El martes fue un día récord respecto de los números de la pandemia en todo el país, con 35.543 contagios y 745 fallecimientos, y la provincia de Mendoza tuvo uno de los registros más altos, con un pico de 1095 casos. La administración del gobernador radical Rodolfo Suárez, que responde al titular de la UCR nacional, Alfredo Cornejo, impulsa desde el año pasado “restricciones quirúrgicas” para evitar lo más posible los perjuicios a la economía. De hecho, la provincia fue una de las primeras en reabrir las actividades comerciales y turísticas y permitir la circulación, en mayo de 2020. La semana pasada implementó mayores restricciones, pero mantuvo las clases presenciales y los comercios abiertos. Ahora, ante una incipiente suba de casos, evalúa nuevas medidas.
Hoy, en Mendoza, los comercios pueden abrir entre las 5.30 y las 23.30 y los horarios de compras se pueden realizar acuerdo a los números de DNI. La semana pasada, esta medida, que regía entre lunes y miércoles, se extendió a todos los días hábiles. Además, se prohibieron todas las reuniones sociales, que solo estaban permitidas en espacios abiertos. “Siempre hemos intentado mantener un equilibrio entre lo económico y lo sanitario. Pero no somos locos, si la situación empeora, tomamos las medidas pertinentes”, dijeron a Infobae en la gobernación.
En un contexto de inclinación positiva de la curva de casos, donde la “positividad” -cantidad de infectados respecto de los hisopados- alcanzó el 34 por ciento, en Mendoza hay preocupación por la situación epidemiológica, y se analizan modificaciones en las actuales medidas. Sobre todo ante las demandas de los intendentes que ven complicadas las situaciones a nivel distrital.
La semana pasada, cinco jefes comunales mendocinos restringieron los horarios de atención de los comercios hasta las 20, aunque a nivel provincial esas medidas no rigen. Y el martes, el gobernador recibió de urgencia al intendente del departamento de San Rafael, Emir Félix, quien le pidió nuevas medidas como la suspensión de clases en el nivel secundario y el freno a los deportes de contacto, luego de que el lunes se registraron 253 casos a nivel local.
En el gobierno nacional hay malestar con Mendoza -al igual que con la Ciudad de Buenos Aires-, porque no cumple las medidas nacionales que dictaron la educación virtual en los distritos en estado de “alerta epidemiológica”, para evitar los contagios en las escuelas y en los ámbitos sociales que las rodean. Por ahora, en esa provincia las aulas están abiertas, como en el ámbito porteño. Las relaciones entre Alberto Fernández y Rodolfo Suárez “desde el principio funcionaron con un vaivén, por las políticas relacionadas a la pandemia”, describieron cerca del gobernador. Pero remarcaron que “el vínculo nunca se rompió”.
El viernes 21 vence el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que firmó el presidente Alberto Fernández hace más de dos semanas y el gobierno nacional se prepara para extenderlo o emitir uno nuevo frente a la incipiente suba de casos -que habían empezado a bajar con las últimas medidas y en los últimos días se estabilizaron y amenazan con aumentar-. Preocupado por la posibilidad de que haya un incremento sostenido, y sin avances del proyecto “Pandemia” que envió el Ejecutivo al Congreso hace diez días, el Gobierno evalúa mantener las restricciones nacionales actuales, o bien implementar políticas adicionales, en un nuevo decreto.
Esta semana, el Presidente probablemente convocará a todos los gobernadores a una reunión virtual -como ocurre antes de cada nueva etapa de medidas-, de la que participará Rodolfo Suárez. Desde el gobierno de la provincia de Mendoza informaron a Infobae que esperan conocer novedades sobre las medidas nacionales y que analizarán el devenir de la situación epidemiológica local para tomar decisiones. No descartan que haya anuncios a nivel provincial este viernes.
“Nos encontramos en una meseta alta. Entre el lunes y el martes hubo un salto puntual de 800 a 1095 casos, y una suba de la positividad del 33 al 34 por ciento, que llamó la atención. Pero tenemos que ver la evolución de las medidas que dictamos la semana pasada en un período más extenso. Aún es temprano para saber cómo funcionan”, dijo un vocero provincial, que destacó que la curva mendocina siempre acompañó la tendencia del resto de las provincias más pobladas. “Mendoza, que siempre tuvo todo abierto y funcionando, nunca tuvo un pico aislado del nivel nacional”, remarcó la fuente.
En paralelo al análisis de las medidas nacionales y de la situación local con respecto a las restricciones vigentes desde la semana pasada, este jueves la ministra de Salud mendocina, Ana María Nadal, se presentará en la Legislatura para informar sobre la situación sanitaria y epidemiológica de la provincia.
La ministra rendirá cuentas ante Poder Legislativo local luego de los insistentes pedidos del peronismo en ambas cámaras, en un contexto de roces entre el oficialismo y la oposición provincial. El PJ local viene denunciando una supuesta carga irregular de los datos sobre muertes por Covid-19, una acusación que el gobierno local niega y considera “mentirosa”. “Esa información la carga cada hospital en un sistema nacional; para intervenir de alguna forma deberíamos tener una persona en cada centro de salud, lo cual es imposible. Esas denuncias son una cabronada”, dijo, irritada, una fuente provincial.
La Argentina atraviesa la segunda ola de COVID-19 y, a pesar de las restricciones en la circulación, las cifras de casos positivos son alarmantes. En las últimas 24 horas, con las 745 muertes y 35.543 nuevos contagios de coronavirus, récord para una jornada, el total de infectados asciende a 3.371.508 y las víctimas fatales son 71.771. La preocupante situación obliga a las provincias a tomar medidas, frente a la falta de vacunas suficientes para inocular a la población, con el fin de evitar que los casos sigan aumentando y el sistema de salud se tensione al máximo.
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