol permitido se encuentra en los 0,5 gramos por litro de sangre para vehículos particulares, lo que permite una ingesta mínima antes de conducir. El proyecto cita estudios de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que advierten que ese nivel de consumo aumenta el ritmo cardíaco y la frecuencia respiratoria, junto a la disminución relativa de algunas ondas cerebrales y de ejecución motriz. La entidad experta considera también que, aún cuando se ingiere en cantidades pequeñas, aumenta el riesgo de verse involucrado en siniestros viales.
En la ciudad de Buenos Aires, y ante la consulta de Infobae, el secretario de Transporte porteño, Juan José Mendez, se refirió al proyecto de tolerancia cero de alcohol al volante. “Si nos sirve para instalar en la agenda que el alcohol produce fatalidades y discapacidad adquirida y que es un problema al volante, estamos de acuerdo en dar el debate público. Pero a la hora de la fiscalización, cuando corremos el límite a cero, implica una pérdida de capacidad de detectar aquellos conductores que efectivamente están violando los límites que ponen en riesgo a la ciudadanía”.
“Tenemos la capacidad de hacer 400 mil controles al año, y si en esos controles acarreamos autos por tener 0,2 o 0,4 de alcohol en sangre, que está por debajo del límite de 0,5 que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) no implicaría un riesgo, va a pasar que estamos dejando de controlar otros vehículos que potencialmente podrían tener un nivel de alcoholemia que ponen en riesgo a toda la ciudadanía”, explicó el funcionario.
Y destacó la importancia de realizar más controles: “Tenemos un compromiso muy grande con esto y trabajamos con ONGs y asociaciones de familiares de víctimas para mostrar cómo fiscalizamos, cómo se hacen los controles (algunos de ellos en puntos fijos y otros aleatorios). Creo que el foco y la discusión que nos debemos tienen que estar puestos ahí. Ahora, hablar de alcohol cero para generar visibilidad me parece bien, pero la verdadera discusión tiene que estar puesta en cómo construimos la capacidad de fiscalización y sanción junto a todos los gobiernos del país”.
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