El diputado nacional por Mendoza José Luis Ramón volvió a ocupar el centro de la escena en la reunión de ayer del plenario de comisiones, donde el Frente de Todos obtuvo dictamen para llevar al recinto la ley que modifica el Ministerio Público Fiscal.
Dueño de unos modos más cercanos al hombre de campo que al modelo de traje y corbata del Congreso, amable y siempre de buen humor en el trato, suele enfrentarse en el recinto con los “duros” del PRO y ayer volvió a suceder cuando hizo público su apoyo y el de su bloque el proyecto que impulsa el oficialismo.
Ramón se mostraba molesto porque entiende que desde Juntos por el Cambio habían lanzado una campaña en su contra. Fue acusado por el diputado del Pro Enrique Estévez de traidor a la patria y por la ex titular de la Oficina Anticorrupción, Laura Alonso, de haber “vendido” su voto a cambio de un cargo, lo que le valió a la ahora profesora de historia de Sarmiento una dura carta documento.
“Estamos muy lejos de hacer un cambio por alguna cosa menor. ¿Qué es ser ‘traidor a la Patria’? ¿Estudiar qué modificaciones puede tener un proyecto que va a mejorar la vida de millones de argentinos? ¿Queremos que pase algo o que todo continúe como está?”, se preguntó el legislador mendocino, que cruzó varios gritos con los legisladores de Cambiemos.
En Juntos por el Cambio señalan que apoyó el proyecto porque el oficialismo aceptó crear la Procuraduría especializada en Defensa de las y los Consumidores y Usuarios en el ámbito del Ministerio Público Fiscal, algo que fue propuesto por el mendocino.
Pero ¿quién es Ramón? Nacido en Rufino, Santa Fe, este abogado recibido en la Universidad Nacional de Mendoza siempre estuvo ligado a los movimientos de defensa de los consumidores, tanto es así que en 1994 fundó una Asociación Nacional de Defensa del Consumidor sin fines de lucro que se llamó Protectora, que en 2017 se convirtió en un partido político provincial desde donde peleó un lugar en la legislatura de Mendoza.
Conocido como el “loco de la frazada” porque en 2015, cuando Cambiemos empezó a alentar la suba de tarifas, convocó a una marcha de frazadas en la legislatura de su provincia, desembarcó en el Congreso Nacional en 2017 con un unibloque. Hoy comanda el interbloque Unidad Nacional para el Desarrollo en donde conviven seis diputados de diferentes extracciones; el rionegrino Luis Di Giacomo, enfrentado con Soria en su provincia, no acompañará.
Pero, además del apoyo a los cambios en el Ministerio Público Fiscal, Ramón tuvo otros grandes momentos en la Cámara de Diputados. En la primera discusión sobre la legalización del aborto, militó casi toda la campaña a favor de su aprobación. Sin embargo, en el momento de la definición, cambió de opinión y terminó votando en línea con lo que había dejado trascender, que era la posición de la Casa Rosada, y acompañó al sector de los “pañuelos celestes”.
Ese cambio en la decisión le costó que el presidente del bloque Evolución Radical, el entonces diputado y ahora senador Martín Lousteau, lo expulsara de la bancada.
En los pasillos del Congreso lo señalan como una persona “que hace valer” sus votos. Algo que sucede en todos los espacios pero que, en un contexto en donde no hay mayorías, cotiza mucho más alto.
Aunque su actividad parlamentaria está ligada a proyectos de ley de defensa de los consumidores y para que se avance en permitir acciones colectivas, durante el 2020 y lo que va del 2021 fue central en la estrategia del Frente de Todos.
Primero aportó los votos claves para la Ley de Emergencia que envió la Casa Rosada. Luego acompañó el proyecto de moratoria que desde Juntos por el Cambio rechazaron con la excusa de que beneficiaba a Cristóbal López. También había presentado un pedido para que no se realicen las PASO, pero en este caso acompañará el nuevo cronograma electoral que se votará hoy.
Otro momento que mostró el andar zigzagueante del legislador que este año termina su mandato, y que apuesta a renovar, fue en la votación que definió el DNU que le otorgó mayores facultades al jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, para reasignar partidas presupuestarias sin el aval del Congreso.
El mendocino había presentado un proyecto para derogar el DNU que le otorga superpoderes al jefe de Gabinete. Sin embargo, votó en contra.
Ramón había criticado fuertemente ese decreto pero, llegado el momento de la votación, su bloque aportó -junto a otras bancadas- el número y los votos necesarios para su aprobación.
En los pasillos del Congreso señalan que “Ramón juega para Ramón” y que eso hace que el interbloque que comenzó el 2021 con 8 legisladores hoy tenga 6. Y que, además, su relación con el oficialismo tiene que ver con la campaña que se viene, en la que juega entre nacionalizarse y provincializarse.
Quizás en este juego de apoyos es que uno de los hombres fuertes del oficialismo, el diputado Máximo Kirchner, tomó el proyecto del líder de “los ramones” para recategorizar a varias zonas del país, en el que se incluye a localidades de Mendoza en la denominada “zona fría” que les permite a los usuarios recibir subsidios en la tarifa de gas.
Esa era una idea de Ramón que tomó Kirchner y que, de aprobarse, beneficiaría a usuarios de la provincia de Buenos Aires -donde La Cámpora busca incrementar su caudal de votos-, San Juan, San Luis, Salta y Mendoza.
En el caso de aprobarse, alrededor de 600.000 hogares mendocinos por donde Ramón pasará haciendo campaña se verán beneficiados con subsidios que van del 30% al 50% de la tarifa.
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